La líder de Hong Kong, Carrie Lam, defendió en su conferencia de prensa semanal del 2 de junio la decisión de Beijing de implementar la llamada ley de seguridad nacional en la ciudad, a la vez que acusó a Washington de usar un doble estándar para criticar la ley.
El martes fue la primera aparición pública de Lam desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el 29 de mayo que restringirá los lazos con Hong Kong, adoptando medidas como la revocación del trato comercial preferencial de la ciudad bajo la ley estadounidense. Beijing aprobó su ley de seguridad nacional para Hong Kong un día antes.
Antes de tratar el tema de la ley de seguridad nacional, Lam calificó de inquietante al actual movimiento anti Partido Comunista Chino (PCCh) y prodemocracia de Hong Kong, defendiendo la necesidad de Beijing de una ley de seguridad.
«La amenaza a la seguridad nacional en Hong Kong aumenta constantemente», dijo Lam.
«Nosotros podemos mirar hacia atrás en este último año y ver que Hong Kong ha sufrido todo tipo de disturbios, que han sido ampliamente reportados».
«Estos movimientos de independencia de Hong Kong, la interferencia extranjera y la gente que intenta subvertir las operaciones del gobierno de la Región Administrativa Especial, estas actividades, estos comportamientos, ponen en peligro la seguridad de la nación y ponen en peligro la vida y el bienestar del pueblo. Por eso algunas personas preguntan si Hong Kong ha pasado de ser una sociedad con Estado de derecho a una con estado de miedo», continuó.
La popularidad de Lam ha caído en picada desde que más de un millón de hongkoneses salieron a las calles el 9 de junio del año pasado para expresar su oposición al polémico proyecto de ley de extradición del gobierno, que luego fue completamente descartado. Muchos temían que, según la ley, la autonomía judicial de la ciudad se viera comprometida dado que las personas que viven y viajan por Hong Kong correrían el riesgo de ser juzgadas en los tribunales chinos, los cuales son conocidos por la ausencia de un Estado de derecho.
Antes de las protestas de mayo del año pasado, la popularidad de Lam se situaba en el 44.7 por ciento, para luego de caer bruscamente al 18.2 por ciento a mediados de febrero de este año, según la encuesta del Instituto de Investigación de la Opinión Pública de Hong Kong (HKPORI).
En otra consulta de HKPORI, en la que en abril se preguntó a los encuestados sobre su satisfacción con la actuación del gobierno de Hong Kong en la protección de los derechos humanos y la libertad en la ciudad, el 63.1 por ciento de 1005 encuestados dijeron estar insatisfechos.
La policía de Hong Kong ha arrestado a más de 8000 personas desde junio del año pasado, entre ellas a Martin Lee, de 81 años, un exlegislador que también es conocido como el «padre de la democracia» de la antigua colonia británica.
Muchos grupos de derechos humanos han criticado al gobierno de Lam, favorable a Beijing, por no proteger los derechos humanos durante las protestas, ya que ha habido muchos casos en los que manifestantes y periodistas pacíficos han sido víctimas de la violencia policial.
Lam dijo que Beijing no podría «cerrar los ojos » a lo que está sucediendo en Hong Kong y a la necesidad de aprobar la ley de seguridad nacional del PCCh, especialmente porque las autoridades de Hong Kong no han podido aprobar la legislación antisubversiva del Artículo 23 durante más de una década.
El Artículo 23 fue propuesto por primera vez por el gobierno de Hong Kong en 2003, solo para ser desechado rápidamente debido a las protestas masivas en medio de la preocupación de que el proyecto de ley significara el fin de las libertades civiles de los hongkoneses.
Lam toma la línea del PCCh y critica el doble estándar de EE.UU.
Lam también se hizo eco de la línea del PCCh cuando equiparó las actuales protestas en Estados Unidos con las de Hong Kong, llamándolas a ambas «disturbios».
«Ellos están muy preocupados por su propia seguridad nacional, pero cuando se trata de nuestra seguridad nacional, especialmente la situación en Hong Kong, miran a través de vidrios polarizados», dijo Lam al hablar de las posibles medidas de los gobiernos extranjeros contra la ley de seguridad del PCCh.
«La gente puede ver este doble estándar muy claramente al observar cómo las autoridades locales manejaron los disturbios en Estados Unidos y cómo se compara con la postura que adoptaron cuando casi el mismo tipo de disturbios tuvieron lugar en Hong Kong el año pasado», añadió.
En los últimos días, los diplomáticos chinos y los medios de comunicación estatales recurrieron a las redes sociales para aprovechar los disturbios en Estados Unidos provocados por la muerte del estadounidense negro George Floyd, mientras estaba bajo custodia policial.
Por ejemplo, Hu Xijin, editor en jefe de Global Times, cadena de medio estatal chino, afirmó en un mensaje de Twitter publicado el 31 de mayo, que «los viciosos alborotadores de Hong Kong son obviamente los artífices de las protestas violentas en todo Estados Unidos».
Perspectiva de Estados Unidos
Por su parte el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dijo a Fox News el domingo que cree que lo que está sucediendo en Hong Kong y en Estados Unidos es «completamente diferente», ya que los estadounidenses pueden hablar libremente y tener acceso a una prensa libre. En cambio se considera que el PCCh suprime la libertad de expresión y la libertad de prensa del pueblo chino.
Gary Fan, un consejero de distrito prodemocracia en Hong Kong, publicó un diagrama en su página de Facebook el 31 de mayo, explicando cuatro diferencias entre las protestas en Hong Kong y Estados Unidos.
Fan señaló que ningún oficial de policía de Hong Kong ha sido acusado, mientras que en Estados Unidos, el oficial que se arrodilló sobre el cuello de Floyd fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado, y sus tres colegas involucrados en el arresto mortal fueron despedidos.
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