Comentario
Salvo por unos pocos «amargados», en estos días la mayoría de la gente no presta casi ninguna atención a qué candidatos apoyan los periódicos, ya que los medios de comunicación son tan populares como el zorrillo muerto en la carretera.
Sin embargo, el periódico conocido anteriormente como La Dama Gris o The New York Times, atrajo un poco de atención el lunes cuando apoyó a dos candidatas demócratas a la vez (¡!) para la presidencia: Amy Klobuchar y Elizabeth Warren.
¿Cómo es posible este acto femenino de Géminis? Dos no pueden servir y sus políticas están muy separadas de todos modos. Una es semi-moderada (en un buen día) mientras que la otra es semi-libertaria (quien todavía dice que es una figura capitalista).
La razón principal fue justamente esa: atraer la atención. ¿A quién le habría importado si hubieran hecho lo tradicional de nombrar a un candidato? ¿Y quién en el universo conocido podría sorprenderse de que apoyaran a un demócrata?
Pero, por supuesto, hay más… (¿Por qué «Groucho Marx»? Lo explicaré más adelante).
Detrás de designar a Warren y Klobuchar como sus candidatas preferidas se esconde el ominoso fantasma de Bernie Sanders.
El socialista Bernie -la encarnación viva de Eugene V. Debs, Norman Thomas o incluso el favorito John Brennan, el perpetuo candidato presidencial del CPUSA Gus Hall-es el típico puente lejano para los editores del Times, sobre todo porque temen que vaya a perder, posiblemente por mucho, ante el capitalista gritón de pelo naranja que ocupa el cargo ahora y ni siquiera lee el Times.
Lo que realmente ocurrió en esa conversación aún está por determinarse porque este contratiempo es otro de los millones que él dijo, aseguró ella. Pero es suficiente para que el Times, y aparentemente CNN, descarten a Sanders para siempre en esta era #metoo.
No es que estén completamente encantados con Warren, a quien describen como una «gran narradora de historias», lo que sea que eso signifique. Cuando llamas, digamos, a Hemingway un gran narrador, puedes estar seguro de la intención. En el caso de Fauxcohantas… bueno… si estuviera calificando su trabajo universitario, diría «necesita mejorar».
Klobuchar sale mejor en el interminable editorial del Times, pero, irónicamente, al menos para este lector y sospecho que para otros, se produjo un poco de inglés inverso al leerlo. Empecé a simpatizar con Bernie, a quien normalmente aborrezco. También tenía cierta simpatía por el ya descartado Biden que, por suerte para él, se convirtió casi simultáneamente en el héroe de un video en el que una amable mujer negra -que resultó ser la operadora de ascensor del Times- prometía votar por él. (Este video se hizo viral, superando con creces la versión de video sensible del Times de la editorial mencionada).
Pero detrás de todo esto hay algo mucho más revelador y parecido a la tortura del impeachment que todos estamos a punto de sufrir. La equivocada editorial del Times se reduce a que no les importa lo que el candidato represente. Aceptarán una de las dos opciones. Por debajo del lobby liberal, lo que realmente les importa, y prácticamente lo único que les importa, es el poder.
En cuanto a mi titular, ¿por qué estos son «Los apoyos de Groucho Marx»? Groucho, como Presidente Rufus T. Firefly de Freedonia, explicó las reglas de su administración a los escépticos reunidos de esta manera: «Esos son mis principios, y si no les gustan… bueno, tengo otros».
¿Suena familiar? En caso de que no lo reconozca, es de «Duck Soup», posiblemente la mejor de todas las comedias de películas políticas.
La última novela del analista político Roger L. Simon, «La Cabra», es un escape altamente recomendado de la tortura del impeachment.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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