Análisis de noticias
La primera revisión de China de su Nueva Ley de Empresas de 2006, que entra en vigor el 1 de enero, supuestamente tratará a los inversores extranjeros de la misma manera que trata a los inversores privados nacionales. Aunque la medida suena positiva, un abogado estadounidense experto en las leyes de negocios de China expresó su escepticismo sobre el nuevo desarrollo.
La Ley de Inversión Extranjera (FIL por sus siglas en inglés) ha sido aclamada por el régimen chino como «nivelación del campo de juego» para las compañías multinacionales al otorgar el mismo «tratamiento nacional» que a las empresas nacionales. Pero la intención principal y la realidad de la FIL es » bajar» a los inversionistas extranjeros al estatus de compañías privadas chinas; lo que significa que estarán completamente bajo el control del Partido Comunista Chino (PCCh) y operarán en una desventaja económica permanente para las empresas estatales chinas, de acuerdo con el abogado Steve Dickinson, quien ayuda a las compañías extranjeras a realizar negocios en China bajo la firma de abogados internacionales con sede en los Estados Unidos, Harris Bricken.
La estructura legal de la Empresa de Inversión Extranjera (FIE), de quince años de antigüedad, que estableció el derecho de formar una Empresa de Propiedad Extranjera (WFOE) para producir en China, y la Empresa Conjunta de Capital Extranjero (SJV) para producir y vender a individuos chinos, desaparecerá el 1 de enero.
La buena noticia para los inversionistas extranjeros es que los procedimientos de negocios, que son onerosos y varían dramáticamente de una jurisdicción a otra, y el proceso de establecer un negocio en China, que usualmente toma más de un año, serán radicalmente simplificados. El nuevo tratamiento FIL será tan simple y barato como formar una empresa en los Estados Unidos, Canadá, Hong Kong, la UE, Australia, etc. El proceso de formación de la empresa en la mayoría de las ciudades chinas ahora tomará menos de una semana.
El antiguo sistema requería que los inversionistas extranjeros interesados en adquirir una participación no controladora en una empresa china, reestructuraran la entidad china como una empresa conjunta. La estructura era muy problemática en cuanto a los derechos legales del inversor extranjero. La nueva ley permite la compra de participaciones en empresas privadas chinas existentes sobre la misma base que un inversor chino.
La nueva estructura también permite que las empresas chinas paguen por la tecnología o los servicios con sus propias acciones, en lugar de hacerlo en efectivo. Esto eliminará la prohibición de otorgar opciones de acciones de incentivo a los extranjeros y expatriados para trabajar en empresas chinas.
A pesar de lo que se anuncia como una ruptura radical con décadas de patrocinio de una economía cerrada, el régimen chino amplió el 22 de noviembre su «Lista Negativa de Acceso al Mercado» y sus «Medidas Administrativas Especiales de la Zona de Libre Comercio sobre el Acceso a la Inversión Extranjera».
Las listas negativas de MA y FTZ del 2019 animan a las empresas extranjeras y nacionales a «disfrutar de un acceso igualitario bajo la ley», salvo por los requisitos de registro, en «agricultura moderna, fabricación avanzada, alta y nueva tecnología, conservación de la energía, protección del medio ambiente». También se «alientan» las inversiones en la fabricación de alta gama, la fabricación inteligente y la industria de fabricación ecológica.
Pero 77 sectores combinados están restringidos a las empresas estatales chinas, incluyendo telecomunicaciones, tecnología financiera, comercio de valores de alta velocidad, todos los productos de Internet, juegos de Internet, comercio electrónico en línea, energía, servicios públicos, transporte, minería, conservación del agua, gestión de instalaciones públicas, deportes y entretenimiento.
Dickinson argumenta que el nivel de protección contra la competencia extranjera puede haber sido adecuado para el desarrollo de China durante las décadas de 1980 y 1990, «pero no es apropiado para una China que es ahora la segunda economía más grande del mundo». Cree que el régimen chino no tiene planes de reducir su «fortaleza sobre la economía china».
Después de la divulgación de las reglas y restricciones finales, Dickinson declaró que la nueva Ley de Inversión Extranjera será poco más que «ponerle lápiz labial a un cerdo«.
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