La Comisión Europea publicó este jueves una serie de recomendaciones a plataformas digitales como Facebook, Twitter y Youtube, en las que piden a estas compañías que retiren contenidos terroristas en el plazo máximo de una hora desde que son informadas por autoridades policiales.
Las «medidas operacionales» van dirigidas a combatir la existencia de contenidos ilegales en Internet como contenidos terroristas, los mensajes de incitación al odio y la violencia, los materiales de abuso sexual infantil o los vinculados con falsificación de productos.
En el caso de los contenidos terroristas, el Ejecutivo comunitario aconseja retirarlos en una hora desde que las autoridades policiales o Europol les notifiquen su existencia, «por el grave riesgo a la seguridad que plantean». Ello no se aplicará en el resto de los casos considerados ilegales, dijo la Comisión Europea en una comunicación.
En realidad la recomendación de la Comisión Europea, lo que hace es estrechar el marco de tiempo para borrar estos contenidos, pues desde el 2015 existe una colaboración con las compañías y los resultados obtenidos hasta ahora avalan la estrategia.
Las empresas de Internet eliminan cerca del 70% de los discursos ilegales notificados, y en cuatro de cada cinco casos esa retirada se produce en un plazo de 24 horas.
Según la explicación de la Comisión Europea, los contenidos terroristas son «particularmente dañinos en las primeras horas de su aparición en línea» por lo que «las empresas deberían, como regla general, eliminarlos en el plazo de una hora desde haber sido señalados por las autoridades».
Mecanismo de colaboración con pequeñas empresas de internet
En aras de alcanzar a detectar y borrar lo más rápido posible este tipo de contenidos, se propones que las compañías de Internet deberían implementar medidas proactivas, incluida la detección automatizada, para eliminar y desactivar de manera efectiva y rápida el contenido terrorista para evitar que vuelva a aparecer una vez que se haya eliminado.
Asimismo, para ayudar a plataformas más pequeñas, las empresas deben compartir, optimizar las herramientas tecnológicas apropiadas y establecer mecanismos de trabajo para una mejor cooperación con las autoridades pertinentes, incluida Europol.
Se emplaza a las compañías a simplificar la forma en que los usuarios pueden notificar que han detectado contenido ilegal, y reclama más presencia humana para supervisar el trabajo de los filtros automatizados, no siempre eficaces.
En particular, a las empresas se les pide que establezcan normas «fáciles y transparentes para notificar el contenido ilegal» así como «sistemas de notificación sencillos para los usuarios», y que adopten «salvaguardas» para proteger los derechos fundamentales.
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