Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. actualizaron el viernes sus orientaciones sobre las mascarillas, aconsejando a más estadounidenses que utilicen mascarillas como las N95 o KN95, un tipo de respiradores muy utilizados por los trabajadores sanitarios.
La agencia federal de salud eliminó las preocupaciones que había abordado anteriormente en cuanto a que ese tipo de mascarillas son escasas y solo deben ser usadas por quienes trabajan en el sector médico.
En las orientaciones actualizadas, los CDC subrayan que las mascarillas N95 y KN95 debidamente ajustadas ofrecen la mayor protección contra el COVID-19, y afirman que la escasez ya no es motivo de preocupación.
El coordinador de la respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo durante una conferencia de prensa el 12 de enero que la directora de los CDC, Rochelle Walensky, recomienda a los estadounidenses que lleven «una mascarilla bien ajustada», que puede incluir mascarillas de tela de varias capas, N95, K95 u otros tipos.
Zients añadió que las mascarillas N95 están actualmente «ampliamente disponibles» en Estados Unidos y que el gobierno «tiene una fuerte reserva de más de 750 millones de mascarillas».
«Una de las primeras cosas que hicimos cuando entramos en el cargo fue mejorar significativamente nuestra fabricación y existencias de todos los EPI», dijo.
A pesar del cambio en la recomendación de mascarillas de la agencia, Walansky dijo que los CDC siguen aconsejando a los estadounidenses que cualquier mascarilla es mejor que ninguna.
Las últimas orientaciones de los CDC señalan que existe una categoría especial de mascarillas «quirúrgicas N95» especialmente diseñadas para la protección contra las salpicaduras de sangre y otros riesgos de los quirófanos. Estas mascarillas no están a la venta para el público en general, y deben seguir reservándose para los trabajadores sanitarios, según la agencia.
Los CDC y los expertos en salud han cambiado las orientaciones sobre las mascarillas a lo largo de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En una actualización anterior, los funcionarios de los CDC dijeron que las mascarillas N95 desechables podían utilizarse en determinadas situaciones si los suministros lo permitían. La agencia incluyó la posibilidad de estar cerca de mucha gente durante largos periodos de tiempo en un tren, un autobús o un avión; cuidar de alguien con mala salud; o ser más susceptible a una enfermedad grave.
En comparación con las mascarillas quirúrgicas o los protectores faciales de tela más habituales, cuando se usan correctamente, las N95 se ajustan mejor a la cara y proporcionan al menos un nivel de protección del 95 por ciento contra los virus transmitidos por el aire, según los CDC.
Por su parte, las KN95, que funcionan de forma similar a las mascarillas N95, están reguladas por las autoridades chinas. Fueron autorizadas por los CDC como una alternativa adecuada para las N95 debido a la escasez durante el inicio de la pandemia el año pasado, aunque algunos han planteado previamente la preocupación de que la mayoría de las mascarillas KN95 no certificadas procedentes de China no cumplen con las normas estadounidenses de eficacia.
El 11 de enero, el representante Rob Wittman (R-Va.) envió una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), en la que solicitaba que las mascarillas y otros EPI suministrados a los congresistas fueran de producción nacional.
“Los miembros del Congreso no deberían tener que llevar máscarillas fabricadas por regímenes poco amistosos. El presidente Xi Jinping y el Partido Comunista Chino suponen una amenaza clara y real para nuestra nación, que debe ser tomada en serio”.
A principios de esta semana, el presidente Joe Biden dijo que el gobierno lanzará pronto un esfuerzo para poner a disposición de los estadounidenses «mascarillas de alta calidad» de forma gratuita.
“Así que la semana que viene anunciaremos cómo vamos a poner a disposición de los estadounidenses, del pueblo estadounidense, mascarillas de alta calidad de forma gratuita”, dijo Biden, que no llevaba ninguna mascarilla mientras hablaba en el edificio de oficinas ejecutivas Eisenhower de Washington el 13 de enero.
El gobierno de Biden, que ha estado lidiando con un aumento de casos y hospitalizaciones por el COVID-19 en las últimas semanas, está respondiendo ampliando el acceso a las pruebas de COVID-19 y enviando equipos médicos militares a los hospitales, entre otras iniciativas.
Con información de Danella Pérez Schmieloz y The Associated Press.
De NTD News
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