Análisis de noticias
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países se han pronunciado en apoyo del desafío de Lituania a China.
Desde que Lituania permitió que Taiwán abriera una oficina de representación con la palabra “Taiwán” en el título, el Partido Comunista Chino (PCCh) está contraatacando a la pequeña nación con sanciones económicas y aislamiento.
Apoyo de EE. UU.
Estados Unidos está buscando formas de aumentar su comercio e inversión con Lituania, para ayudar a la nación báltica a recuperar parte del dinero que perdió cuando China canceló sus contratos comerciales.
«Apoyamos a nuestros socios europeos y a nuestros aliados mientras desarrollan relaciones mutuamente beneficiosas con Taiwán y se oponen al comportamiento coercitivo [de la República Popular China]», dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, en una rueda de prensa.
El ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, se reunió con la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, en Washington el 24 de noviembre. Ellos conversaron sobre aumentar el comercio y la inversión entre los dos países. Washington y Vilnius ya firmaron un acuerdo de crédito a la exportación por 600 millones de dólares con el Banco de Exportación e Importación de EE. UU.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Escocia, el presidente lituano Gitanas Nauseda se reunió con el presidente Joe Biden para solicitarle el apoyo de Estados Unidos.
Nauseda dijo a la prensa: “Una vez más agradecí a Estados Unidos por su participación en nuestra defensa y seguridad. Por supuesto, pedí un apoyo constante a nuestra política con respecto a China«.
Biden confirmó su apoyo a Lituania respecto al tema de Taiwán y también se comprometió a incrementar el apoyo militar para Europa Central.
La UE y otros países apoyan a Lituania
Lituania apeló a la UE, cuya respuesta fue que está preparada para hacer frente a la coerción política, ya que la relación entre un miembro de la UE y China afecta la relación entre todo el bloque y China. Bruselas, Washington y Varsovia han apoyado la postura de Lituania.
Beijing respondió enviando bombarderos chinos H-6 con capacidad nuclear sobre el espacio aéreo de Taiwán el 21 de noviembre.
Lituania dijo que si bien lamenta la respuesta de Beijing, tiene derecho a ampliar su compromiso con Taiwán.
En cuanto a las consecuencias económicas y políticas de la reacción del PCCh, Nauseda dijo: «Actualmente, Lituania es un objetivo, y necesitamos el apoyo de EE.UU., la UE y Australia».
Varios legisladores de Europa, Australia, Japón y Nueva Zelanda han pedido a la comunidad internacional que respalde a Lituania, diciendo que la «intimidación» del PCCh tenía como objetivo disuadir a otros países de comprometerse con Taiwán.
Beijing toma represalias
Beijing dijo a las corporaciones multinacionales que deben dejar de hacer negocios con Lituania. El fabricante alemán de repuestos para automóviles Continental AG informó que el PCCh lo presionó para que dejara de usar componentes fabricados en Lituania.
China también ha cancelado contratos con fabricantes lituanos. El gobierno lituano está considerando iniciar un fondo para proteger a las empresas lituanas que están siendo sancionadas por Beijing o censuradas en el mercado chino.
El PCCh también ha restringido las exportaciones a Lituania y ha suspendido las garantías de crédito a la exportación para las importaciones lituanas. Entre los productos afectados se encuentran los alimentos, láseres, materias primas, productos farmacéuticos, muebles y ropa.
Las interrupciones de la cadena de suministro inducidas por el PCCh se extienden a los sectores de alta tecnología, agricultura, procesamiento de alimentos, madera, textiles y logística.
La cuestión de Taiwán
Algunos legisladores estadounidenses han instado a la administración Biden que garantice que otros países continúen manteniendo relaciones con Taiwán.
La Ley de Promoción de Vínculos con Taiwán, un proyecto de ley bipartidista presentado el 23 de noviembre por la representante Michelle Fischbach (R-Minn.) y el representante Scott Peters (D-Calif.), propone que el gobierno de EE. UU. use su influencia diplomática para convencer a otros países para que aumenten su compromiso con Taiwán.
A fines de noviembre, cerca del Día de Acción de Gracias de EE. UU., una delegación de cinco representantes del Congreso de Estados Unidos, encabezada por el presidente de Asuntos de Veteranos de la Cámara de Representantes, Mark Takano, visitó Taiwán y se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen.
Justo antes de la visita, el gobierno de Biden invitó a Taiwán —y no a China— a participar en una cumbre mundial por la democracia.
El Financial Times informó que Estados Unidos está considerando que la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipei (la embajada de facto de Taiwán) sea rebautizada como «Oficina de Representación de Taiwán«. Tan pronto como se conoció la noticia, Beijing emitió una protesta formal.
Los legisladores de EE. UU. escribieron una carta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidiéndole que reconociera a Taiwán. La OMS permitió que Taiwán participara como el «Taipei Chino» de 1997 a 2016. Luego de que Tsai fuera elegida presidenta de Taiwán en 2016, el PCCh aumentó su presión sobre la OMS para que expulsara a Taiwán. Tsai y su Partido Democrático Progresista se oponen a la unificación con China continental.
Un nuevo proyecto de ley, para que la OMS reconozca a Taiwán, ha sido aprobado por la Cámara de Representantes y está en espera de la aprobación del Senado. Entre los partidarios se encuentran los senadores Tom Cotton (R-Ariz.), Mitt Romney (R-Utah) y Ted Cruz (R-Texas). Este proyecto de ley estaba destinado a aumentar la Iniciativa de Mejora y Protección Internacional de los Aliados de Taiwán (TAIPEI, por sus siglas en inglés) de 2019, la cual ya fue aprobada por el Congreso.
Llamado a la unidad
Cuando los 27 líderes de la UE se reunieron para discutir las relaciones UE-China el 5 de octubre, Nauseda les imploró que transmitieran un mensaje de «unidad» frente a la agresión del PCCh.
Los países se dejan coaccionar por el PCCh debido a la amenaza de sanciones económicas. Los países desarrollados, como Alemania y Francia, dependen de China para el comercio, mientras que las naciones menos ricas, como Grecia y Hungría, no pueden permitirse perder la inversión china.
Lituania, por el contrario, tiene un comercio muy limitado con China, y un alto funcionario lituano reveló a Politico que el país ha invertido diez veces más en China que China en Lituania.
Ahora, Lituania está experimentando las sanciones del PCCh de primera mano, pero se niega a ceder. Nauseda dijo que Lituania, como nación soberana, tiene del derecho a decidir acerca de su política exterior.
“Cuando se trata de China, Lituania no tiene mucho que perder”, dijo Una Aleksandra Berzina-Cerenkova, directora del Centro de Estudios de China de la Universidad Riga Stradins en la vecina Letonia.
Quizás Lituania podría ser un modelo para otros países, inspirándolos a enfrentarse a la agresión y a la ambición hegemónica de Beijing.
Lea la primera parte aquí.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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