Comentario
Desde hace unos tres años, China utiliza globos estratosféricos para hostigar a nuestros aliados y ahora para violar el territorio de Estados Unidos, lo que ha provocado la conmoción de los estadounidenses y la tragicómica indecisión de la Administración Biden.
Pero la cuestión más importante es que estos globos señalan una nueva fase en la ambición del Partido Comunista Chino (PCCh) de alcanzar la hegemonía político-militar.
Los estadounidenses reaccionaron con justificada indignación el 1 de febrero, cuando los residentes de Billings, Montana, presenciaron cómo la Fuerza Aérea de Estados Unidos interceptaba un enorme globo de 120 pies con una visible gran carga útil alimentada por energía solar, que pronto fue identificada como china.
Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores de China afirmó el 3 de febrero que se trataba de un globo «civil» para misiones «meteorológicas», «con capacidad limitada de autodirección» y que se desvió de su trayectoria, tenía la capacidad de maniobrar deliberadamente hasta cerca de la Base Malmstrom de la Fuerza Aérea (AFB, por sus siglas en inglés) de Montana, sede de 150 misiles balísticos intercontinentales (ICBM), y de la Warren AFB de Wyoming, sede de otros 150 ICBM.
Pero aunque se tratara de un simple globo «meteorológico» chino, su misión era muy seria: transmitir información meteorológica detallada, como la temperatura y la densidad atmosférica, vital para que los misiles ICBM de la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación (PLARF, por sus siglas en inglés) apunten con gran precisión y derriben los silos de misiles ICBM estadounidenses en caso de guerra nuclear.
Con tales implicaciones nucleares, ¿por qué el 3 de febrero el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, se sintió lo suficientemente confiado como para restar importancia al incidente e instar a Estados Unidos a manejar el asunto del globo con «cabeza fría»?
Tal vez la confianza de China se deba a los años que lleva vigilando con globos similares a sus aliados estadounidenses, sin que Washington haya protestado hasta este último incidente.
El 4 de febrero, un «alto funcionario de defensa» no identificado informó a los periodistas que los globos chinos «transitaron brevemente por el territorio continental de Estados Unidos al menos tres veces» durante la Administración Trump, lo que fue inmediatamente negado por el expresidente Donald Trump y muchos de sus altos funcionarios.
Sin embargo, el registro sí muestra que en los últimos tres años los globos de vigilancia chinos han acosado a aliados y amigos de Estados Unidos, así como a una base militar estadounidense en Hawái.
El 17 de julio de 2020, se observó un globo y una estructura de carga útil similares sobre Sendai, Japón. Otro globo apareció sobre Taipei, Taiwán, en septiembre de 2021, y luego en marzo de 2022, volando sobre el estratégico aeropuerto de Songshan, un objetivo probable para las tropas aerotransportadas chinas.
Luego, el 6 de enero de 2022, se observó el mismo globo sobre Port Blair, en la India, un puerto militar indio muy estratégico en las islas Andamán, cerca del estrecho de Malaca.
El 16 de febrero de 2022, el Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos informó que se habían lanzado «aviones tácticos» para investigar un «objeto de gran altitud que flotaba en el aire» cerca de Hawái, concretamente en la isla de Kauai, que alberga las sofisticadas instalaciones de pruebas aéreas, navales y submarinas del Pacific Missile Range.
El 18 de diciembre de 2022, un globo estratosférico diferente, de mayor tamaño y estilo dirigible, fue observado a unas 62 millas de Subic Bay, en Filipinas, donde este país va a permitir que vuelvan a tener base activos de la Marina estadounidense.
La campaña de acoso de globos del PCCh tiene otras dos implicaciones.
En primer lugar, indica que el Ejército Popular de Liberación de China está disputando activamente el «espacio cercano», una región situada justo por debajo de la órbita terrestre baja o a una altitud de unas 100 millas, donde aeronaves de gran altitud, vehículos aéreos no tripulados y aviones hipersónicos son capaces de llevar a cabo misiones de vigilancia y ataque, sustituyendo rápidamente a los satélites que pueden ser atacados y destruidos.
Además del globo estratosférico lleno de helio, como el que acaba de cruzar Estados Unidos, en 2015, la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing (BUAA, por sus siglas en inglés) mostró sus investigaciones para la construcción de un gran dirigible estratosférico con forma de dirigible propulsado por energía solar.
Las universidades técnicas militares y las empresas estatales chinas, como la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC, por sus siglas en inglés), hacen alarde de programas como «Tengyun», que incluye aviones no tripulados de energía solar de gran altitud y un vehículo hipersónico de ciclo combinado turbofán/cohete para lanzar cargas útiles al espacio o realizar misiones de vigilancia y ataque de largo alcance.
Una segunda implicación de la campaña de vigilancia con globos de China es que el PCCh y el EPL están empezando a proyectar sus campañas de coerción militar desde regiones adyacentes a regiones lejanas como el hemisferio occidental.
Los buques de la Marina del EPL patrullan regularmente alrededor de las islas japonesas y entre ellas, mientras que Taiwán es objeto del acoso diario de la Fuerza Aérea y la Marina del EPL.
Las fuerzas de la Marina y la Milicia Marítima del EPL hostigan las islas controladas por Vietnam y Filipinas en el mar de China Meridional, mientras que los buques guardacostas chinos hostigan a Indonesia. Buques de la Marina del EPL desfilan frente a las costas de Australia, y la Marina del EPL construye una presencia regular en el Océano Índico.
En septiembre de 2021, el mayor buque de guerra de la Marina del EPL —el Type-055, de 12,000 toneladas— realizó una patrulla de «libertad de navegación» entre algunas de las islas Aleutianas de Estados Unidos, que recibió escasa atención de los medios de comunicación estadounidenses.
Pero el descarado despliegue por parte de China de un globo de vigilancia para cruzar el territorio continental de Estados Unidos indica que, a medida que el EPL vaya adquiriendo nuevas capacidades, las enviará en misiones cada vez más frecuentes para intimidar a los estadounidenses.
Estados Unidos puede esperar que grupos de combate de portaaviones de la Marina del EPL naveguen frente a las costas estadounidenses del Pacífico y el Atlántico, y que bombarderos de la Fuerza Aérea del EPL realicen patrullas al este de Hawái, mientras el EPL busca acceso militar y puertos en América Central y del Sur, complementando el acceso y las bases en la costa occidental de África.
El objetivo del PCCh es aislar a Estados Unidos y a otras democracias para lograr su ambición de hegemonía mundial.
No es aceptable que los líderes del PCCh pudieran observar durante siete días, desde el cruce de su globo a territorio estadounidense el 28 de enero hasta su destrucción el 4 de febrero, cómo la Administración de Biden se esforzaba por decidir si defendía a Estados Unidos.
Una lección para el PCCh puede ser que Estados Unidos podría tardar siete días en decidirse a luchar contra un intento chino de invadir el Taiwán democrático.
Para disuadir a China de utilizar globos y aviones no tripulados para hostigar a sus aliados y violar su territorio, Estados Unidos necesita medios para capturar estas plataformas, quizás un avión Lockheed-Martin C-130 no tripulado adaptado para operaciones de captura.
Para prepararse ahora para la futura coerción militar del EPL en el hemisferio occidental, Estados Unidos necesitará una gran flota de buques más pequeños, del tamaño de fragatas, más fuertemente armados que la nueva clase Constellation.
Las Fuerzas Aéreas estadounidenses necesitarán una gran flota de aviones de combate de más de 4 generaciones y más aviones cisterna y de transporte de gran tamaño para responder a la proyección de poder del PCCh/PLA en el hemisferio occidental y defender a los aliados de Estados Unidos.
Además, Estados Unidos debe desarrollar plataformas y armas para igualar las capacidades chinas en el espacio cercano, ya que lucha por defender los activos militares espaciales y defender el acceso de Estados Unidos y sus aliados a la Luna.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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