Las tasas de inflación subieron en Estados Unidos un 5% desde mayo de 2020, lo que señala el mayor crecimiento de la inflación del país desde 1992.
¿Qué implica el riesgo de una alta inflación en los próximos días? Aunque no es posible conocer el futuro, una mirada a los índices del pasado puede ayudar a proporcionar algo de contexto.
Desde hace poco más de 100 años, Estados Unidos comenzó a medir el índice de inflación. En las décadas posteriores, el país experimentó períodos de alta inflación, baja inflación e incluso deflación.
«Mientras que un grado moderado de inflación suele favorecer la salud económica, una inflación rápida puede ser desastrosa», afirma Thomas Brock, asesor financiero de Best Small Business Loans.
A continuación, se presenta un vistazo a cómo comenzó el seguimiento de la inflación en Estados Unidos, junto con los períodos en los que la inflación tuvo un impacto significativo en los consumidores y sus condiciones de vida.
Inicio del índice de precios al consumidor
El término inflación se refiere al aumento de un período a otro del precio de los bienes y servicios de uso común. Cuando la inflación es alta, significa que, en general, los precios están subiendo.
A finales del siglo XIX, la Oficina de Trabajo, ahora conocida como Oficina de Estadísticas Laborales, comenzó a hacer un seguimiento del índice del coste de la vida; esto se convirtió en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que comenzó en 1919.
En las décadas siguientes, el IPC siguió siendo uno de los principales factores utilizados para determinar la inflación y tomar decisiones. Durante la década de 1930, por ejemplo, reflejó la deflación, ya que los precios cayeron una media del 10% cada año entre 1930 y 1933. Hoy en día es la métrica central utilizada para calcular el índice de inflación.
Inflación después de la Segunda Guerra Mundial
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, en 1945, los cambios en la política monetaria y el movimiento de personas y bienes provocaron un repunte relacionado con el índice de inflación. El IPC fue del 18% en 1946, y los consumidores sintieron los cambios en sus bolsillos.
«Tras la Segunda Guerra Mundial, la gente fue testigo de muchas subidas de precios», dice Lewis Amin, director general de Netinfluencer.com, una plataforma digital con sede en San Francisco.
En un esfuerzo por estabilizar la inflación y el desempleo, se aprobó la Ley de Empleo de 1946.
En lo que respecta al índice de inflación, si el IPC se mantiene por debajo del 5%, no suelen sonar las alarmas. Los índices entre el 5% y el 9% suelen ser motivo de preocupación, y en caso de ser de dos dígitos, suelen significar cambios en el estilo de vida de muchas personas que sienten los efectos del aumento de los precios.
Mientras que Estados Unidos experimentó una alta inflación tras el regreso de las tropas de la guerra, otros países pasaron por una hiperinflación, que se produce cuando la tasa inflacionaria del año alcanza el 1000% o más, según la mayoría de los economistas. Alemania, por ejemplo, sufrió una inflación tan severa que los informes indican que se necesitaba una carretilla de dinero en efectivo para comprar una barra de pan.
La hiperinflación suele ser una señal de que un país o región está atravesando una crisis económica.
Inflación en la década de 1970
Aunque los precios siguieron subiendo durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los índices aumentaron aún más en la década de 1970 y provocaron la ansiedad financiera de gran parte de la población estadounidense. El índice de inflación alcanzó los dos dígitos en 1974.
«En la década de 1970, los inversionistas vieron cómo la inflación afectó negativamente a los mercados de valores, causando enormes pérdidas», dice Amin.
En 1978, el índice de inflación alcanzó el 29.78%, lo que supuso el índice más alto registrado desde la fundación de Estados Unidos. La recuperación de este período no fue rápida: en el verano de 1980, los índices de inflación seguían cerca del 14.5%, con una tasa de desempleo del 7.5%. Entonces comenzó una recesión que duró hasta 1982, con un desempleo que alcanzó casi el 11% antes de volver a bajar.
El aumento de la inflación durante esta época condujo a unos tipos de interés más altos, que alcanzaron casi el 20% durante la década de 1970. Esto dificultó que algunos pudieran pedir un préstamo, pagar una hipoteca y acceder al crédito. Muchos decidieron reajustar sus presupuestos, reducir sus gastos y trasladar sus ahorros a otras cuentas.
Inflación por COVID-19
Después de un índice de inflación del 2% al 4% durante varias décadas, el IPC subió por encima de esta media cuando los países y las economías experimentaron los efectos de la pandemia de COVID-19.
Ahora, «la inflación está de nuevo en alza, pero todavía es difícil entender si podría empeorar o acabar mejorando», dice Amin. «Los economistas están desconcertados por las tendencias siempre cambiantes del mercado».
Aunque cada período de inflación tiene cualidades únicas, ciertos aspectos parecen alinearse siempre que los índices son altos. Por ejemplo, los precios de los inmuebles suelen aumentar. Aquellos que tienen una propiedad o una hipoteca fija podrían ver el valor de su casa subir junto con la inflación.
«Cuando las viviendas aumentan un 15 por ciento, como hemos visto en el último año, una casa de 300,000 dólares de pronto vale 345,000 dólares», dice Thomas Jepsen, fundador de Passion Plans, una plataforma que conecta a arquitectos y diseñadores con compradores de viviendas.
El impacto global de la inflación, sin embargo, depende en última instancia de muchos factores. Es posible que tengamos que esperar varios meses o años para ver los efectos a largo plazo de los índices actuales.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.