Una pequeña hormiga conocida como hormiguita de fuego procedente de América del Sur y que causa una picadura molesta para los humanos, ha sido detectada por primera vez en España en una zona de Marbella (Málaga).
Según informa hoy el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF-UAB), se trata de una hormiga extremadamente pequeña, de 1 milímetro de longitud, cuya picadura es molesta para los humanos, pero que puede dejar ciegos a los animales cuando les clava su diminuto aguijón en un ojo.
De momento los biólogos han detectado su presencia en Marbella, pero su expansión es probable según los expertos del CREAF, quienes destacaron que es la primera vez que se detecta en Europa una población de esta hormiga de nombre científico ‘Wasmannia auropunctata’, ocupando casi 6 hectáreas de una urbanización de Marbella.
El hallazgo de esta hormiga invasora se ha publicado en la revista Iberomyrmex, en un artículo científico que contó con la participación del investigador del CREAF y de la UAB Xavier Espadaler, quien comunicó el hallazgo al Ayuntamiento de Marbella, que por el momento no se ha pronunciado, según el investigador.
El sobrenombre de esta hormiga proviene de una traducción directa del inglés, ‘little fire ant’, ya que su picadura es intensa y ardiente.
Los investigadores del CREAF informaron de que a pesar que para los humanos no pasa de una molestia, tanto en la región de origen (la zona entre Brasil, Argentina y Uruguay) como en otros lugares donde ya es invasora, se han detectado casos de ceguera en animales salvajes y domésticos que fueron picados en el ojo, desde gatos, perros, gallinas y jaguares hasta elefantes en África.
La llamada de una persona a una empresa de control de plagas quejándose de unas hormigas «muy pequeñas que pican», fue el desencadenante que permitió encontrar la hormiguita de fuego en la grieta de un muro de una urbanización en Marbella.
«Creemos que hay que dedicar esfuerzos a erradicarla, ya que hasta ahora todavía sería posible, pero si se extiende más ya no podremos», advierte Espadaler.
«Es tan pequeña que es prácticamente indetectable; tienes que saber que está ahí y buscar bien, si no es imposible ver una hormiga de color pardo y de poco más de un milímetro. Es posible que ya esté en otros lugares y nadie la haya visto», afirmó el biólogo.
La hormiguita de fuego vive en climas cálidos y húmedos, y por ello ya se ha instalado en zonas tropicales de África, islas del Caribe y del Pacífico o el noreste de Australia, sobre todo en plantaciones intensivas de café y cacao.
La población de Marbella es, junto con unas de Israel, la más septentrional detectada en Europa.
«El hecho de que la costa sur de la Península esté tan urbanizada y haya temperaturas altas, puede facilitar la expansión de esta hormiga… no lo descartamos en absoluto. Para erradicar esta población habría que hacer tratamientos y dejar de regar los jardines de la urbanización durante dos años», recomienda Espadaler.
Además de representar un cierto riesgo a nivel sanitario por la posibilidad de dejar ciegos a los animales -de momento no se ha registrado ningún caso en humanos-, a nivel ecológico también puede ser un problema grave, «como ya lo es la hormiga argentina, otra especie invasora que tenemos».
Dentro de la zona de la urbanización donde se ha encontrado la hormiguita de fuego, los expertos no encontraron ninguna otra hormiga de ninguna otra especie.
Xavier Espadaler cree que «no es que ataque a las otras hormigas directamente. Sencillamente es una cuestión de número. Hay tantas hormiguitas de fuego en una colonia que las otras especies se van porque no encuentran el alimento antes que ellas. Es una competencia por exclusión».
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