Varios gobernadores dijeron durante el fin de semana que los estadounidenses tendrán que aprender a vivir en un mundo que incluye al COVID-19, la enfermedad causada por el virus del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Nosotros no vamos a gestionar esto hasta cero. Tenemos que aprender a vivir con esto», declaró el gobernador demócrata, Phil Murphy, durante una aparición en el programa Meet the Press de la NBC.
Murphy dijo que estaba de acuerdo con el gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, quien anteriormente en el programa declaró que cree que es hora de empezar a tratar la enfermedad de forma diferente.
«Yo creo que tenemos que pasar de un estado y un modo de funcionamiento pandémico a uno más endémico en el que nos vayamos normalizando, tomándolo muy en serio, preparándonos, pero creo que tenemos que salir del modo de pánico. Creo que tenemos que manejar esto para asegurarnos de que seguimos con nuestra vida normal», dijo Hutchinson.
Las claves de la respuesta ante COVID-19 son ahora garantizar el acceso a las terapias y las pruebas de detección del virus, lo que requiere mejorar las cadenas de suministro de esos productos, añadió el gobernador de Arkansas.
Los comentarios se produjeron en un momento en que los casos en muchos estados, incluidos Arkansas y Nueva Jersey, siguen disminuyendo después de haber alcanzado cifras máximas históricas entre principios y mediados de enero.
Arkansas informó de más de 102,500 casos activos el 21 de enero. Seis días después, el número se redujo a unos 75,000.
Nueva Jersey registró 33,459 casos el 7 de enero y solo 2603 el 30 de enero.
(Alex Wong/Getty Images)
En todo el país los casos bajaron un 60 por ciento desde el nivel máximo registrado el 10 de enero y los ingresos hospitalarios bajaron desde 6.5 por cada 100,000 personas a 5.3 por cada 100,000 personas.
Las muertes, siendo un indicador posterior, están aumentando, pero el alza se está ralentizando, según los datos comunicados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Algunos otros dirigentes estatales pidieron anteriormente un cambio de enfoque respecto a COVID-19.
El gobernador de Colorado, el demócrata Jared Polis, dijo en diciembre de 2021 que la emergencia de COVID había «terminado» dado el tiempo que las vacunas habían estado disponibles y por su eficacia en la prevención de enfermedades graves.
La variante ómicron del virus del PCCh elude fácilmente la protección de las vacunas contra la infección, pero los estudios indican que las vacunas siguen protegiendo bien contra la hospitalización y la muerte, especialmente entre quienes recibieron una dosis de refuerzo.
Aun así, varios funcionarios impusieron nuevas restricciones o reglas en un intento de hacer frente a la pandemia, incluido Murphy, que recientemente ordenó a todos los trabajadores de la salud que se vacunen con la dosis de refuerzo, sino se enfrentarán al despido.
«Cuando la Corte Suprema de EE. UU. confirmó la medida de la administración Biden sobre la atención sanitaria, fue un paso fácil para nosotros», dijo Murphy a través de la NBC.
Hutchinson, al igual que muchos gobernadores republicanos, no consideraron los decretos. De otra parte a los estados liderados por los demócratas no les ha ido mejor que al promedio durante la pandemia, lo que ha llevado a algunos a criticar sus restricciones.
El gobernador señaló que la Corte Suprema, pese a que levantó los bloqueos que pesaban contra la orden federal de vacunación para los trabajadores empleados en las instituciones que reciben fondos de Medicare o Medicaid, consideró que el mandato para todos los empleadores privados con 100 o más empleados era una extralimitación.
«Tiene que haber educación. Tiene que haber un mensaje coherente y de esta manera nosotros queremos mejorar esas cifras», dijo Hutchinson. «Pero el camino correcto no es la vía del decreto».
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