El juez de Nueva York que supervisa el proceso civil por fraude del expresidente Donald Trump impuso el miércoles una multa de 10,000 dólares al exmandatario por lo que dijo fue una violación de una orden de silencio anterior.
Es la segunda multa impuesta por el juez en aproximadamente una semana. «No lo vuelva a hacer o será peor», dijo el juez Arthur Egoron, según los periodistas presentes en la sala.
El expresidente fue llamado al estrado de los testigos, donde el juez le preguntó sobre los comentarios que había hecho anteriormente el miércoles fuera de la sala, en relación con la orden de silencio.
Multó al expresidente con 5000 dólares la semana pasada por supuestamente no eliminar un posteo en Internet que criticaba a uno de sus empleados. El miércoles, el juez dijo en la sala que las recientes declaraciones del presidente Trump fuera de la sala habían descrito a su secretaria como una persona «muy partidista» y «de su lado», según los periodistas presentes en la sala.
«Esta reciente declaración, suponiendo que Associated Press esté en lo cierto, obviamente fue intencionada», declaró el juez Engoron. «La persona que está sentada a mi lado… es mi principal asistente jurídico».
Esa secretaria es la misma persona a la que se refirió el presidente Trump en una publicación en las redes sociales que desencadenó la orden de silencio. El juez amenazó entonces al expresidente con más sanciones.
«De nuevo, debería hacer la pregunta: ¿por qué no debería haber sanciones severas por esta desobediencia flagrante y peligrosa de una orden judicial clara?», preguntó.
Sin embargo, el abogado de Trump, Chris Kise, dijo el miércoles que no se refería a ese mismo empleado, según los periodistas.
El Sr. Kise dijo que se refería en cambio al exabogado de Trump, Michael Cohen, quien está testificando en el juicio por fraude civil por segundo día esta semana. «Eso es exactamente lo que dijo», dijo el señor Kise. «Está cansado de escuchar lo que está escuchando, y es muy duro».
El juez dijo entonces que revisaría el asunto antes de multar al expresidente por segunda vez. «No quiero que maten a nadie», dijo, sin dar más detalles.
La multa de 5000 dólares fue impuesta la semana pasada después de que el juez se enterara de que un posteo de Truth Social en el que se atacaba a su asistente legal seguía en la página web de la campaña de Trump a pesar de que se le había ordenado retirarlo. El posteo de Truth Social fue retirado a principios de este mes, pero no así el del sitio web.
Los abogados del expresidente declararon que se trataba de un descuido.
Durante el juicio, los abogados del presidente Trump se enfrentaron al señor Cohen por los comentarios que había hecho alabando al expresidente antes de volverse contra él cuando comenzaron los problemas legales del señor Cohen en 2018.
La abogada de Trump, Alina Habba, sugirió que el Sr. Cohen había intentado sin éxito conseguir un trabajo en la Casa Blanca de Trump y le preguntó si tenía un «rencor significativo» hacia el primero. El Sr. Cohen insistió en que nunca buscó un papel en la administración.
«¿Tengo rencor hacia él? Sí, lo tengo», respondió el señor Cohen.
«Usted ha hecho carrera atacando públicamente al presidente Trump, ¿verdad?», preguntó la Sra. Habba. Tras una larga pausa, el señor Cohen dijo: «Sí».
El Sr. Cohen, que cumplió una condena en prisión por múltiples cargos federales, es ahora un testigo clave en el caso civil de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra el presidente Trump. La fiscal general demócrata alega que el expresidente exageraba habitualmente el valor de sus propiedades inmobiliarias en documentos financieros que le ayudaban a obtener préstamos y seguros y a hacer negocios.
El presidente Trump niega haber actuado mal y dice que la señora James tiene en el punto de mira al principal candidato presidencial republicano en 2024 por motivos partidistas.
El juez, por su parte, se ha enfrentado a las críticas del presidente Trump y de algunos observadores. El miércoles, el expresidente dijo que el juez Engoron, demócrata, es un «juez muy partidista» antes de hacer los supuestos comentarios sobre esta empleada.
«El juez es demócrata, pero respeto al juez», dijo el expresidente. «Ella [Letitia James] trabajó en el juicio por lo que entra dentro de cierto estatuto en el que no se consigue un jurado. Eso es muy injusto».
El expresidente dijo más tarde el miércoles que no violó la orden de silencio, diciendo que su comentario anterior no estaba dirigido al secretario del juez Engoron.
«¿Violó usted la orden de silencio, señor presidente?», le preguntó un periodista en el tribunal. Él respondió: «No».
Trump también respondió: «En absoluto», cuando se le preguntó si se estaba refiriendo al secretario del juez ese mismo día. No reveló a quién se refería, pero sí dijo que el juicio era «muy injusto» y una «pura cacería de brujas política».
«Tenemos los hechos de nuestro lado», dijo el expresidente. Se espera que testifique más adelante en el juicio, pero mientras tanto ha asistido voluntariamente a varios días del proceso.
A principios de este mes, un juez federal que supervisa un caso separado en Washington emitió una orden de mordaza contra el presidente Trump, dictaminando que no puede hacer comentarios críticos sobre los posibles testigos, el personal del tribunal o el abogado especial Jack Smith y su equipo. El expresidente apeló el fallo del juez, argumentando que viola su derecho a la libertad de expresión, y el juez más tarde levantó temporalmente la orden mientras se desarrolla el proceso de apelación.
Con información de The Associated Press.
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