El expresidente Donald Trump hizo una comparecencia judicial sin precedentes el 2 de octubre en el famoso edificio de la Corte Suprema del estado de Nueva York, en el número 60 de la calle Centre de Manhattan, al inicio del juicio civil por fraude contra él y otras personas.
«Quiero ver yo mismo esta caza de brujas», dijo tras hacer declaraciones durante la pausa del almuerzo. «Llevo años en su caza de brujas, pero ahora esto se está ensuciando de verdad».
El expresidente, favorito con diferencia para la nominación presidencial republicana de 2024, mantiene que no ha hecho nada malo y que el caso tiene motivaciones políticas.
«Me sacaron de la campaña porque he estado sentado en este tribunal todo el día», dijo.
En total, el expresidente se defendió cuatro veces en comparecencias ante los medios, antes y después de la primera jornada del juicio y durante los recesos. No se permitió la presencia de cámaras en la sala, salvo brevemente al comienzo de la jornada, cuando el juez de la Corte Suprema de Nueva York Arthur Engoron permitió la entrada de cámaras de televisión.
7 Acusaciones
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó al presidente Trump el pasado septiembre (pdf), después de tres años de investigación, alegando que defraudó a bancos y aseguradoras del estado de Nueva York. Solicita 250 millones de dólares en multas y que se prohíba al expresidente y a sus hijos mayores de edad ocupar cargos empresariales ejecutivos en el estado. El fiscal Kevin Wallace, de la Fiscalía General de Nueva York, lleva el caso.
El 26 de septiembre, el juez Engoron emitió un juicio sumario previo al juicio sobre una de las reclamaciones de James -que el presidente Trump infló su patrimonio neto entre 812 millones y 2200 millones de dólares durante los años 2011 y 2021- y lo declaró responsable de «fraude persistente y reiterado.»
El juicio abordará las seis «causas de acción» restantes contra él y las sanciones a las que puede estar sujeto el presidente Trump, incluida una posible disolución de la Organización Trump y sus empresas LLC relacionadas.
Las causas restantes son falsificación de registros comerciales, conspiración para falsificar registros comerciales, emisión de estados financieros falsos, conspiración para falsificar estados financieros falsos, fraude de seguros y conspiración para cometer fraude de seguros.
En la primera causa, para la que James solicitó un juicio sumario, el Estado no necesitaba probar el daño o que los estados financieros de la Organización Trump eran «materialmente falsos». Este no es el caso de los otros cargos.
El juez Engoron preguntó hasta qué punto la sobrevaloración calificaría de «material», y los abogados defensores del presidente Trump dijeron que los expertos deberían ser llamados a testificar sobre las valoraciones, discrepando con el juicio sumario.
Los fiscales están buscando la devolución de la diferencia entre la tasa de préstamo comercial regular y las tasas favorables que la Organización Trump obtuvo sobre la base de sus sobrevaloraciones. Los abogados del Presidente Trump argumentaron que estaban «infravalorados», dado el valor de su marca.
Prescripción
En declaraciones a los periodistas, el presidente Trump invocó repetidamente una sentencia de junio de un tribunal de apelaciones, que fijó el plazo de prescripción para las transacciones completadas después del 6 de febrero de 2016 y las reclamaciones acumuladas después del 13 de julio de 2014. Ivanka Trump fue descartada como acusada tras este fallo porque dejó de trabajar para la Organización Trump en 2016.
Él y sus abogados dijeron que el nuevo marco temporal desestima alrededor del «80 por ciento» del caso en su contra, y ha demandado al juez Engoron por permitir que el caso siga adelante sin tenerlo en cuenta. Los fiscales han argumentado que las declaraciones anuales indicativas de fraude en el periodo permitido pueden estar relacionadas con esas declaraciones y transacciones anteriores.
Tras los alegatos iniciales de la fiscalía y la defensa, el tribunal hizo un receso para almorzar. Después del almuerzo, el estado llamó a su primer testigo, Donald Bender, un excontador de Mazars que preparó documentos fiscales y llevó la contabilidad de la Organización Trump.
Todo el testimonio de Bender versó sobre una carta de 2011 de Mazars sobre los estados financieros. El abogado del presidente Trump, Christopher Kise, se opuso al testimonio, argumentando que caía fuera del plazo de prescripción definido por el tribunal de apelaciones.
Aunque el juez Engoron permitió el testimonio, reconoció el punto de Kise, diciendo a los fiscales que tendrían que vincular la carta de 2011 a algo dentro del estatuto de limitaciones, o de lo contrario todo el testimonio habría sido solo una «pérdida de tiempo.»
Bender no fue interrogado el primer día. La corte levantó la sesión alrededor de las 4:30 p.m., y el testimonio del Sr. Bender continuará en el segundo día.
El presidente Trump dijo que apreciaba la declaración del juez teniendo en cuenta el estatuto de limitaciones en sus comentarios al final del día. Dijo que podría volver a la corte pero que «me encantaría no hacerlo».
«Me encantaría estar haciendo campaña», dijo.
«A los bancos les encantó nuestro negocio, les encantaron nuestros acuerdos, no fueron defraudados, no perdieron dinero», dijo. «Ganaban mucho dinero y me consideraban un cliente muy bueno».
Kise señaló que los bancos hacían sus propios análisis y, efectivamente, llegaban a evaluaciones más bajas, pero seguían adelante con los préstamos en esos casos. Dijo que planea llamar a cuatro testigos del Deutsche Bank para testificar que el banco no fue defraudado y llamar al profesor de la NYU Eli Bartov para testificar sobre las valoraciones inmobiliarias.
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