La pandemia de la COVID-19 parece estar disminuyendo en todo el mundo, mientras se eliminan las restricciones y la vida, más o menos, regresa a la normalidad.
Pero el periodista Nick Corbishley, quien escribe sobre tendencias económicas y políticas en Europa y América Latina, advierte que los pasaportes de vacunas pueden conducir a la implementación de una identificación digital global que amenazaría la privacidad y la libertad en todo el mundo.
Corbishley habló sobre su nuevo libro, “Scanned: Why Vaccine Passports Will Mean the End of Privacy and Personal Freedom” (“Escaneado: por qué los pasaportes de vacunas significarán el fin de la privacidad y la libertad personal”), en una entrevista para el programa “Crossroads” de EpochTV el 1 de abril.
A lo largo de la pandemia de la COVID-19, muchas personas que viven en Europa y Estados Unidos han sido condicionadas a aceptar una especie de control y vigilancia constantes, dijo Corbishley.
“Es como una sociedad de control. Donde quieras ir, tienes que mostrar tu teléfono móvil, tu identidad (…) aunque sea solo para entrar en un supermercado o entrar en una tienda”, dijo.
Muchas personas en los países pobres no tienen una identificación oficial, dijo Corbishley, por lo que una forma de prepararse para las identificaciones digitales es presentar certificados de inmunidad.
“Era algo de lo que se hablaba mucho antes de la pandemia de la COVID”, explicó, y agregó que las empresas y corporaciones que participan en el Foro Económico Mundial han estado buscando formas de introducir la identidad digital desde al menos 2016.
En 2019, meses antes de que comenzara la pandemia de la COVID-19, la Alianza ID2020 dijo que los certificados de inmunidad podrían usarse como una puerta de entrada para establecer la identidad digital, señaló Corbishley.
ID2020 es una organización no gubernamental estadounidense con sede en Nueva York con la misión de guiar el desarrollo de la identificación digital global, según su sitio web. La Alianza ID2020 es una asociación entre ID2020 y otras organizaciones que trabajan para alcanzar ese objetivo.
“Los socios de la Alianza ID2020 imaginan un mundo en el que todas las personas puedan recopilar credenciales digitales verificables (registros de vacunación, certificados de capacitación vocacional, prueba de residencia) y compartir selectivamente estos registros para solicitar empleos, acceder a servicios financieros, participar como ciudadanos y votantes, y más”, dijo la organización en una descripción escrita de su propósito (pdf).
La organización está financiada «por contribuciones de organizaciones filantrópicas, socios del sector privado e individuos», afirma el sitio web. Microsoft Corporation, la Fundación Rockefeller, y la Open Society Foundations, fundada y presidida por George Soros, son algunos de los colaboradores de ID2020 (pdf).
Los pasaportes de vacunas son bastante simples y no tienen muchas aplicaciones más amplias, pero la forma en que se desarrollan brinda posibilidades para expandir su funcionalidad, dijo Corbishley.
Citó a Andrew Bud, fundador y director ejecutivo de iProov, una empresa de tecnología biométrica que ofrece productos de autenticación, incluida la verificación facial.
En febrero de 2021, Bud le dijo a Forbes: “La evolución de los certificados de vacunas en realidad impulsará todo el campo de la identidad digital en el futuro. Entonces, por lo tanto, no se trata solo de la COVID, se trata de algo aún más grande”.
En muchos países, incluidos los de la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá, el desarrollo gradual de los programas y sistemas de identidad digital es invisible para el público en general, dijo Corbishley.
“Todo esto está detrás de bambalinas”, dijo. “No es algo que estén ocultando, pero no hay cobertura de esto en los principales medios de comunicación, por lo que la gente no está al tanto”.
La Asociación Canadiense de Banqueros publicó un documento en la primavera de 2018 que presenta un enfoque para desarrollar una identificación digital federada en el país (pdf).
“Al usar un sistema federado, los canadienses podrían verificar su identidad electrónicamente usando una combinación de diferentes atributos a través del gobierno (como una licencia de conducir), información de registros bancarios, y datos biométricos como huellas dactilares o reconocimiento facial”, afirma el documento.
El Consejo de Identificación y Autenticación Digital de Canadá (DIACC) está trabajando en el desarrollo de un marco para la identificación digital, dijo el presidente del DIACC, Joni Brennan, durante una videoconferencia organizada por el gobierno canadiense el 1 de febrero de 2022.
DIACC es una coalición sin fines de lucro de líderes del sector público y privado.
Algunos departamentos del gobierno federal canadiense ya se han comprometido con nuevos sistemas de identidad digital, dijo Brennan. La misma identificación digital debe usarse para realizar transacciones con el gobierno y con instituciones privadas como los bancos, dijo, por lo tanto, la identidad digital debe construirse como un ecosistema que atiende todas las solicitudes de autenticación.
Ya se lanzó un sistema piloto de identificación digital en la provincia canadiense de New Brunswick como parte del proyecto de digitalización del país llamado Smart Province, dijo Colleen Boldon, directora de DIACC, durante la videoconferencia.
Corbishley comentó sobre la velocidad a la que se están implementando estos programas de identificación digital.
“Esto es algo que está sucediendo extremadamente rápido, y está sucediendo de una manera muy encubierta”, dijo.
Monedas digitales
Muchos países también están desarrollando monedas digitales que requieren un sistema de identidad digital, dijo Corbishley.
“Esto va a revolucionar la forma en que funciona el dinero en el futuro. Si los bancos centrales pueden lograr esto, entonces la forma en que ganamos dinero, la forma en que gastamos dinero, la forma en que ahorramos dinero se transformará por completo”, dijo.
“Y nuevamente, no hay consulta, no hay conciencia, no hay esfuerzo para informar a la gente que esto está sucediendo”.
La moneda digital y la identidad digital, cuando se implementen juntas, formarán un sistema que permitirá a los bancos centrales vigilar, rastrear y hacer seguimiento sobre cómo las personas gastan su dinero, explicó Corbishley.
“Como vimos recientemente en Canadá, tendrían la posibilidad de bloquear a cualquiera que consideraran indeseable”, señaló. También se parecería a la situación en China, que tiene un sistema de crédito social que restringe a las personas que están en listas negras viajar en tren o avión, dijo.
En febrero de 2022, las autoridades canadienses congelaron, sin una orden judicial, los activos financieros de las personas y empresas que presuntamente participaron o apoyaron la protesta de los camioneros en Ottawa, la capital del país, contra los mandatos y restricciones de la COVID-19 en todo el país.
“Es un mundo en el que constantemente seremos empujados a ciertos comportamientos y constantemente castigados por ciertos comportamientos indeseables”, dijo Corbishley, y agregó que es un mundo donde las personas tienen cero libertad, donde el poder se concentra de una manera que posiblemente nunca se ha visto antes.
Oponerse a tal sistema será casi imposible, señaló.
“Si tratas de oponerte a un sistema, si tratas de desarrollar algún tipo de movimiento de protesta, lo primero que encontrarás es que de repente no tienes medios para realizar transacciones o no tienes medios para trabajar”, dijo. «Y te has convertido en una persona indeseable».
Es difícil decir exactamente cómo evolucionará esa sociedad, pero según cómo se han desarrollado las cosas en lugares como Canadá o China, no es una imagen muy atractiva, dijo Corbishley.
“Es un gulag digital, y estás efectivamente desterrado de la sociedad. (…) Esa es una visión aterradora”.
Pasaportes de vacunación
Los mandatos de vacunas y los pasaportes de vacunas no desaparecerán con el final de la pandemia de la COVID-19 como informan los principales medios de comunicación, dijo Corbishley.
“Simplemente están siendo suspendidos. Están pasando a un segundo plano”, dijo.
En febrero de 2022, la OMS firmó un contrato con T-Systems, una subsidiaria de la empresa alemana Deutsche Telekom AG, para construir un sistema mundial interoperable de pasaportes de vacunación, según un comunicado de la empresa.
T-Systems ya ha desarrollado una solución tecnológica para certificados de vacunación para la Unión Europea y una aplicación de rastreo para el virus del PCCh (Partido de la Comunidad China), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, para el gobierno alemán, según el comunicado.
“Estamos siendo engañados en muchas de estas cosas”, dijo Corbishley. “Nos dicen una cosa y, al mismo tiempo, nuestros gobiernos están haciendo prácticamente lo contrario”.
Agregó que espera que su libro genere conciencia sobre esto.
La OMS anunció en diciembre de 2021 que desarrollaría y negociaría una nueva convención o acuerdo internacional sobre prevención, preparación, y respuesta a futuras pandemias.
La decisión se tomó durante la sesión especial del órgano de toma de decisiones de la organización, la segunda sesión de este tipo desde la fundación de la OMS en 1948, según un comunicado. Otros organismos de las Naciones Unidas, actores no estatales y otras partes interesadas también se incluirán en los procesos de redacción y negociación, según el comunicado.
“Este tratado le daría a la organización poderes de aplicación mucho mayores cuando se trata de abordar futuras crisis de salud y futuras pandemias”, dijo Corbishley.
El trabajo y las negociaciones sobre el nuevo tratado no se están informando ampliamente, y están ocurriendo «más o menos a puerta cerrada», lo que preocupa a Corbishley, especialmente a raíz del mal manejo de la pandemia de COVID-19 por parte de la OMS, continuó.
En julio de 2020, la OMS admitió que China, una nación miembro de la OMS, no había informado sobre el brote del virus del PCCh a finales de 2019 a los funcionarios de la OMS como se suponía que debía hacerlo.
Alrededor del 80 por ciento de los fondos para la OMS, que comprende 194 estados miembros, proviene de empresas privadas y fundaciones privadas como la Fundación Bill y Melinda Gates, el segundo mayor contribuyente general después de Alemania, y la Fundación Rockefeller, dijo Corbishley.
“La Organización Mundial de la Salud , tal como está actualmente, es una organización que representa los intereses de las grandes corporaciones por encima de los intereses de los gobiernos”, dijo.
Con la contribución de Katabella Roberts y Zachary Stieber.
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