Dos líneas de cruceros están suspendiendo todos sus cruceros debido al nuevo coronavirus, incluida la compañía que opera el Diamond Princess.
Princess Cruises dijo que pausará las operaciones globales de sus 18 barcos durante dos meses a partir del 12 de marzo. La compañía opera Diamond Princess, donde cientos de personas fueron infectadas, y Grand Princess, donde cerca de dos docenas de infecciones obligaron a los pasajeros a desembarcar en cuarentenas de dos semanas.
«Al tomar esta acción audaz de pausar voluntariamente las operaciones de nuestros barcos, es nuestra intención mostrar a nuestros huéspedes leales, miembros del equipo y partes interesadas a nivel mundial nuestro compromiso con la salud, la seguridad y el bienestar de todos los que navegan con nosotros, así como de aquellos que hacen negocios con nosotros, y los países y comunidades que visitamos en todo el mundo», dijo Jan Swartz, presidente de Princess Cruises, en un comunicado.
Las personas que actualmente se encuentran en un crucero, que terminará su recorrido en los próximos cinco días, pueden esperar que su viaje concluya según lo programado. Otros cruceros terminarán en el «lugar más conveniente para los huéspedes», teniendo en cuenta los requisitos operativos, dijo la compañía.
Las personas que pagaron por los cruceros que serán cancelados pueden transferir el dinero a un futuro crucero de su elección, que salga hasta el 1 de mayo de 2022. Los pasajeros que rechacen la oferta pueden completar un formulario para solicitar un reembolso en efectivo.
Se planea que los cruceros comiencen sus actividades nuevamente el 11 de mayo, dijo Princess Cruises.
La compañía, propiedad de Carnival Corp.., operó el Diamond Princess, que fue puesto en cuarentena en Yokohama, Japón, durante dos semanas. El atraco del crucero se produjo después de que un pasajero que desembarcó en Hong Kong diera positivo por COVID-19, la enfermedad que causa el nuevo virus. Casi 700 personas a bordo terminaron dando positivo en las pruebas. Siete de ellas murieron.
El Grand Princess, otro barco operado por la compañía, fue retenido frente a la costa de California después de que una persona, que ya había desembarcado, muriera a causa de COVID-19. Diecinueve miembros de la tripulación y dos pasajeros dieron positivo por la enfermedad. Después de los diagnósticos las autoridades llevaron el barco a Oakland. Al de desembarcar, los pasajeros fueron trasladados a bases militares u a otros países, según sus nacionalidades, para la hacer cuarentena.
Viking Cruises anunció el miércoles que suspendería sus operaciones, tanto para cruceros fluviales como oceánicos debido a las circunstancias actuales del brote.
«Escribo hoy porque la situación se ha vuelto tal que operar como una compañía de viajes implica riesgos significativos de cuarentenas o detenciones médicas, lo que podría disminuir las experiencias de viaje para las que nuestros huéspedes se habían preparado», escribió el presidente de Viking, Torstein Hagen, en una carta a los pasajeros
«Como empresa privada con finanzas sólidas, no tenemos que preocuparnos por las expectativas de ganancias trimestrales, y esa flexibilidad nos permite la capacidad de hacer lo mejor para nuestros huéspedes y nuestros empleados, como siempre lo hemos hecho».
La propagación de COVID-19 ha hecho que los viajes sean «extremadamente complicados», escribió Hagen, citando ciudades y países que impiden el atraque de los barcos, así como el cierre de los principales museos y de otras atracciones presentes en los itinerarios de los clientes de cruceros.
Los pasajeros que hayan reservado cruceros, entre el 12 de marzo y el 30 de abril, recibirán un cupón para un futuro crucero valorado en un 125 por ciento del dinero pagado o un reembolso igual al monto desembolsado.
Un alto funcionario estadounidense dijo el fin de semana a los estadounidenses mayores de edad que no hagan uso de los cruceros. El Departamento de Estado dijo en un aviso: «Los ciudadanos estadounidenses, en particular los viajeros con problemas de salud subyacentes, no deben viajar en cruceros».
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