Tres sistemas hospitalarios de Massachusetts anunciaron que exigirán que sus empleados se vacunen contra COVID-19, lo que podría generar una batalla legal con los trabajadores que se nieguen a hacerlo.
Mass General Brigham, dijo en un comunicado de prensa el jueves que «exigirá que sus 80,000 empleados se vacunen contra COVID-19 una vez que la Administración de Fármacos y Alimentos de EE. UU. (FDA) otorgue la aprobación de una de las tres vacunas». Es probable que la empresa se refiera a las vacunas fabricadas por Moderna, Pfizer y Johnson & Johnson, las cuales han recibido autorización de uso de emergencia de la FDA.
La compañía intentó matizar su anuncio diciendo que el 85 % de sus empleados han sido vacunados contra COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Además, el operador del hospital Wellforce declaró que exigirá que los miembros de su personal sean vacunados una vez que las vacunas obtengan la autorización completa de la FDA.
“Al igual que hacemos con otras vacunas obligatorias, nuestros equipos trabajarán juntos para desarrollar las políticas, los procedimientos y las exenciones justificables necesarias a este nuevo requisito, y desarrollarán un plazo para cuando entre en vigor”, dijo el hospital en un comunicado.
Beth Israel Lahey Health (BILH), otra operadora de un hospital de Massachusetts, anunció el miércoles que exigirá que todos los médicos y el personal se vacunen contra el COVID-19 «como condición de empleo» luego de que una de las vacunas obtenga la aprobación final de la FDA.
En medio de los anuncios de vacunación, el sindicato de atención médica más grande del país dijo que luchará contra las vacunas COVID-19 obligatorias, incluso en Massachusetts.
George Gresham, presidente de 1199SEIU United Healthcare Workers East, dijo que los sistemas hospitalarios no tienen derecho a exigir vacunas a los empleados. El sindicato, el cual tiene su sede en Nueva York, representa también a cientos de miles de enfermeras y cuidadores en Nueva Jersey, Florida, Washington, Maryland y Massachusetts.
“Ya sea que exista una impugnación legal que podamos hacer, o si es solo una impugnación organizacional pura que podamos hacer, no nos vamos a rendir”, dijo Gresham al sitio web de noticias local Gothamist esta semana.
Gresham, quien dijo que ya fue vacunado e insta a otros a hacerlo, argumentó que los trabajadores de la salud «tienen derecho a tomar una decisión sobre su propia salud».
Varios otros hospitales, incluido el Hospital Metodista de Houston, han exigido a los empleados que se vacunen. Houston Methodist les dijo a sus empleados que tienen hasta el 7 de julio para recibir la vacuna y, hasta ahora, aproximadamente 150 empleados han renunciado o han sido despedidos.
Los exempleados de Houston Methodist habían presentado una demanda contra la empresa, argumentando que varias de las vacunas son experimentales y potencialmente peligrosas. Un juez desestimó su demanda a principios de este mes, aunque los demandantes anunciaron que apelarían.
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