Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. dijeron la semana pasada que están investigando más de 100 casos misteriosos de hepatitis entre niños en, al menos, 25 estados. La mayoría de los niños han sido hospitalizados y hasta el momento se han reportado cinco muertes.
El CDC ha emitido un aviso de salud a médicos y clínicas para que los funcionarios puedan estar al tanto de los síntomas e investigarlos en consecuencia. A mediados de abril, la agencia dijo por primera vez que estaba investigando nueve casos en Alabama, lo que significa que el anuncio de la semana pasada representa un aumento significativo en los casos.
La causa de los casos de hepatitis, o inflamación del hígado, no está clara, pero podría estar asociada con un tipo de adenovirus, dijo un funcionario de los CDC el 6 de mayo. Sin embargo, esa hipótesis aún se está investigando, dijo la agencia. Los funcionarios de los CDC y las autoridades de otros países han dicho que no creen que la hepatitis sea causada por la COVID-19 o las vacunas contra la COVID-19, ya que la mayoría de los niños afectados no han recibido la vacuna.
Los adenovirus, por su parte, suelen causar una enfermedad común parecida al resfriado o a la gripe, con síntomas como tos, fiebre y a veces vómitos, según los CDC.
Si bien la hepatitis puede ser causada por una miríada de problemas, la causa más conocida son los virus de la hepatitis A, B y C, aunque los CDC y otras agencias médicas han dicho que esos virus no son la causa. Según los funcionarios médicos, el consumo excesivo y prolongado de alcohol, las sobredosis de drogas, ciertos tipos de medicamentos y las toxinas pueden provocar inflamación del hígado.
Los signos y síntomas de la hepatitis incluyen el color amarillento en la piel o en el blanco de los ojos, náuseas, vómitos, diarrea, orina de color oscuro, dolor en las articulaciones, pérdida de apetito, fiebre y fatiga, según la Clínica Mayo.
“Hepatitis es solo un término que se refiere a la inflamación del hígado”, dijo la Dra. Nipunie Rajapakse, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Clínica Mayo. “Puede haber muchas causas diferentes. En los niños, las causas más comunes son las infecciones, generalmente infecciones virales. Pero también puede ser causado por ciertos medicamentos; ciertos problemas del sistema inmunológico como la hepatitis autoinmune, por ejemplo; o la exposición a ciertas toxinas”.
Rajapakse agregó que los síntomas de la hepatitis están relacionados con que “el hígado no puede hacer su trabajo correctamente” y que un “síntoma que podría notar es el color amarillento en la piel o en el blanco de los ojos. A veces, el blanco de los ojos es donde aparece primero porque es más fácil de detectar que en la piel”.
“Los niños también pueden quejarse de dolor abdominal, especialmente en la parte superior derecha del abdomen, que es donde se asienta el hígado, pueden tener dolor específicamente allí. Pero puede estar en cualquier parte del abdomen. Es posible que notes orina oscura o heces de color claro”, dijo.
En Estados Unidos, los CDC confirmaron que están investigando casos en Alabama, Arizona, California, Colorado, Delaware, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Luisiana, Michigan, Minnesota, Missouri, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Nebraska, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Puerto Rico, Tennessee, Texas, Washington y Wisconsin.
Hasta el 1 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de unos 228 posibles casos de hepatitis infantil, y se están investigando más en unos 20 países. El Reino Unido, que fue el primero en informar de los casos a la agencia sanitaria de la ONU, ha identificado unos 163 casos hasta el 6 de mayo.
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