Los donantes son una pésima manera de medir el apoyo político

Por Froma Harrop
05 de febrero de 2020 12:13 PM Actualizado: 05 de febrero de 2020 12:13 PM

Comentario

Para subirse al escenario del último debate demócrata, un candidato tenía que haber recibido contribuciones de al menos 225,000 donantes. Eso descalificó a Mike Bloomberg. Solo tiene un donante: él mismo.

Esa regla parecía agradable y democrática con una pequeña «d», pero en realidad, es una forma muy defectuosa de medir la capacidad de un candidato para ganar una elección nacional. El Comité Nacional Demócrata sabiamente ha eliminado ese requisito para el próximo debate, programado para el 19 de febrero en Nevada.

Esto casi seguro que le dará a Bloomberg un lugar en el podio de Las Vegas. Todo lo que tiene que hacer es llegar al 10 por ciento en cuatro encuestas nacionales, y ya casi está allí.

Algunos creen que este cambio se hizo para ayudar a Bloomberg. Puede que tengan razón. Sin embargo resultaba algo extraño en mantener fuera del escenario del debate a un demócrata que es obviamente uno de los principales contendientes. Encuestas recientes muestran que Bloomberg, junto con Joe Biden, es el demócrata más capaz de derrotar al presidente Donald Trump.

Es hora de dejar de descartar a Bloomberg como si fuera nada más que un millonario tratando de comprar una elección. Fue alcalde de la ciudad de Nueva York durante tres períodos. Ese es un trabajo más grande y difícil que cualquiera de los otros candidatos tuvieron jamás. Solo el distrito de Brooklyn tiene cuatro veces la población del estado de Vermont de Bernie Sanders. Y las diferencias entre la diversidad étnica, racial, religiosa y económica de Nueva York y Vermont, apenas se pueden comparar.

El dinero es dinero. Si la preocupación es comprar las elecciones, entonces las sumas gastadas deberían importar más respecto de dónde vinieron los fondos. Eso también se aplicaría a Sanders. Se recaudaron en su campaña unos asombrosos 50 millones de dólares en los últimos tres meses de 2019, al menos 15 millones más de los que gastaron Biden, Elizabeth Warren y Pete Buttigieg cada uno.

Sanders y Warren se jactan de que solo aceptan dinero de pequeños donantes. Eso aparenta ser más democrático, sin embargo, principalmente lo es en la superficie. Sus afirmaciones son en parte falsas. Ambas campañas han aprovechado millones de dólares obtenidos de bolsillos más abultados.

El argumento es que los políticos que dependen de pequeñas donaciones no pueden ser comprados por intereses monetarios, solo va hasta cierto punto. Se podría decir lo mismo de un multimillonario que no está recibiendo dinero de nadie.

Aún menos válido es el caso de que las legiones de pequeños donantes puedan reflejar la elegibilidad del candidato. Sanders tiene un núcleo de partidarios apasionados que han contribuido con casi 60 millones de dólares en donaciones inferiores a 200 dólares en el ciclo 2020. Pero la pasión no necesariamente gana las elecciones. Los votos sí. ¿Cómo es que Biden, cuya recaudación de fondos ha sido patética, todavía lo hace mejor que Sanders en la mayoría de las encuestas nacionales, tanto entre los votantes demócratas como entre el electorado general?

Trump, como Sanders, tiene seguidores de culto y ha acumulado su propia montaña de pequeños cheques. Según OpenSecrets, en el ciclo 2020, ha recaudado más de 44 millones de dólares de pequeños donantes. Warren recaudó un poco menos.

Pero ahora debe hacerse esta pregunta: ¿Qué pasa con los votantes que no dan dinero a ningún candidato? Si son pobres, pueden tener otras mayores prioridades para esos 25 dólares que donarlos en la campaña de un político.

Y si tienes dos trabajos y tres hijos corriendo por ahí, probablemente no esté online en sitios web políticos durante muchas horas al día. No están en mítines. Y si no estás comprometido de esa manera, probablemente no le soliciten contribuciones para la campaña. Pero hay una buena posibilidad de que vote igualmente.

Sí, los estadounidenses deberían abordar el papel del gran dinero en política. Pero ahora no es el momento de que el Partido Demócrata se desarme unilateralmente. No sabemos cómo le irá a Bloomberg en las próximas primarias. Pero hay razones por las que actualmente pertenece a ese frente y está en el centro de la escena entre los principales candidatos, y que van más allá de su gran fortuna.

Froma Harrop ha recibido numerosos premios y honores, ha trabajado en la oficina de negocios de Reuters, ha editado informes económicos para el New York Times News Service, y fue miembro del consejo editorial del Providence Journal. Ha escrito para publicaciones tan diversas como The New York Times, Harper’s Bazaar e Institutional Investor.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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