Mientras el país continuaba su cauteloso resurgimiento desde la semana pasada, tras el cierre por la pandemia, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) actualizaron sus directrices sobre cómo poner fin al aislamiento en los hogares.
Las personas que se quedaron en casa debido a la infección por COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, pueden salir de casa bajo una serie de condiciones, según lo estipulado por la agencia de salud.
Quienes no hayan sido sometidos a pruebas de detección del virus para comprobar si son contagiosos o no, pueden salir de casa si cumplen tres condiciones: una, que no tengan fiebre durante al menos 72 horas, pero naturalmente, no debido a la medicación antifebril; dos, una reducción visible de otros síntomas como tos o dificultad para respirar; y tres, que hayan transcurrido al menos diez días desde la primera aparición de los síntomas.
Las personas que se han sometido a una prueba de COVID-19 pueden salir de sus casas si cumplen las tres condiciones siguientes: una, que no haya fiebre durante al menos 72 horas, pero naturalmente, que no se deba a la medicación para reducir la fiebre; dos, una reducción visible de otros síntomas como la tos o dificultad para respirar; y tres, dos pruebas de COVID-19 negativas seguidas, con un intervalo de al menos 24 horas.
Las personas asintomáticas que en algún momento dieron positivo en la prueba de COVID-19 pero que no se han sometido a una prueba para comprobar si siguen siendo contagiosas pueden abandonar sus hogares bajo las dos condiciones siguientes: una, han pasado al menos diez días desde su primera prueba positiva de COVID-19; y dos, siguen sin tener síntomas, como tos o dificultad para respirar.
Aquellos sin síntomas que en algún momento dieron positivo en la prueba de COVID-19 y se han sometido a otra prueba para comprobar si son contagiosos, pueden abandonar sus casas una vez que hayan tenido dos pruebas de COVID-19 negativas seguidas, con un intervalo de al menos 24 horas.
El organismo señala que, en todos los casos, las personas deben seguir el consejo de su médico y de las autoridades sanitarias locales.
Los 50 estados han flexibilizado las restricciones establecidas para tratar de frenar la propagación del virus, pero las nuevas reglas varían mucho.
En todo el mundo, muchos gobiernos, incluso aquellos donde el virus sigue aumentando, dicen que deben cambiar su enfoque para salvar los puestos de trabajo que se están desvaneciendo tan rápido como la propagación de la enfermedad.
En Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, el desempleo se está disparando.
El presidente de la Reserva Federal ha estimado que hasta 1 de cada 4 estadounidenses podría estar desempleado, mientras que en China los analistas estiman que alrededor de un tercio de la fuerza laboral urbana está desempleada.
Mientras tanto, el virus está rugiendo a través de países mal equipados para manejar la pandemia, lo que muchos científicos temen que sembrará las brasas de una segunda ola global de infecciones.
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