Los ataques aéreos lanzados contra militantes en Siria la semana pasada enviaron una «señal muy fuerte», dijo el lunes el Pentágono, refutando las afirmaciones de los grupos militantes de que los ataques no tuvieron un efecto real sobre ellos.
“No he visto esos comentarios, pero retomo lo que dije la semana pasada: esto fue realmente diseñado para hacer dos cosas, eliminar ese punto de control de entrada de Siria a Irak, y enviar una señal muy fuerte de que no vamos a tolerar ataques contra nuestra gente y socios iraquíes”, dijo a los reporteros John Kirby, el portavoz principal del Pentágono, durante una conferencia de prensa en Washington.
El 25 de febrero, Estados Unidos lanzó ataques en el este de Siria.
Kirby dijo, poco después, que los ataques fueron autorizados por el presidente Joe Biden «en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la coalición en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal».
Uno de los ataques contra las fuerzas estadounidenses ocurrió en un aeropuerto, cerca de Erbil, 10 días antes de la respuesta militar de EE.UU., en la región semiautónoma de Irak dirigida por los kurdos. Ese lanzamiento hirió a seis personas, incluido un miembro del servicio estadounidense, y mató a un contratista civil.
Según Estados Unidos, los ataques de represalia destruyeron edificios utilizados por grupos que tenían el respaldo de Irán, incluido Kait-ib Hezbollah.
En los comentarios traducidos por el Instituto de Investigación de Medios de Comunicación de Medio Oriente, los militantes restaron importancia al impacto de los ataques.
Militantes no identificados, por ejemplo, dijeron a Sabereen News que los ataques tuvieron como objetivo un edificio vacío y solo mataron a un combatiente.
Kirby dijo que la inteligencia más reciente indica que un miembro de la milicia murió y otros dos resultaron heridos. También dijo que los ataques se llevaron a cabo en nueve edificios.
Los miembros del Congreso condenaron los ataques, incluidos varios demócratas, y señalaron que el Congreso no aprobó la acción militar. Pero la Casa Blanca dijo que los líderes del Congreso fueron notificados antes de los ataques, mientras que Biden dijo que el mensaje enviado a Irán era «no se puede actuar con impunidad».
Tanto la Casa Blanca como los militares dijeron que los ataques fueron una medida apropiada.
«Esta respuesta militar proporcionada se llevó a cabo con medidas diplomáticas, incluyendo la consulta con los socios de la Coalición. La operación envía un mensaje inequívoco: El presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la Coalición. Al mismo tiempo, hemos actuado de forma deliberada con el objetivo de apaciguar la situación general, tanto en el este de Siria como en Irak», dijo Kirby en un comunicado la semana pasada.
Los miembros del Congreso tenían previsto participar en una sesión informativa clasificada a principios de esta semana.
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