Comentario
Siempre fue un misterio para mí por qué Estados Unidos haya solido tratar a la Unión Soviética como un régimen comunista malvado pero a China como un régimen comunista suave, con un buen estilo de vida donde se podían comprar cosas con dinero.
Pensábamos que éramos lo suficientemente ricos, poderosos y atractivos para convertir a China en una sociedad normal como la del mundo libre. En cambio, los negocios e inversiones de Estados Unidos han hecho más fuerte al Partido Comunista Chino (PCCh). El PCCh es como un cáncer que succiona los nutrientes de un órgano sano para convertirse en una amenaza mayor para todo el cuerpo.
La propagación del virus del PCCh por todo el mundo nos muestra lo peligroso que es el PCCh. Es contagioso. Es invisible. Es mortal. Es una amenaza para cualquiera en este planeta.
Cuando The Epoch Times publicó la serie editorial «Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista», que pone al descubierto la historia del PCCh, los lectores escribieron, preguntando: «¿dónde estaba New York Times mientras esto sucedía?».
Cuando ocurrió la campaña de medidas conocida como el Gran Salto Adelante y murieron millones de personas, pensamos que era un problema de China. Cuando ocurrió la Gran Hambruna y 40 millones de personas murieron de hambre, fue un problema remoto. Cuando ocurrió la masacre de la Plaza Tiananmen, continuamos haciendo negocios con el PCCh. Cuando ocurrió la persecución a Falun Gong, tratamos de complacer al PCCh mirando hacia otro lado.
De alguna manera, el PCCh ha cambiado. En realidad ha crecido. Tiene una envoltura más ingeniosa y entiende mejor al Occidente, así que hace un mejor trabajo aprovechándose de Occidente. Su propaganda siempre usa a Estados Unidos como un ejemplo negativo para mostrarle al pueblo chino que el PCCh es mejor.
En muchos sentidos, el PCCh nunca ha cambiado, su naturaleza nunca ha cambiado. Durante la época de la gran hambruna, los funcionarios del PCCh bloquearon muchos pueblos, no dejando que la gente saliera a mendigar comida. Para el PCCh era más importante ocultar la verdad.
60 años después, cuando el coronavirus se propagó, algunas aldeas fueron selladas, algunas casas fueron cerradas desde el exterior. Algunos niños murieron de hambre.
El PCCh dice que hubo 3259 muertos por el virus, pero esto no concuerda con lo que hemos visto que sucede en China. Sabemos que los centros de cremación en Wuhan funcionaban 24 horas al día, siete días a la semana. Fuera de algunas aldeas los cuerpos fueron quemados en fosas al aire libre. Se enviaron 40 hornos móviles a Wuhan. Cada uno de ellos con la capacidad de quemar cada día 5 toneladas de «desechos médicos y cadáveres de animales» (¿cadáveres de animales o de humanos?).
Los informantes dicen que el número de muertos por el virus del PCCh ha superado el millón. No tenemos forma de probar o refutar el número. Informes recientes sobre el número de usuarios de teléfonos móviles en China sugieren que el número de muertes puede ser incluso mucho más alto de lo que se había sugerido anteriormente.
China tiene tres proveedores de telefonía móvil. China Mobile informó que perdió 7254 millones de usuarios en febrero, mientras que China Telecom reveló que perdió 5,6 millones de usuarios en el mismo mes. La relativamente pequeña empresa China Unicom no ha publicado su informe de febrero. Pero en enero perdió 1,186 millones de usuarios.
Supongamos que China Unicom mantuvo todos sus usuarios en febrero, todo el mercado chino perdió 12,854 millones de usuarios de teléfonos celulares ese mes. ¿Cuántos de esos dueños de celulares murieron el mes pasado?
Ahora, nos hemos convertido en víctimas, ya que el virus ha cruzado las fronteras. ¿Debemos seguir tratando con el PCCh como si se tratara de un grupo de caballeros? Hemos perdido trabajos de manufactura; hemos perdido propiedades intelectuales; ahora, ¿vamos a perder a nuestros familiares y tal vez nuestras propias vidas?
Cuando un cáncer continúa creciendo, ¿cuál es el resultado final?
Afortunadamente seguimos siendo fuertes como país. Sin embargo, cuando las células buenas luchan contra el cáncer, es una lucha de vida o muerte. Si no vemos esto con claridad, si no eliminamos al PCCh lo antes posible, podría venir un virus más mortal. Este virus del PCCh debería ser para nosotros una lección suficiente.
Eliminar al PCCh no requiere la Tercera Guerra Mundial. Si cortamos nuestros lazos con él, morirá de hambre rápidamente, como un cáncer separado de su huésped.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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