Los principales aspirantes republicanos a la nominación presidencial del partido están discutiendo sobre el apoyo continuo de Estados Unidos a Ucrania: algunos sostienen que Estados Unidos debería abandonar a su suerte a la nación, mientras que otros instan a una sólida defensa frente a la creciente alianza entre China y Rusia.
Durante el segundo debate republicano, celebrado en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan de Simi Valley (California), apoyaron la ayuda estadounidense a Ucrania el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, la exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, y el ex vicepresidente Mike Pence.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el empresario Vivek Ramaswamy, sin embargo, instaron a que Estados Unidos suspenda inmediatamente la ayuda a Ucrania y busque un acuerdo con Rusia.
El Sr. Christie subrayó que China, Irán y Corea del Norte están proporcionando ayuda económica y militar a Rusia en su intento de conquista de Ucrania.
Por ello, dijo, es necesario detener a Rusia para evitar una cascada de conflictos dirigidos por potencias autoritarias en Europa, Asia y Oriente Próximo.
«Los chinos están pagando la guerra de Ucrania», afirmó Christie.
«El hecho es que tenemos que decir ahora mismo que la alianza chino-rusa es algo contra lo que tenemos que luchar, y no vamos a resolverlo acercándonos y acurrucándonos con [el presidente ruso] Vladimir Putin».
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El Sr. Christie se encontró con algunas discusiones en el escenario del debate.
El Sr. DeSantis prometió hacer de la guerra en Ucrania un problema europeo, jurando abandonar la nación para garantizar que el dinero de los impuestos estadounidenses se destinara a causas estadounidenses.
«Pondré fin a esta guerra», dijo el Sr. DeSantis.
«Haremos que los europeos hagan lo que tienen que hacer».
El Sr. Ramaswamy sugirió asimismo que Estados Unidos debería interrumpir los suministros de seguridad a Ucrania y ceder a Rusia el territorio ucraniano ocupado mediante un acuerdo de paz. Ucrania, sugirió, simplemente no es una nación lo suficientemente buena como para apoyarla.
«El hecho de que Putin sea malvado no significa que Ucrania sea buena», afirmó Ramaswamy.
«Necesitamos un plan de paz razonable para acabar con esto».
El Sr. Christie condenó al Sr. DeSantis y al Sr. Ramaswarmy, señalando que cuatro presidentes consecutivos han intentado negociar de buena fe con el Sr. Putin y han fracasado.
«Entiendo que la gente quiera ir a hablar con Putin», dijo Christie. «¿Adivina qué? También lo hizo George W. Bush. También Barack Obama. También Donald Trump. Y también lo hizo Joe Biden cuando dijo que una ‘pequeña invasión’ no sería tan mala. Todos ellos se han equivocado».
El Sr. Pence y la exgobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante la ONU, Nikki Haley, también condenaron al Sr. DeSantis y al Sr. Ramaswamy por no reconocer la amenaza que supone el Partido Comunista Chino (PCCh) con su apoyo a Rusia.
«Nunca ha sido una disputa territorial», dijo la Sra. Haley. «…Una victoria para Rusia es una victoria para China».
«Eso es luz verde para tomar Taiwán», dijo el Sr. Pence. «La paz llega a través de la fuerza».
Tanto el Sr. Christie como la Sra. Haley han dicho que no apoyarían que los soldados estadounidenses o de la OTAN se implicaran directamente en la defensa de Ucrania.
Se avecina una alianza entre China y Rusia
El liderazgo del PCCh cree cada vez más que la Rusia del Sr. Putin es su aliado más importante en una misión compartida para socavar a Estados Unidos y el orden internacional que dirige.
Con ese fin, el líder del PCCh, Xi Jinping, visitó Moscú en marzo, describiendo al Sr. Putin como un «querido amigo» y alabando su trabajo para crear «un cambio que no se ha producido en 100 años».
Esta declaración fue acompañada de un compromiso abierto de los dos líderes de remodelar el orden internacional en función de sus intereses, y Putin afirmó que China y Rusia crearían un «orden mundial multipolar» más justo para sustituir las «reglas» del actual orden internacional.
Xi y Putin declararon por primera vez un acuerdo de asociación «sin límites» en febrero de 2022, sólo unas semanas antes de que los soldados rusos invadieran Ucrania. Desde entonces, ambos se han comprometido a aumentar la cooperación económica y estratégica, y han firmado una declaración conjunta que profundiza la «asociación estratégica integral» de las naciones.
Desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania el año pasado, el PCCh se ha convertido en el socio más importante de Rusia en comercio y diplomacia, ayudando a Moscú a seguir adelante en medio de sanciones internacionales que, de otro modo, serían devastadoras.
Estados Unidos ha advertido sistemáticamente de que el PCCh podría proporcionar armas o municiones al ejército ruso, y en los últimos meses ha subrayado que el régimen no ha descartado tal posibilidad.
La Casa Blanca también ha reconocido que empresas privadas chinas han apoyado directamente la guerra de Rusia en Ucrania, pero no ha llegado a afirmar que ese apoyo equivalga a ayuda letal.
Por ejemplo, cuando el 24 de febrero la Casa Blanca impuso sanciones a numerosos organismos internacionales relacionados con la guerra de Rusia, también se dirigió contra entidades chinas acusadas de respaldar a la industria de defensa rusa, ayudando de hecho al régimen a eludir las sanciones.
Según un informe de febrero del medio de comunicación alemán Der Spiegel, China falsificó anteriormente documentos de embarque para disfrazar de naturaleza civil equipos de aviación militar destinados a Rusia y utilizó intermediarios en los Emiratos Árabes Unidos para entregar a Rusia aviones no tripulados de doble uso.
Ese mismo informe afirmaba que el PCCh está preparando actualmente un envío de drones suicidas a Rusia para utilizarlos en Ucrania.
Del mismo modo, un informe de la agencia japonesa Kyodo News que cita fuentes anónimas del gobierno estadounidense afirma que se ha encontrado munición china en campos de batalla de Ucrania. El informe aclaraba, sin embargo, que no había pruebas de que el PCCh hubiera vendido la munición a Rusia directamente.
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