Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indicaron que la subvariante JN.1 de COVID-19 se está extendiendo cada vez más por todo el país, pudiendo llegar a constituir un tercio de todos los casos.
La variante representaba alrededor del 0.1% de todos los casos de COVID-19 en Estados Unidos a finales de octubre, informó la agencia de salud federal en una actualización del 8 de diciembre. Sin embargo, a partir del 8 de diciembre, ahora representa entre el 15% y el 29% de los casos.
«Los CDC prevén que el JN.1 siga aumentando como proporción de las secuencias genómicas del SARS-CoV-2», dijeron los CDC. «Actualmente, es la variante de más rápida propagación en Estados Unidos».
Los CDC dijeron en otra actualización que el nivel de JN.1 saltó del 8.1% al 21.4% en las últimas dos semanas. De acuerdo a los CDC, la JN.1 es ahora la segunda variante más común en Estados Unidos, por detrás de la variante HV.1.
A pesar la rápida propagación de la variante JN.1, en este momento «no hay pruebas» de que «represente un mayor riesgo para la salud pública que otras variantes actualmente en circulación», señalaron los CDC. Tampoco hay indicios de «mayor gravedad» de la variante, informó la agencia.
Se cree que los tratamientos y pruebas actuales de COVID-19 son eficaces contra la JN.1, agregó la agencia, añadiendo que «la continua propagación de la JN.1 sugiere que, o bien es más transmisible, o bien evade mejor nuestros sistemas inmunitarios».
Los CDC también afirmaron que no está claro hasta qué punto la variante JN.1 está contribuyendo a las hospitalizaciones en Estados Unidos, pero señalaron que es probable que la actividad de la variante de COVID-19 aumente durante los meses de invierno.
Los investigadores y los CDC afirmaron que la JN.1 es una variante de COVID-19 que desciende del linaje de la BA.2.86, que es otra subvariante ómicron.
«La BA.2.86 tiene más de 20 mutaciones en la proteína de la espiga y, cuando se detectó por primera vez hace un tiempo, surgió la preocupación de que, vaya, esto pueda ser un verdadero problema», dijo Thomas Russo, profesor y jefe de enfermedades infecciosas de la Universidad de Buffalo, en Nueva York, en declaraciones a Prevention.
Síntomas
No hay datos que indiquen si la variante JN.1 esté provocando nuevos síntomas, según William Schaffner, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt.
«Es una variante ómicron y parece ser similar», declaró el profesor al citado medio.
Según los CDC, los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar, fiebre o escalofríos, fatiga, dolores musculares, pérdida del gusto o del olfato, garganta irritada, secreción nasal, dolor de cabeza, vómitos, diarrea o náuseas.
«Actualmente, no se sabe si la infección por JN.1 produce síntomas diferentes a los de otras variantes», dice la actualización de los CDC. «En general, los síntomas de COVID-19 tienden a ser similares en todas las variantes. Los tipos de síntomas y su gravedad suelen depender más de la inmunidad y la salud general de una persona que de qué variante causa la infección».
Otras enfermedades respiratorias
Al menos 15 estados están viendo niveles «muy altos» o «altos» de casos de enfermedades respiratorias, dijo la agencia en una actualización reciente.
Un mapa publicado por los CDC el 8 de diciembre, muestra que 15 estados, y también la ciudad de Nueva York, están viendo niveles «altos» o «muy altos» de influenza, VSR, COVID-19 o resfriado común.
El VRS, o virus respiratorio sincitial, es una causa común de síntomas leves parecidos a los del resfriado, pero puede ser peligroso para los niños pequeños y los adultos mayores, dijeron funcionarios de salud.
«La cantidad de enfermedades respiratorias (fiebre más tos o dolor de garganta) que hacen que las personas busquen atención médica es elevada o está aumentando en la mayoría de las áreas del país. Los CDC están haciendo un seguimiento activo con los departamentos de salud de estas comunidades», dijo la agencia. «Las visitas a los departamentos de emergencia por influenza y COVID-19 están aumentando, mientras que las visitas por VRS disminuyeron ligeramente a nivel nacional».
Otros datos proporcionados por los CDC muestran que, si bien las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado en las últimas semanas, las hospitalizaciones semanales por COVID-19 no han alcanzado los mismos niveles que los «aumentos» anteriores al comienzo de la pandemia. En la semana que finalizó el 2 de diciembre, se registraron 22,513 hospitalizaciones, lo que es significativamente menor que el mismo período semanal en diciembre de 2022.
Las hospitalizaciones por gripe están aumentando, aunque el número de nuevas admisiones parece ser bajo, con 5753 casos admitidos en la semana que finalizó el 2 de diciembre, lo que representa un aumento con respecto a los 4268 de la semana anterior, según los datos más recientes de los CDC. Los datos también sugieren que hasta ahora ha habido 2.6 millones de casos de gripe, 26,000 casos hospitalarios y 1600 muertes durante la temporada de gripe.
A principios de este mes, los CDC dijeron que a pesar de los aumentos informados de casos de neumonía entre niños en varios estados, las tasas de transmisión se consideran «habituales», dijo la directora de los CDC, Mandy Cohen.
«Al día de hoy, no estamos viendo nada atípico en términos de visitas al departamento de urgencias relacionadas con la neumonía», dijo la Sra. Cohen a los periodistas a principios de mes.
Sus declaraciones se produjeron en medio de preocupaciones de que una serie de casos de Neumonía pediátrica en China continental pudieran extenderse a Estados Unidos, lo que provocó una alerta del sistema de vigilancia global ProMed a finales de noviembre.
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