El drástico descenso de la vigilancia policial proactiva ha contribuido probablemente al aumento de la delincuencia violenta en todo el país en los dos últimos años, según los datos.
The Epoch Times revisó los datos de los controles policiales —una clásica táctica policial proactiva— y de los delitos violentos en cinco ciudades, mostrando que, en muchos casos, cuando las paradas policiales disminuyeron, los delitos violentos aumentaron, y viceversa.
En Minneapolis, los datos mostraron que el número de identificaciones iniciadas por los oficiales se redujo en un 80% en junio de 2020, justo después de que estallaran las protestas de George Floyd. Mientras tanto, los delitos violentos aumentaron hasta alcanzar un máximo histórico.
El mismo patrón se observó en otras cuatro ciudades examinadas: Seattle, Chicago, Los Ángeles y Filadelfia.
Aunque los delitos violentos suelen aumentar en verano, el drástico aumento de 2020 se salió de lo habitual en muchas localidades.
En el caso de Minneapolis, entre 2017 y 2019, los puntos máximos durante el verano apenas alcanzaron los 400. Sin embargo, en el verano de 2020, el punto máximo saltó casi hasta los 600.
Se dice que hay varias razones detrás de este aumento histórico, como las restricciones por la pandemia, la compra de armas de fuego, el aumento del desempleo y la reducción del número de policías.
«El efecto Minneapolis»
El profesor de la Universidad de Utah, Paul Cassell, examinó las razones y descubrió que la reducción de la vigilancia policial era la explicación más plausible, especialmente para el aumento de los homicidios.
Según Cassell, marzo fue el mes en el que comenzaron las restricciones por la pandemia, la compra de armas de fuego alcanzó su punto máximo y el desempleo aumentó.
Sin embargo, los delitos violentos no empezaron a dispararse de forma significativa hasta junio, el mismo mes en el que se redujo la vigilancia policial proactiva en las ciudades, según los datos.
Las medidas de acción policial proactivas pueden reducir eficazmente la delincuencia a corto plazo, especialmente en las zonas de alta criminalidad, según un informe de estudio consensuado por la Academia Nacional de Ciencias.
La academia convocó a un panel de destacados académicos para revisar décadas de investigación sobre las estrategias proactivas de vigilancia, y publicó el informe en 2017.
Por ejemplo, durante las paradas policiales, los oficiales pueden registrar a una persona sospechosa (o el coche) y encontrar un arma ilegal y evitar así los delitos con armas de fuego; o la parada puede conducir al descubrimiento de una orden judicial, y el sospechoso es detenido en el acto.
Cassell llama a este fenómeno el «Efecto Minneapolis», en el que la muerte de George Floyd en Minneapolis desencadenó protestas a nivel nacional contra la policía, lo que llevó a un gran declive de las estrategias proactivas de vigilancia policial en 2020, y a un aumento histórico de homicidios y tiroteos.
Lo compara con el «efecto Ferguson», que es una teoría utilizada por algunos expertos para explicar un aumento similar de la delincuencia y el malestar tras el tiroteo mortal de la policía contra Michael Brown en Ferguson en 2014.
Año 2021
En Seattle, el número de paradas se redujo en gran medida con respecto al nivel de 2020, mientras que los delitos violentos aumentaron por encima del nivel de 2020.
El número de paradas descendió en mayor medida en julio de 2021, mes en el que entraron en vigor varias medidas de reforma policial –incluidas nuevas limitaciones al uso de la fuerza– en el estado de Washington.
Desde entonces, el número de paradas se situó en un nuevo mínimo histórico, inferior al de 2020, mientras que los delitos violentos subieron por encima del nivel de 2020.
En Los Ángeles se observó una pauta similar.
El número de paradas policiales tendió a la baja en la última mitad de 2021 hasta un nivel inferior al de 2020, mientras que los delitos violentos tendieron al alza hasta un nivel superior al de 2020.
En Minneapolis, los delitos violentos normalmente suben en marzo y bajan en octubre, según los datos entre 2017 y 2019.
Pero en 2021, bajó ligeramente en marzo, y subió en octubre —dos anormalidades probablemente causadas por un cambio en las estrategias proactivas de vigilancia.
Los datos muestran que el número de paradas aumentó en marzo, y disminuyó en octubre.
En agosto, la entonces jefa de policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, puso fin a las paradas de tránsito por infracciones menores, lo que probablemente hizo descender el número de paradas registradas en septiembre y octubre.
Desde las protestas de Floyd, muchos departamentos de policía endurecieron sus políticas, y al menos 26 estados aprobaron legislaciones de reforma policial para poner más restricciones a la vigilancia policial.
En Filadelfia, una revisión de los datos de 2020 y 2021 también sugiere una probable fuerte asociación entre las paradas policiales y los delitos violentos.
Cuando las paradas policiales seguían una trayectoria volátil en 2020, también lo hacían los delitos violentos.
Además, cuando las paradas se movieron constantemente hacia abajo en 2021, el crimen violento se movió constantemente hacia arriba.
Por qué la policía se retiró
Cuando estallaron las protestas de Floyd, el número de oficiales se vio reducido para mantener el orden y tuvieron menos tiempo para actividades discrecionales como las paradas, según Cassell.
Luego, cuando las protestas disminuyeron, las paradas siguieron siendo bajas. En algunas ciudades, se redujeron aún más, según los datos.
Lo más probable es que esto se deba a que los oficiales dieron marcha atrás ante las críticas del público, según el profesor asociado de la Universidad Estatal de Michigan, Scott Wolfe.
«Los oficiales de policía están al servicio del público y son sensibles a las peticiones públicas de cambio», dijo.
«Cuando vimos las mayores protestas tras el asesinato de Floyd, la policía lo veía [así], ‘bueno, si el público no quiere que vigilemos, no lo haremos'», dijo Wolfe.
The Epoch Times revisó los datos de llamadas al 911 de Minneapolis y Los Ángeles y descubrió que el número de llamadas al 911 a las que respondió la policía se ha mantenido bastante estable desde Floyd.
Esto sugiere que la policía se ha retirado de la vigilancia proactiva, el tipo de actividad discrecional que depende de la iniciativa propia.
La reducción de las fuerzas policiales y las crecientes restricciones a la labor policial –tanto en los departamentos como en las legislaturas estatales– probablemente también influyeron.
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