WASHINGTON— El 118º Congreso está terminando, pero aún no es tiempo de vacaciones. Antes de que la Cámara de Representantes y el Senado se vayan de vacaciones de Navidad, tendrán que aprobar leyes de gasto que son cruciales para evitar un cierre del gobierno el 20 de diciembre, cuando expire la financiación actual del gobierno.
¿Qué se observa este año?
El gasto público es casi siempre un proceso polémico. Doce proyectos de ley deben ser aprobados por ambas cámaras del Congreso. La Cámara de Representantes aprobó cinco, pero ninguna pasó a continuación en el Senado.
Para complicar aún más las cosas, las versiones de la Cámara de Representantes son diferentes de las del Senado, lo que exigirá muchos compromisos de última hora.
Se supone que el Congreso debe aprobar estos proyectos de ley antes del 30 de septiembre, pero a menudo se retrasa aprobando una resolución continua, un paquete de financiación temporal para mantener el gobierno en marcha mientras se resuelven las disputas. A finales de septiembre, el Congreso aprobó un paquete provisional para financiar el gobierno hasta el 20 de diciembre.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo que quiere aprobar otra resolución para mantener la continuidad, que aplace la cuestión de la financiación hasta 2025, lo que daría al presidente entrante, Donald Trump, y al Senado y la Cámara de Representantes, en manos del Partido Republicano, el control sobre las prioridades de gasto. Los líderes del Congreso aún no han acordado ningún plan de gasto.
Ayuda para catástrofes
Para hacer frente a los déficits presupuestarios tras los huracanes Helene y Milton, el presidente Joe Biden pidió el 18 de noviembre al Congreso que apruebe casi 100,000 millones de dólares en ayuda suplementaria para catástrofes, de los cuales 40,000 millones se espera que se destinen a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias.
Aunque el paquete de gastos cuenta teóricamente con un amplio apoyo en ambas cámaras del Congreso, algunos se han mostrado reticentes a su costo. El senador Rand Paul (R-Ky.) señaló que el gobierno ya ha gastado mucho este año en ayuda exterior, incluida la guerra en Ucrania.
«No tenemos dinero», dijo e senador. «Estamos 2 billones de dólares en el agujero. Los intereses este año van a ser de un billón de dólares».
El senador Josh Hawley (R-Mo.) dijo en la plataforma de redes sociales X que cualquier ayuda para desastres necesitaría incluir fondos para la Ley de Compensación por Exposición a la Radiación, un programa de compensación recientemente expirado para los residentes que sufren problemas de salud relacionados con el desarrollo de armas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial.
La Ley Agraria
La Ley Agrícola, Alimentaria y de Seguridad Nacional de 2024, más conocida como Ley Agrícola, se llevará la mayor parte del gasto y será objeto de acalorados debates. El proyecto de ley, que se espera que cueste 1.5 billones de dólares en los próximos 10 años, financia el programa de cupones de alimentos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, y hay controversia sobre los recortes propuestos a ese proyecto y a los programas relacionados con el clima.
Una versión del proyecto de ley propuesta por la Cámara de Representantes recortaría 30,000 millones de dólares del programa en los próximos 10 años, lo que suscitó preocupación por la seguridad alimentaria de las comunidades de bajos ingresos. Esta versión del proyecto salió de la comisión con el apoyo de cuatro demócratas de la Cámara en una votación por 33 votos a favor y 21 en contra.
Por su parte, la senadora demócrata Debbie Stabenow, presidenta del Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado, propuso un proyecto de ley alternativo en el Senado, la Ley de Prosperidad Rural y Seguridad Alimentaria.
Financiación militar
La financiación militar se realiza a través de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional. La Cámara de Representantes aprobó el 14 de junio una versión de este proyecto de ley por valor de 883,700 millones de dólares, pero tendrá problemas para ser aprobada por el Senado.
El proyecto de ley contiene disposiciones que recortarían los programas de «diversidad, equidad e inclusión» en el Departamento de Defensa. También bloquearía el gasto en iniciativas relacionadas con el aborto y el clima, y recortaría la financiación de cirugías de transición de género para empleados del Departamento de Defensa.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), dijo que el proyecto de ley no será aprobado en el Senado.
«La legislación que sale hoy de la Cámara está cargada de enmiendas anti-LGBTQ, anti-elección, anti-medio ambiente y otras enmiendas divisivas que garantizan que no se apruebe en el Senado», dijo Schumer en un comunicado el 14 de junio.
Los senadores Jack Reed ( D-R.I.) y Roger F. Wicker (R-Miss.) presentaron un proyecto de ley alternativo en el Senado sin estas disposiciones. Sin embargo, esa versión exige que en el servicio selectivo —el reclutamiento militar, las mujeres se inscriban para funciones que no sean de combate, lo que casi con toda seguridad se convertirá en un punto de fricción.
Con un nuevo Congreso en manos del Partido Republicano, un cambio en el liderazgo del Senado, y el país anticipando grandes cambios cuando Trump asuma el cargo el 20 de enero, queda por ver si los miembros del Congreso serán capaces de encontrar un terreno común para aprobar los proyectos de ley necesarios, o si la nación se enfrentará a otro cierre del gobierno.
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