Inmigrantes ilegales son alojados en el aeropuerto Logan de Boston

The Epoch Times observó al menos 100 migrantes acampando en la Terminal E, el punto de salida y llegada internacional del Aeropuerto Internacional de Boston

Por Alice Giordano
27 de enero de 2024 11:22 AM Actualizado: 27 de enero de 2024 11:33 AM

Los legisladores republicanos de Massachusetts cuestionaron la conveniencia de alojar a inmigrantes en la terminal de embarque internacional del aeropuerto internacional Logan de Boston, ya que este sirvió como punto de partida de dos de los cuatro aviones utilizados en el atentado más mortífero de la historia en suelo estadounidense.

«Se trata de otro 11 de septiembre a punto de producirse», declaró el senador republicano de Massachusetts, Peter Durant, a The Epoch Times. «Es un total riesgo para la seguridad. Nosotros vamos por un camino muy peligroso».

El Sr. Durant respondió así a la medida de la gobernadora Maura Healey de hacer frente a la crisis de inmigración que asola a Massachusetts, enviándoles a vivir al aeropuerto, uno de los lugares más transitados del país.

Citando cifras recientes de la U.S. Homeland Security, el senador Durant indicó la cifra estimada de 1.8 millones de los «fugados» que han entrado en Estados Unidos desde 2021.

Inmigrantes ilegales viviendo a la vista de los pasajeros de aerolíneas internacionales en el aeropuerto Logan de Boston. (Alice Giordano/The Epoch Times)

El pasado mes de marzo, el exjefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, declaró al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes que esa cifra no incluye a los «fugitivos desconocidos», término utilizado por los agentes fronterizos para describir a los inmigrantes ilegales que eluden los puntos de control.

El Sr. Ortz estimó que la cifra de los inmigrantes ilegales fugados que han cruzado la frontera en los últimos tres años bajo la política de fronteras abiertas de Biden son unos 2 millones.

El Sr. Durant indicó que eso se traduce en una gran cantidad de inmigrantes ilegales que podrían tener «intenciones de odio» contra Estados Unidos.

Ya se han descubierto terroristas extranjeros incluidos en la lista de vigilancia de Estados Unidos en campamentos similares al instalado en Logan.

Según un reciente informe de la Patrulla de Aduanas y Fronteras (CBP), la agencia ha identificado a 264 personas en la lista de vigilancia terrorista del FBI conocida como «lista de sospechosos conocidos de terrorismo» o KST. Entre ellos, 151 se informaron en 2023.

El director del FBI, Christopher Wray, dijo al Comité de Seguridad Nacional en noviembre que «estar en la lista de vigilancia como KST significa que han cumplido el estándar para ser motivo de preocupación».

El representante de Massachusetts, David DeCoste (R), dijo a The Epoch Times que simplemente debería ser de sentido común que el último lugar donde deberían alojarse los inmigrantes ilegales es en un aeropuerto, especialmente Logan.

«Es evidente que no hemos aprendido la lección», dijo el Sr. DeCoste, que estaba en servicio activo en la guerra del Golfo cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre. «Nosotros seguimos viviendo en un mundo de fantasía».

Los dos aviones que se estrellaron contra el World Trade Center partieron del aeropuerto Logan de Boston la mañana del 11 de septiembre de 2001. Los terroristas, yihadistas islámicos, que organizaron el atentado, embarcaron en Logan tras llegar en vuelos de conexión desde Portland, Maine. Antes del atentado, dos de ellos figuraban en la lista de alerta terrorista del FBI.

La noche del 25 de enero, The Epoch Times observó que al menos 100 inmigrantes ilegales acampaban en la Terminal E de Logan. El grupo era una mezcla de hombres solteros y parejas con niños, incluidos bebés.

Aunque la mayoría de los inmigrantes ilegales acampaban en la planta baja de un ala de la terminal, se observó a algunos durmiendo en un segundo piso y a otros deambulando por los alrededores.

La administración de la gobernadora Healey no respondió a las preguntas de The Epoch Times sobre la situación.

Fox News informó de que la gobernadora Healey les dijo que se estaba pagando horas extraordinarias a la policía estatal para vigilar el campamento de inmigrantes ilegales en el aeropuerto.

The Epoch Times no observó a ningún policía ni a nadie vigilando el campamento. Durante un tramo de dos horas, la única persona que se vio en la zona, además de los inmigrantes ilegales, fue un empleado del aeropuerto vaciando la basura.

Una persona que habló bajo condición de anonimato con la Tropa F, que es la unidad de la Policía Estatal asignada al aeropuerto de Logan, dijo a The Epoch Times que no tenía conocimiento de ninguna cobertura adicional proporcionada por la agencia policial, pero remitió a The Epoch Times a la Autoridad Portuaria

pero refirió a The Epoch Times a la Autoridad Portuaria de Massachusetts conocida como Massport, que está a cargo de la seguridad del aeropuerto.

La agencia no respondió a las repetidas preguntas de The Epoch Times.

En noviembre, el director ejecutivo interino de Massport, Edward Freni, dijo en una conferencia de prensa que “era necesario enfatizar que el aeropuerto Logan no era un lugar apropiado” para albergar a inmigrantes.

El Sr. Freni dijo que los inmigrantes ilegales estaban siendo trasladados en avión directamente al aeropuerto y que entre 20 y 25 nuevos inmigrantes aparecían cada día en Logan. Freni indicó que Massport y la policía estatal estaban “ayudando a transportarlos” desde el aeropuerto a los Centros de Bienvenida.

Los migrantes que hablaron con The Epoch Times, utilizando Google Translate, dijeron que, si bien son transportados en autobús durante el día a los centros de bienvenida, por la noche los transportan de regreso al aeropuerto. Un hombre dijo que hasta el momento llevaba tres semanas viviendo en el aeropuerto.

Inmigrantes ilegales refugiados en un ala pública del aeropuerto Logan de Boston. (Alice Giordano/The Epoch Times)

Cuando The Epoch Times le preguntó por qué vino a Estados Unidos, el respondió escribiendo en español “para una vivienda”. Otro hombre, que dijo ser de África y hablar portugués, expresó que no estaba contento de dormir en el duro suelo del aeropuerto.

La gobernadora Healey, cuya administración ya ha gastado cientos de millones de dólares en impuestos para proporcionar viviendas a inmigrantes y ha pedido millones más, declaró que solo está actuando bajo el mandato de la ley estatal sobre el derecho a la vivienda. Ella argumentó que eso significa físicamente a cualquier persona en Massachusetts que necesite vivienda.

El representante DeCoste dijo que eso simplemente no es cierto, ya que la intención de la ley era proporcionar viviendas a corto plazo a los ciudadanos estadounidenses en caso de un desastre. “Lo que se está utilizando por ahora es como una excusa, y está atrayendo a inmigrantes de todo el país a Massachusetts”.

El senador Durant indicó que la gobernadora Healey ha declarado la situación como una crisis y solo sigue pidiendo más dinero a los contribuyentes de Massachusetts, en cambio, no ha hecho nada para detener el flujo. Él sugirió que ella los transporte en autobús a otros lugares como lo han hecho otros estados.

La semana pasada, la gobernadora Healey propuso sacar USD 700 millones de dólares de los fondos de garantía del estado destinados a los “días difíciles”, para ayudar a cubrir el costo de albergar a los inmigrantes. Ella admitió que el costo probablemente terminaría siendo un costo anual de mil millones de dólares.

La presidenta del MassGOP, Amy Carnevale, otra republicana estatal que criticó la medida de albergar a los inmigrantes en Logan, también criticó a la Sra. Healey por no apoyar un llamado de los republicanos para reformar la ley estatal sobre el derecho a la vivienda, aclarando que no se aplica a los inmigrantes.

“Hace varios meses, los republicanos en la legislatura advirtieron que tal escenario se desarrollaría, enfatizando la necesidad de reformas a la Ley del Derecho a la Vivienda”, dijo la Sra. Carnevale en una declaración.

Además del aeropuerto Logan de Boston, los inmigrantes también están siendo albergados en el aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, uno de los aeropuertos más transitados de Estados Unidos.


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