La suspensión de pago o default de bonos corporativos chinos alcanzaron un récord este año.
Después de décadas de no tener ningún default, China fue dejando margen para que las empresas incumplan con sus obligaciones poco a poco. Las empresas chinas se endeudaron en exceso durante demasiado tiempo y los reguladores ya no pueden permitirse el lujo de rescatar a todas las empresas en default.
La suspensión de pago de los bonos onshore (denominados en yuanes) alcanzaron casi 130,000 millones de yuanes (19,000 millones de dólares) en la última semana de diciembre, según datos de Bloomberg. Esto supera el anterior récord de 122,000 millones de yuanes en 2018.
La reciente serie de suspensión de pagos de intereses y reembolsos de capital ha generado incertidumbre sobre la imposibilidad de refinanciar. También ha puesto en tela de juicio la capacidad y la voluntad del gobierno central de apoyar a las empresas en dificultades y gestionar la estabilidad del mercado financiero.
Mientras que el Partido Comunista Chino (PCCh) se mostraba más dispuesto a permitir que las empresas incumplan con sus obligaciones, la velocidad y el volumen de los recientes defaults han desconcertado a los reguladores.
La forma en que Beijing implementa los elementos de un sistema basado en el mercado es con frecuencia aleatoria. El proceso para determinar qué compañías reciben rescates y cuáles caen en default suele ser una caja negra, lo que supone un gran riesgo para los posibles inversores en bonos.
Incluso cuando se rescata a las empresas o se les concede una prórroga de pago, los términos se negocian a menudo en privado con los principales tenedores de deuda; eso deja a otros inversores de bonos en la oscuridad.
Según una declaración publicada en el sitio web del banco central el 27 de diciembre, para abordar algunas de estas preocupaciones, los principales organismos reguladores, incluyendo la Comisión Reguladora de Valores de China, funcionarios del Banco Popular de China y otras autoridades de alto nivel, discutieron el tema de los defaults de bonos y el mecanismo para la liquidación de deudas.
El comunicado, que está habilitado a recibir comentarios públicos, señala que el PCCh está abierto a una mayor transparencia en el manejo de los defaults de bonos y, a su vez, restablece la confianza de los inversionistas.
Defaults importantes o suspensión de pagos por poco
Recientemente, varias grandes empresas chinas han evitado por poco los defaults.
El 23 de diciembre, los tenedores de bonos del Grupo Fundador de la Universidad de Beijing acordaron una prórroga de pago de 2 mil millones de yuanes de deuda (290 millones de dólares). La empresa de tecnología, con una participación mayoritaria de la Universidad de Beijing, suspendió el pago de bonos a principios de este mes.
La prórroga del pago se extiende hasta el 21 de febrero de 2020. Como parte del acuerdo, el Grupo Fundador seguirá pagando intereses y ha dado en prenda acciones que posee en el Banco de Chongqing como garantía.
El acuerdo llegó en un momento crítico. Debido a los términos del bono, si el Grupo Fundador no pagaba o no llegaba a un acuerdo antes del 23 de diciembre, automáticamente se desencadenaría un default cruzado de bonos offshore denominados en dólares del Grupo Fundador. Esa era una situación que la empresa no quería.
El conglomerado HNA Group Co. pudo realizar un pago de bonos de 1.3 billones de yuanes (USD 190 millones) el 24 de diciembre, evitando por poco el default de un préstamo, reportó la revista financiera china Caixin, citando a personas con información privilegiada.
Con participaciones en el Deutsche Bank y el Hilton Worldwide, HNA se vio envuelta en deudas y controversias en los últimos años, y tuvo que hacer frente a una oleada de gastos globales alimentados por (bonos de) deuda de China.
Shandong Ruyi, un conglomerado chino de marcas de lujo que incluye a Aquascutum y Bally, evitó por poco el default de un bono de 345 millones de dólares con vencimiento el 19 de diciembre. El 12 de diciembre, la agencia de calificación crediticia Moody bajó la calificación de crédito corporativo de Ruyi de B3 a Caa1, lo que ocurrió después que S&P retirara su calificación de la empresa la semana anterior.
A principios de este mes, el principal operador chino de materias primas, el Grupo Tewoo, suspendió el pago de sus bonos denominados en dólares estadounidenses, convirtiéndose en el mayor default de una empresa estatal china desde 1998. La suspensión de pago fue un shock para los inversores, ya que Tewoo estaba respaldado por el gobierno de la ciudad de Tianjin y contaba con el apoyo de las autoridades del PCCh.
En general, los inversionistas con bonos chinos denominados en dólares deberían estar más seguros, en relación con los bonos denominados en yuanes. El Financial Times informó recientemente que la suspensión de pago de los bonos en dólares en el extranjero alcanzaron los 2900 millones de dólares en 2019.
Los datos sobre la suspensión de pago de bonos en dólares han sido un secreto muy bien guardado por el PCCh, principalmente porque existe un mayor nivel de garantías estatales implícitas. El mercado de bonos en dólares es una fuente de financiación fundamental para las empresas chinas, y Beijing desea mantener la confianza de los inversores.
Pero dado el nivel de deuda con el que han operado algunas empresas y el impactante default de Tewoo, negociar con bonos chinos -incluso en dólares- se está convirtiendo en una operación de mayor riesgo.
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