Los fiscales federales del Distrito de Columbia consiguieron las primeras acusaciones de personas por actividades relacionadas con la irrupción violenta del Capitolio de EE. UU., el 6 de enero.
Mark Leffingwell fue acusado de agredir a un oficial de policía federal cuando un grupo de alborotadores y manifestantes entraron a la fuerza en el edificio mientras los legisladores estaban en el proceso de certificar los votos del Colegio Electoral para presidente.
En una demanda penal presentada contra Leffingwell (pdf), un oficial de policía del Capitolio de EE. UU. dijo que mientras formaba una barrera junto con otros oficiales para impedir que una multitud ingresara al pabellón del Senado, Leffingwell trató de empujar y luego golpeó en repetidas ocasiones al oficial en el pecho y cabeza.
El oficial también escribió en la demanda que existe una causa probable para creer que Leffingwell violó una ley federal que tipifica como delito ingresar a un edificio restringido sin permiso y participar en una conducta desordenada mientras está adentro. El Seattle Times informó que Leffingwell fue acusado en la Corte de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia por ingresar a un edificio restringido, entrada violenta y alteración del orden público en el recinto del Capitolio.
Mientras estaba bajo custodia, Leffingwell se disculpó con el oficial por golpearlo, según la demanda.
Leffingwell no logró ser contactado de inmediato para hacer comentarios el martes.
Según una acusación formal presentada el 11 de enero en la Corte de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia (pdf), Lonnie Coffman fue acusado de diecisiete cargos, incluido un cargo de posesión de armas por contar con 11 cócteles Molotov y piezas que podrían usarse para hacer más.
Coffman también fue acusado de portar una pistola sin permiso, poseer un dispositivo de alimentación de municiones de gran capacidad y poseer un arma de fuego no registrada.
The Epoch Times no logró comunicarse con Coffman para realizar comentarios el martes.
Hasta ahora, al menos 90 personas han sido arrestadas en relación con la incursión en el Capitolio, por cargos que van desde delitos menores de violación del toque de queda hasta delitos graves relacionados con agresiones a oficiales de policía, posesión de armas ilegales y amenazas de muerte contra legisladores. Los funcionarios de las fuerzas del orden han abierto al menos 25 casos de terrorismo nacional relacionados con la irrupción.
Miles de manifestantes siguieron al presidente Donald Trump para reunirse cerca del Capitolio el 6 de enero, luego de su discurso frente a la Casa Blanca, durante el cual pidió a los manifestantes que «hagan oír sus voces de manera pacífica y patriótica» en el Capitolio.
Sin embargo, algunas personas irrumpieron en el edificio del Capitolio y lo que continuó fueron varios actos de anarquía y violencia.
El martes, antes de su salida hacia Alamo, Texas, se le preguntó a Trump sobre su responsabilidad en los disturbios. El presidente rechazó la alusión de que incitó a la multitud a cometer violencia, diciendo que su discurso fue «totalmente apropiado».
«Han analizado mi discurso y mis palabras y mi párrafo final, mi oración final, y todos opinaron que fue totalmente apropiado», dijo Trump antes de abordar el Air Force One.
En su discurso del 6 de enero, Trump acusó a los medios de comunicación y las grandes tecnologías de abusar de su poder e interferir en las elecciones, mientras que reiteró su denuncia de que fue estafado por una victoria electoral.
«Todos los que estamos aquí hoy no queremos que nuestra victoria electoral sea robada por los demócratas radicales envalentonados de izquierda, que es lo que están haciendo y robada por los medios de comunicación falsos», dijo Trump. “Eso es lo que han hecho y lo que están haciendo. Nunca nos rendiremos. Nunca reconoceremos la derrota», agregó.
Si bien el presidente dijo: «Luchamos parecido al infierno y si no luchas como el infierno, ya no van a tener un país», sus comentarios parecían estar refiriéndose al compromiso político y más tarde dejó en claro que la protesta del día debía permanecer pacífica.
“Hemos venido a exigir que el Congreso haga lo correcto y solo contar a los electores que han sido elegidos legalmente, elegidos legalmente”, dijo Trump. «Sé que todos los que están aquí pronto estarán marchando hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica«.
Al final de su discurso, instó a la gente a «caminar por Pennsylvania Avenue» e «intentar brindarles a nuestros republicanos, los débiles, debido que los fuertes no necesitan nuestra ayuda, vamos a intentar brindar para ellos el tipo de orgullo y audacia que necesitan para recuperar a nuestro país».
En Alamo, se espera que Trump haga comentarios acerca de sus iniciativas de inmigración.
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