Su temperatura corporal «normal» puede no ser tan normal como cree.
La referencia a menudo citada de 37 °C (98,6 °F) se estableció hace casi dos siglos, pero investigaciones recientes revelan que nuestros termómetros internos fluctúan en función de diversos factores.
Desde la edad y el sexo hasta la hora del día y el lugar de residencia, los números del termómetro cuentan una historia con más matices de lo que sugiere «normal» o «fiebre», y pueden ser un signo de problemas de salud no tratados y potencialmente graves.
La temperatura corporal ‘normal’ ‘rara vez’ es tan alta como pensamos
Entre 2008 y 2017, científicos de la Universidad de Stanford analizaron las temperaturas orales de más de 126,000 pacientes atendidos en Stanford Health Care. También registraron información sobre cada paciente, como altura, peso, sexo, edad y la hora del día en que se tomaron sus temperaturas.
Los resultados, publicados en septiembre en la revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA) Medicina Interna, revelaron que la temperatura media del cuerpo humano es de aproximadamente 97,9 F, casi un grado menos que la «normal» de 98,6, aceptada desde hace tiempo. Pero, ¿significa esto que la temperatura del cuerpo humano ha disminuido desde el siglo XIX? Tal vez no.
Cuando Carl Reinhold August Wunderlich, médico y profesor de medicina alemán conocido por establecer el límite superior de la temperatura corporal normal, recopiló más de un millón de mediciones de la temperatura de unos 25,000 pacientes a mediados del siglo XIX, observó una gran variedad de temperaturas. También observó que los hombres y las personas mayores mostraban temperaturas más bajas que las mujeres y los adultos jóvenes, y que las temperaturas tendían a ser más altas a última hora del día. Sin embargo, la media de 98,6 F se convirtió en nuestra lectura estándar «normal».
Para quienes estén interesados en saber cómo puede variar la temperatura corporal a lo largo del día, el equipo de investigadores ha creado una calculadora online personalizada de los rangos de temperatura, basada en los últimos descubrimientos de los científicos.
La temperatura oral suele ser menos precisa, según un experto
Las mediciones de la temperatura oral suelen ser menos precisas que las de la temperatura central, ya que suelen ser más bajas, según declaró a The Epoch Times el Dr. Christopher Calandrella, jefe de medicina de urgencias del Northwell Long Island Jewish Forest Hills de Queens (Nueva York).
«Si un médico sospecha que hay fiebre, pero ésta no se registra por vía oral, el siguiente paso suele ser comprobar la temperatura central», explica. «También cabe señalar que, al examinar a un paciente en busca de una posible infección, los clínicos no se basan únicamente en la temperatura».
Los médicos también tienen en cuenta los antecedentes autodeclarados de fiebres o escalofríos, si la piel está caliente al tacto y si el paciente tiene un aspecto ruborizado, «junto con otros síntomas sugestivos de infección», añadió el Dr. Calandrella.
Curiosamente, una temperatura corporal más baja de lo normal -al igual que la fiebre- también puede indicar problemas de salud potencialmente graves.
La temperatura corporal baja está relacionada con problemas de salud inesperados
Una temperatura corporal más baja de lo normal, conocida médicamente como hipotermia, puede ser algo más que el resultado de una exposición prolongada al frío. También puede ser señal silenciosa de ciertos problemas de salud subyacentes. La hipotermia es una temperatura corporal inferior a 35 C (95 F) y puede tener consecuencias potencialmente graves para la salud.
En concreto, un descenso inexplicable de su calor corporal típico podría indicar potencialmente las seis enfermedades siguientes:
1. Hipotiroidismo
Una causa común de temperatura corporal persistentemente baja es una glándula tiroides hipoactiva. La glándula tiroides produce hormonas que regulan el metabolismo y la temperatura corporal. Una glándula tiroides hipoactiva ralentiza el metabolismo e inhibe la producción de hormonas, lo que a menudo provoca una temperatura corporal por debajo de la media. Otros síntomas del hipotiroidismo son la fatiga, el aumento de peso y la caída del cabello.
2. Infecciones graves
Infecciones como la sepsis o las infecciones del tracto urinario pueden provocar un descenso de la temperatura corporal. En casos graves, cuando el organismo no consigue combatir la infección de forma eficaz, puede producirse un descenso anormal de la temperatura corporal. Estas infecciones requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones mayores.
3. Diabetes mal controlada
La diabetes mal controlada puede desencadenar una cetoacidosis diabética -cuando no hay suficiente insulina en el organismo, lo que provoca un exceso de ácidos en la sangre- que causa una disminución de la temperatura corporal. El daño nervioso provocado por la diabetes (neuropatía) también puede contribuir a sentir más frío.
4. Hipoglucemia
Un nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia) puede provocar escalofríos y descensos de temperatura debido a una dosis incorrecta de insulina, a la omisión de comidas o a un manejo inadecuado de la medicación.
5. Enfermedad de Addison
En la enfermedad de Addison, las glándulas suprarrenales no producen suficiente cortisol y aldosterona, hormonas que regulan el metabolismo, la tensión arterial y el calor corporal. Una temperatura más baja es uno de los síntomas asociados con esta rara condición.
6. Anemia
La anemia, o insuficiencia de glóbulos rojos/hemoglobina, dificulta la circulación del oxígeno. La consiguiente falta de oxígeno en los tejidos puede manifestarse como una temperatura corporal baja.
Es crucial consultar a un profesional médico si experimenta constantemente una temperatura corporal baja acompañada de otros síntomas preocupantes. Una evaluación y unas pruebas minuciosas pueden determinar si es necesario abordar un problema médico subyacente.
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