No es ningún secreto que los alimentos ultraprocesados pueden tener efectos negativos en el organismo. Sin embargo, sus efectos sobre la mente son menos conocidos. Un estudio de la Universidad de São Paulo (Brasil) descubrió que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asociaba a un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
Elaborados principalmente a partir de sustancias extraídas de otros alimentos, los alimentos ultraprocesados están lejos de la granja. Suelen contener cinco o más ingredientes industriales y son ricos en azúcares, grasas y calorías. Contienen aditivos como colorantes, saborizantes y estabilizantes artificiales. Ocupan varios pasillos de las tiendas de alimentación e incluyen refrescos, patatas fritas, caramelos, pan, perritos calientes, salsas y helados. Son suministrados por toda una industria de restaurantes de comida rápida.
Investigadores de la Universidad de São Paulo (Brasil) analizaron los datos de 10,775 brasileños de unos 52 años al inicio del estudio durante una mediana (intervalo) de seguimiento de ocho (seis a 10) años. Llegaron a la conclusión de que quienes comían más alimentos ultraprocesados durante un largo periodo de tiempo experimentaban un declive un 28 por ciento más rápido de la capacidad cognitiva general y un 25 por ciento más rápido de la capacidad ejecutiva que quienes comían menos.
El estudio, publicado en la revista internacional JAMA Neurology en diciembre de 2022, sugiere que limitar el consumo de alimentos ultraprocesados podría reducir el deterioro cognitivo en adultos de mediana edad y mayores.
Esto sigue a un estudio publicado en la revista médica internacional Neurology en julio del 2022, que también mostraba que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados estaba asociada a un mayor riesgo de demencia.
El estudio siguió a más de 72,000 residentes británicos mayores de 55 años durante una media de 10 años. Se descubrió que un aumento del 10 por ciento en la ingesta diaria de alimentos ultraprocesados se asociaba a un aumento del 25 por ciento en el riesgo de demencia. También se descubrió que reducir la ingesta diaria de alimentos ultraprocesados en un 10 por ciento reducía el riesgo de demencia en un 19 por ciento.
En respuesta al mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia asociado a un alto consumo de alimentos ultraprocesados, Tseng Jia-cheng, médico de la Clínica de Otorrinolaringología de Taiwán, afirmó en su página de Facebook que evitar los alimentos ultraprocesados es una sabia elección para ser más inteligente y evitar la demencia en la tercera edad. Además de las deficiencias nutricionales, es más probable que los daños adicionales de los alimentos ultraprocesados procedan de los cambios en la naturaleza de los alimentos durante el procesado, los aditivos y los materiales de envasado.
«Solo cuando buscamos deliberadamente alimentos integrales podemos tener la oportunidad de reducir la proporción de alimentos ultraprocesados en nuestra dieta habitual», sugirió Tseng.
Los alimentos integrales se refieren a los que pueden presentar «el aspecto y la forma originales de los alimentos», como carnes naturales, verduras, frutas, huevos, etc.
Los alimentos integrales no sufrieron ningún procesamiento adicional y son ricos en vitaminas, fibra, minerales y otros nutrientes. Además, los alimentos integrales son menos calóricos que los procesados y proporcionan una mayor sensación de saciedad, ayudando así a prevenir la obesidad.
Además de aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, los alimentos ultraprocesados se relacionaron en numerosos estudios con un mayor riesgo de muerte y enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes de tipo 2 y muchas otras enfermedades.
Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition en 2021 descubrió que, en comparación con los participantes que no comían carne procesada, comer 150 gramos o más de carne procesada a la semana se asociaba a un aumento del 46 por ciento del riesgo de enfermedad cardiovascular y del 51 por ciento del riesgo de muerte. El estudio realizó un seguimiento de 134,297 personas en 21 países durante casi 10 años.
Un estudio publicado en 2022 en la revista británica BMC Medicine analizó la relación entre los alimentos ultraprocesados y la diabetes de tipo 2 en 70,421 adultos holandeses. Los resultados mostraron que por cada aumento del 10 por ciento en el consumo de alimentos ultraprocesados, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumentaba en un 25 por ciento.
Un estudio del 2018 publicado en el BMJ encontró que cada aumento del 10 por ciento en el consumo de alimentos ultraprocesados se asoció con un aumento significativo del 12 por ciento en el riesgo general de cáncer y un aumento del 11 por ciento en el riesgo de cáncer de mama. El estudio siguió a 104,980 adultos franceses durante cinco años.
Además, los científicos descubrieron que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados aumenta la obesidad desde la infancia hasta los primeros años de la edad adulta.
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