El líder de un culto religioso en Corea del Sur será investigado después de que numerosos miembros de la iglesia contrajeran el coronavirus COVID-19 en los últimos días, según las autoridades.
El gobierno de la capital Seúl pidió a los fiscales que acusaran a Lee Man-hee, el fundador de la Iglesia Shincheonji, y a otros 11 asociados con la organización. Se les acusa de homicidio, causar daños y violar la Ley de Control de Enfermedades Infecciosas, informó la BBC.
El alcalde de Seúl, Park Won-soon, alegó que las acciones de la iglesia constituían «asesinato por inacción» en un post de Facebook traducido por el Korea Herald el domingo. El mismo informe dijo que Lee fue supuestamente probado y puesto en cuarentena por COVID-19.
Los funcionarios han acusado a la iglesia de empeorar el brote de COVID-19 al no proporcionar deliberadamente una lista de sus 200,000 miembros, lo que afectaría a la forma en que el gobierno puede frenar la propagación del virus.
Park pidió a Lee, cuya iglesia ha sido descrita como herejía por otras organizaciones religiosas, que coopere plenamente con las autoridades de Corea del Sur y asuma su responsabilidad. Según el Herald, más del 73 por ciento de los más de 2500 casos en Daegu fueron rastreados hasta la iglesia de allí.
Kim Shin-chang, un portavoz del grupo religioso Shincheonji, dijo el domingo a la CNN que sus miembros han cooperado con los funcionarios sobre el brote.
«Me hace preguntarme si están tratando de exagerar el vínculo o posiblemente trasladar la responsabilidad a Shincheonji», dijo. «Me gustaría preguntar al Ministerio de Justicia por qué no revisaron a todos los ciudadanos chinos y coreanos (que viajaron) a Wuhan desde julio, y por qué solo anunciaron el número de 42 miembros (de la Iglesia Shincheonji)».
«Cerramos todas las oficinas para evitar una mayor propagación, y nuestro proceso administrativo se ha retrasado ya que todos los miembros están trabajando desde casa para poder aislarse al máximo», añadió.
Se descubrió que el virus había infectado a una mujer de 61 años llamada «Paciente 31» que iba a los servicios de la iglesia en Daegu, situada en el sur del país.
Las iglesias, mientras tanto, fueron cerradas en Corea del Sur el domingo, y en su lugar muchas celebraron misas en Internet, ya que las autoridades luchan por controlar las reuniones públicas en un momento en el cual 586 nuevas infecciones de coronavirus han elevado el recuento total a 3736 casos, informó Reuters.
En Seúl, la capital, cerca de una docena de fieles fueron rechazados por la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, que transmitió un sermón para sus 560,000 seguidores en YouTube, filmado con un pequeño coro en lugar de los 200 miembros habituales de tal agrupación y su orquesta de 60 personas.
Las autoridades han advertido de un «momento crítico» en la batalla contra el virus, instando a la gente a abstenerse de asistir a los servicios religiosos y eventos políticos y quedarse en casa este fin de semana.
Por primera vez en sus 236 años de historia, la iglesia católica de Corea del Sur decidió detener las misas en más de 1700 lugares de todo el país. Los templos budistas también cancelaron los eventos, si bien las principales iglesias cristianas celebraron misas en Internet.
Reuters contribuyó a la elaboración de este artículo.
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