A juicio de todos, no se ha visto nada más hermoso en el mundo.
ut fuit universale juditium, sunt res qua non est aliquid in orbe nunc pulchrius
-París de Grassis, maestro de ceremonias del Papa León X, del siglo XVI, escribió en su diario después de ver los tapices de los «Hechos de los Apóstoles» de Rafael.
Más de 500 años después, los 12 tapices de los «Hechos de los Apóstoles» de Rafael fueron recientemente colgados como el Papa León X lo había planeado originalmente, en la pared inferior de la Capilla Sixtina. La última vez que la serie completa de tapices se colgaron juntos en la capilla fue a finales de 1500, dijo la conservadora de la exposición y de los Museos Vaticanos, Alessandra Rodolfo a Reuters.
El extraordinario evento celebró el 500 aniversario de la muerte de Rafael en 1520. También rindió homenaje a la antigua costumbre de adornar la capilla papal con finos tejidos y tapices para ceremonias nobles e importantes tradiciones litúrgicas cristianas, comentó Rodolfo en un comunicado de prensa.
La Capilla Sixtina «es de importancia universal, no solo para las artes visuales sino para nuestra fe,» comentó a Reuters Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos. «Así que realmente queremos compartir esta belleza con la gente, aunque sea por una semana».
La belleza de los tapices se puede apreciar aún más desde su reciente renovación. Los conservadores de los Museos Vaticanos han restaurado los tapices durante varios años.
La Comisión Papal
En 1515, el Papa León X encargó a Rafael que diseñara los tapices para representar las vidas de San Pedro y San Pablo, los padres de la iglesia cristiana. El arte añadió al mensaje pictórico existente de la capilla de cómo el Evangelio llegó de Jerusalén a Roma.
Los tapices fueron hechos para ser colgados en los días festivos, en la parte más baja de las paredes de la Capilla Sixtina, que están pintadas como falsas cortinas. Cuando se cuelgan, los tapices están justo debajo de los frescos que representan las historias de Moisés y la vida de Cristo que fueron pintados por renombrados artistas del siglo XV.
El Papa León X pagó cinco veces el costo de los frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, que era de 3.000 ducados. Rafael recibió solo 1.000 ducados, y el resto fue absorbido por la fabricación de los tapices.
Rafael y su taller crearon los tapices entre 1515 y 1519.
Rafael representó las historias de San Pedro y San Pablo de los Evangelios de la Biblia y los Hechos de los Apóstoles en 10 de los tapices, y diseñó las Horas y las Estaciones en dos tapices estrechos.
Los diseños de Rafael se enviaron a Bruselas y se tejieron en el taller del mundialmente conocido tejedor de tapices Pieter van Aelst. Los dibujos animados a todo color fueron cortados en tiras de un metro de ancho para facilitar la transferencia de los diseños. Luego las telas fueron finamente tejidas con seda, lana y preciosos hilos de plata y oro.
Siete de los tapices llegaron a Roma en 1519 y fueron colgados en la Capilla Sixtina para celebrar la Santa Misa, el 26 de diciembre de 1519, el día de San Esteban. Para 1521, los 12 tapices habían llegado al Vaticano. Rafael pudo haber visto solo estos siete primeros tapices colgados en la capilla, ya que murió repentinamente en 1520, a la edad de 37 años.
1517-1521. (Gobernación SCV-Dirección de Museos)
Rafael: Un hombre de gran arte y carácter
«Cuando este noble artesano murió, el arte de la pintura podría haber muerto también, ya que cuando él cerró los ojos, ella quedó como ciega», escribió el historiador y artista Giorgio Vasari en «La vida de los artistas».
«Porque en verdad tenemos de él: el arte, el colorido y la invención armonizados y llevados a tal grado de perfección que difícilmente podría esperarse; ni puede ningún intelecto pensar jamás en superarlo», añadió más adelante en el pasaje.
Para Vasari, la grandeza de Rafael no se limitaba a su arte: Era genuinamente un buen y gran hombre. Vasari creía que Rafael tenía «gracia, diligencia, belleza, modestia y un carácter excelente como para borrar cualquier vicio» y que «estaba tan lleno de dulzura y tan desbordante de bondad amorosa, que se veía que los mismos animales, por no hablar de los hombres, le honraban».
Toda Roma, parece que fue a la procesión fúnebre de Rafael al Vaticano para la misa de su funeral. «La verdadera grandeza de la procesión fue esa inmensa concurrencia de amigos, de alumnos, de artistas, de escritores de renombre, de personajes de todo rango, que lo acompañaron, en medio de las lágrimas de toda la ciudad; porque el dolor era general y la Corte del Papa lo compartía», escribió el biógrafo francés Quatremère de Quincy en su «Historia de Rafael» de 1824.
Vasari escribió: «Por lo tanto, puede decirse con seguridad que los poseedores de tan raros y numerosos dones como los que se vieron en Raffaello da Urbino no son solo hombres, sino, si no es pecado decirlo, dioses mortales; y los que, por medio de sus obras, dejan un nombre honorable escrito en los archivos de la fama en este nuestro mundo terrenal, pueden también esperar tener que disfrutar en el cielo de una recompensa digna por sus trabajos y méritos».
Rafael 500
Aunque los tapices ya han salido de la Capilla Sixtina, todavía se pueden ver detrás de los cristales de forma rotativa en la Pinacoteca (galería de arte) de los Museos Vaticanos.
Los Museos Vaticanos son solo una de las muchas instituciones de renombre mundial que están celebrando lo que algunos llaman «Raphael 500», con exposiciones y eventos, que marcan el brillo de Rafael medio milenio después de su muerte. Actualmente la exposición «Rafael y su círculo» está en la Galería Nacional de Arte en Washington. Los cartones de «Los Hechos de los Apóstoles» en la Corte de Rafael en el Museo Victoria y Alberto de Londres se reabrirá a finales de 2020 después de una amplia renovación de la galería y de la exposición.
Los títulos de los tapices de «Hechos de los Apóstoles» en este artículo provienen predominantemente de los títulos de los cartones de Rafael en la Royal Collection Trust.
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