Desde el miércoles, Los Ángeles está reabriendo las compras en persona luego de meses de clausuras impuestas con el fin de disminuir la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En las semanas recientes se les permitió reabrir a los vendedores de todo el estado y esta nueva medida alineará a la ciudad con esas pautas.
Los lugares de oración pueden también reabrir con un límite de ocupación del 25 por ciento, o no más de 100 personas; lo que sea menor.
Hace dos semanas se les informó a los residentes que la orden de quedarse en casa del alcalde demócrata Eric Garcetti, seguiría efectiva por tres meses, aunque con algunas restricciones que serán gradualmente relajadas o quitadas, dijeron los funcionarios,
Garcetti citó en una conferencia de prensa el martes las nuevas pautas del gobernador demócrata Gavin Newsom para compras en persona y servicios religiosos, emitidas luego de las advertencias del Departamento de Justicia a funcionarios del estado y de la ciudad.
Esta nueva acción «protegerá vidas y salvaguardará los medios para ganarse la vida», dijo Garcetti.
«Cuanto antes puedan esas tiendas recibir de forma segura a sus clientes dentro del local, tanto más veremos nuestro desempleo estratosférico —que algunos estiman que es más alto que durante la Gran Depresión aquí en Los Ángeles— comenzar a bajar».
Los vendedores solo han abierto para permitir retiros en la puerta.
Los Ángeles, la segunda ciudad más grande en Estados Unidos, con unos 4 millones de residentes, es parte de un condado que tuvo más de 47,000 casos del virus del PCCh y casi 2000 muertes ligadas al COVID-19, la enfermedad que causa el virus. La ciudad ha registrado 22,567 casos y 1051 muertes.
El COVID-19 causa principalmente enfermedades graves en los ancianos y enfermos, y mata a solo un pequeño porcentaje de pacientes.
Un documento de 15 páginas (pdf) de los funcionarios del condado, informa a los propietarios de negocios sobre las prácticas que tendrán que seguir para reabrir, incluyendo cambios para mantener a la gente a seis pies de distancia e instalar barreras físicas cuando eso no sea posible.
Si la reapertura no se hace correctamente, los vendedores serán clausurados otra vez, advirtió Garcetti.
Los salones de belleza y peluquerías permanecen cerrados en Los Ángeles, incluso aunque están abiertos en 47 de los 58 condados del estado. Los funcionarios se contactaron con trabajadores del estado para pedir aprobación para que los servicios de cuidado personal reanuden sus operaciones. Otros negocios como canchas de bowling, gimnasios y museos, permanecen cerrados.
Los restaurantes tampoco expandirán sus servicios para cenar en el interior.
Las reuniones de cualquier tamaño que incluye gente de diferentes hogares están aún prohibidas, con excepciones limitadas.
La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles aprobó la reapertura de compras en persona en las tiendas.
«Todo los condados a nuestro alrededor han reabierto», dijo temprano el martes la supervisora Kathryn Barger, según CBS Los Angeles. «Si no comenzamos a escuchar a nuestros constituyentes y escuchar lo que está pasando en este condado, vamos a perder más empleos, porque muchos negocios no podrán reabrir».
Kathleen Teague, dueña de Maison sobre Main Boutique en Newhall, le dijo a la emisora: «Estamos listos para reabrir las puertas, estamos listos para que todos vengan y hagan que Main Street reviva y se mueva otra vez».
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