No es sorprendente que los niños se enfrentan a más estrés que nunca. La plataforma global de aprendizaje en línea Brainly hizo una encuesta nacional en diciembre de 2019 donde encontró que el 59 por ciento de los estudiantes tienen crecientes niveles de estrés y el 53 por ciento de ellos informaron que necesitaban dormir mejor. No sorprende que el 53 por ciento de los alumnos también manifestó que necesitaban mejores habilidades de gestión del tiempo. ¿Qué se puede hacer al respecto y cómo podemos como padres (encubiertos, si es necesario) dar una mano?
Sorprendentemente, puede ser tan simple como añadir pre y probióticos adicionales a la dieta de su hijo. Los probióticos son las bacterias benéficas en el intestino y en nuestra piel que son bien conocidas por apoyar la digestión adecuada. Resulta que esos amigables microbios que todos llevamos con nosotros, conocidos como nuestro microbioma, hacen mucho más que ayudar a digerir la comida: ellos y sus contrapartes prebióticas también juegan un papel importante en la mejora del estado de ánimo, la reducción de los niveles de estrés y en ayudarnos a dormir.
Los probióticos vienen en muchas formas, desde suplementos hasta bebidas gaseosas para niños, pero puede obtenerlos fácilmente de los alimentos que ya está comiendo, como el yogur, kéfir, chucrut, tempeh, miso, y uno de mis favoritos, el kombucha, un tipo de té fermentado. Los alimentos fermentados, en general, contienen probióticos activos.
Los prebióticos son el alimento del que se alimentan las bacterias sanas. Introducir probióticos en el cuerpo es genial, pero alimentarlos y nutrirlos es quizás aún más importante. Es un descubrimiento bastante reciente que la fibra es una de las sustancias prebióticas primarias que la flora intestinal necesita para prosperar. Anteriormente, los médicos pensaban que la fibra era principalmente para la eliminación, pero ahora hay claras conexiones científicas con su función como alimento para el microbioma. No obtener suficiente fibra prebiótica puede contribuir a cosas como dormir mal, confusión cerebral, estrés y letargo, ninguna de las cuales es útil para los estudiantes de cualquier edad.
Cualquier alimento que contenga mucha fibra es un gran nutriente prebiótico, incluyendo plátanos, aguacate, verduras de hoja, avena, cebolla, ajo e incluso manzanas. Las manzanas son un comodín porque se ha demostrado que sus semillas también contienen muchas cepas de probióticos. Comer semillas de esta fruta puede ser seguro, al contrario de lo que se cree en cuanto a su contenido de cianuro; mientras no se mastiquen docenas de semillas de manzana, estará bien. Ingerirlas enteras ofrece muy poco riesgo.
Estadísticas recientes demuestran que el 95 por ciento de las personas no obtienen suficiente fibra cada día. Así que incluso si toma probióticos, si no tienen la comida que necesitan, se morirán de hambre. También se ha demostrado que el estrés mata el microbioma intestinal, lo que significa que cuando se está lidiando con mucho estrés (como lo hacen los niños todos los días en la escuela), el consumo regular tanto de prebióticos como de probióticos puede ser importante.
Hacer cambios no siempre es fácil, y pocos niños optarán por un suplemento de fibra. Así que para ayudar con eso, aquí hay algunas cosas simples que puede hacer para obtener tanto los pre como los probióticos que usted y sus hijos necesitan para relajarse y dormir mejor por la noche.
Desayuno: intente cambiar el cereal por avena o agregarla con plátano cortado. Si prefiere los licuados, añada mantequilla de maní, yogur de cultivo, plátanos y cacao fresco. Esto le dará suficientes prebióticos para empezar el día con fuerza (incluso sin el yogur cuando no tenga, como yo).
Comida: para los niños más pequeños, la mantequilla de maní con pan integral es una gran opción de prebióticos, junto con el yogur de cultivo y granola para añadir el contenido probiótico. Si no le gusta la mantequilla de maní, puede optar por una ensalada de hojas verdes, vegetales frescos, o incluso un tazón de granos con cebada o arroz integral. No se olvide de añadir una manzana.
Cena: tiene muchas opciones para la cena que aseguran a sus hijos disfrutar de una buena salud. Pruebe un tazón de sopa de miso como aperitivo. Agregue algunos granos o vegetales frescos como acompañamiento, o hasta un salteado de fideos con vegetales. Incluso una ensalada de frutas casera (no olvide el yogur de cultivo) le brindará un impulso pre y probiótico para ayudarle a dormir mejor.
No me crea nada de esto, pruébelo usted mismo y vea cómo se siente. La comida, después de todo, es su mejor medicina y los cambios simples pueden llevar a una montaña de diferencia positiva, no solamente en su salud, sino en su mentalidad, motivación y emociones.
¡Feliz comida!
Jaya Jaya Myra es una experta en estilos de vida de bienestar y en medios de comunicación sobre el bienestar de cuerpo y mente, el manejo del estrés, atención, comida para el estado de ánimo, y la vida natural y saludable. Es una autora de best-sellers, TEDx y conferenciante motivacional, y creadora del Método WELL para una vida saludable con propósito. Visite www.JayaJayaMyra.com
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