El sociólogo Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia dijo este mes que Venezuela llegó a ocupar el primer lugar de suicidios en América además del primer lugar de homicidios en el mundo.
La cifra de suicidios se cuadriplicó desde antes de la llegada del chavismo en 1999, y los homicidios sobrepasaron las 23.500 muertes en 2018.
Ante la crisis humanitaria del país, mientras algunos se van del país otros se suicidan. Entre los que se quedan, mientras algunos buscan comida en los basureros también hay quienes se suicidan, dice Briceño en una entrevista a Abc.
Un ejemplo es la muerte de Ángel Isol Méndez, de 75 años, quien puso fin a un decaimiento que reflejó el estado al que lo dejó la situación de Venezuela en dictadura. Según Bloomberg, que reportó su caso, “su bodega en un pueblo rural se quedó sin bienes. El hambre marchitó su cuerpo y la falta de insulina llenó sus pies de úlceras diabéticas. El 23 de agosto pasado, su hijo lo encontró muerto en la antesala de su tienda vacía, tras dispararse con su propio revólver”. Casos como Méndez se replican.
Antes de la llegada del chavismo al país, el número de suicidios era un acto cometido entre 4 a 5 personas por cada 100.000 habitantes, luego las cifras se dispararon.
“Pese a la bonanza petrolera aumentó entre 8 y 9 suicidios, pero a partir del 2015 los suicidios se dispararon a una media de 19 personas por cada 100.000 habitantes. Es decir la tasa se cuadriplicó en los últimos 15 años convirtiéndose en un fenómeno social”, dijo Briceño a Abc.
Como primera causa lo que ha empujado a los venezolanos a suicidarse es la severa crisis según el sociólogo. “Unos deciden que se van del país y otros deciden que se van a quitar la vida”, dijo a Abc.
La pérdida o falta total de empleo es considerada la segunda causa del suicidio, la cual genera el hambre y depresión.
“Cuando el individuo pierde el empleo y no tiene comida entra al nivel de desesperación porque ve a sus hijos llorar y no tiene cómo darle la comida”, añade Briceño.
“Unos van a comer en la basura y otros van a matarse”.
La tercera causa de suicidio en Venezuela corresponde a los pacientes con enfermedades crónicas como cáncer, Sida, y otras.
Cuando “no consiguen sus medicamentos prefieren inmolarse o recurrir a la eutanasia propia para no ser una carga económica a sus familiares”, dice el sociólogo.
Un reporte de abril en Mérida, Venezuela, dice que el 56% de los suicidios fueron por depresión ante la crisis y el 13% causas familiares. El 82% de los suicidas fueron hombres, contra un 18% de la mujeres.
A falta de cifras oficiales confiables, el Observatorio Venezolano de la Violencia dijo que analizó recortes de prensa y registros policiales y hospitalarios para documentar más de 190 suicidios en Mérida el año pasado.
Sobre la inflación, los suicidios, los homicidios y las estadísticas de VIH, el régimen de dictadura de Nicolás Maduro suele guardar silencio, añade el reporte.
En Caracas, hubo 131 suicidios en junio y julio, de acuerdo a un documento de la policía de investigación obtenido por ‘Bloomberg News‘. “Eso implica un total este año de 786 solo en la capital”.
A modo de comparación, dice el reporte, la última contabilidad confiable del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela, en toda la nación se registraron 788 suicidios en todo 2012.
“Vivimos entre el terror y la impotencia”, dijo Ignacio Sandia, quien encabezaba un departamento de psiquiatría en 2018 al referirse a la escalada de suicidios, según la OVV. “Constantemente pensamos que no podemos hacer lo que deberíamos en el momento en que podemos, y estamos aterrorizados de que los pacientes se suiciden y no hay nada que podamos hacer por ellos”.
«Viven situaciones de guerra»
La psicóloga venezolana Verónica Rivera dijo a El Espectador que quienes caen en depresión no se sienten capaces de responder ante la crisis económica, política y social que afecta cada vez más a las personas.
Además señala que gran parte de los venezolanos que participaron en las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro desde 2014 sufren de estrés postraumático, así como de trauma psicosocial, lo que los hace vulnerables, en este caso a las depresiones. “El primero se suele ver en pacientes que viven en situaciones de guerra, donde ocurren catástrofes naturales o hechos de terrorismo”.
“Hay manifestantes que vivieron cosas muy fuertes como que la Guardia Nacional les disparaba a quemarropa o los acorralaba para detenerlos. No pueden olvidar ese momento y eso se llama estrés postraumático”, explicó.
La Organización Mundial de la Salud define al suicidio como una muerte violenta, donde se actúa contra uno mismo a diferencia del homicidio, en que se actúa contra los demás.
Homicidios
Venezuela tiene una alarmante cifra de homicidios que asciende a 23.500, lo que es igual a una tasa de 81 por cada 100.000 habitantes.
A su vez el informe Somos Noticia del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) para el 2018, citado por la OVV, revela que 287 niños y adolescentes murieron en manos de la policía en 2018. Esto significa un incremento de 265%, en comparación con 2017, cuando se registraron 108 casos.
“La cantidad de muertes por supuesta resistencia a la autoridad es parte de un total quizás más alarmante: 1.484 homicidios de niños y adolescentes en todo un año”.
El régimen de Nicolás Maduro censura las cifras y estadísticas sobre la violencia desde el 2003, pero el sociólogo Roberto Briceño sigue apuntando los registros y sostiene que en 20 años de chavismo Venezuela suma unas 330.000 las víctimas fatales.
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