El Gobernador de Louisiana John Bel Edwards dijo el jueves que aunque la vida en el estado no volvería completamente «a la normalidad» hasta que se encuentre una vacuna para el COVID-19, dijo que no esperaría a que eso suceda para reabrir la economía.
«Este será un proceso que se desarrollará durante varias semanas y meses y así sucesivamente», dijo, y añadió, «no vamos a volver a la normalidad hasta que tengamos una vacuna y algunos tratamientos terapéuticos eficaces, pero no vamos a esperar hasta entonces antes de empezar a reabrir la economía, lograr que los negocios se vuelvan a abrir, lograr que los trabajadores vuelvan a trabajar».
Edwards dijo que las autoridades estatales desarrollaron un proceso de reapertura, que implica la creación de una comisión asesora llamada Resilient Louisiana.
«El COVID-19 representa un desafío histórico a nuestra capacidad de responder médicamente y salvar vidas, pero también representa un tremendo desafío para la economía de Louisiana y la prosperidad de cada uno de nuestros residentes», dijo Edwards en una declaración escrita. «Por estas razones, necesitamos un plan de juego integral para crear una Louisiana más resistente».
El panel de 18 miembros tomará la forma de una comisión estatal que se encargará de «examinar la economía de Louisiana en medio de la pandemia del COVID-19 y hacer recomendaciones para actividades comerciales y de negocios más resistentes en los próximos meses». Este incluirá al Teniente Gobernador Billy Nungesser y será copresidido por el Secretario de Desarrollo Económico de Louisiana, Don Pierson.
«Espero contribuir a esta comisión para encontrar el mejor rendimiento posible de nuestra economía», dijo Nungesser. «Ya hemos sido probados como estado antes con huracanes, inundaciones y el derrame de petróleo de 2010, y siempre hemos demostrado nuestra capacidad de recuperación en nuestra capacidad de volvernos más fuertes. Si alguien es capaz de recuperarse de esta crisis del COVID-19, son los luisianos».
La comisión se encargará de fortalecer sectores específicos de la economía del estado, como la educación, la energía, la atención sanitaria, la fabricación y el turismo.
«La tarea de nuestra comisión de construir una Louisiana más resistente se sumergirá profundamente en todos los aspectos de nuestra economía, en cómo los sectores se han visto afectados y en cómo podemos reenergizarlos con seguridad para un éxito a largo plazo en un futuro incierto», dijo el copresidente de la comisión Pierson.
También trabajará en la elaboración de estrategias para que las comunidades sean más resistentes ante las futuras amenazas a la atención de la salud y otros riesgos.
«Todos reconocemos que el COVID-19 conlleva un tipo de amenaza única y diferente, y trabajaremos en equipo para crear las mejores prácticas para avanzar hoy y crear resiliencia para el mañana», dijo Pierson.
La presión para reabrir la economía ha ido aumentando , ya que aproximadamente el 95% de la población de Estados Unidos está ahora bajo órdenes de permanecer en casa, y muchas fábricas, restaurantes, tiendas y otros negocios están cerrados o han visto disminuir sus ventas.
«Mi ansiedad está por las nubes en este momento, sin saber qué va a pasar», dijo Laura Wieder, quien fue despedida de su trabajo como administradora de un bar deportivo en Bellefontaine, Ohio, ahora cerrado.
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En una clara ilustración de cómo la rutina económica impulsada por el virus ha golpeado a los empresarios de Estados Unidos, los despidos en las pequeñas empresas con menos de 49 empleados aumentaron en un 1136% mes a mes, según un reciente informe de la compañía de procesamiento de nóminas. Y en el informe semanal de reclamos de desempleo de hoy, el Departamento de Trabajo dijo que más de 5 millones de trabajadores estadounidenses solicitaron el subsidio de desempleo durante la semana que terminó el 11 de abril, lo que llevó la tasa de desempleo asegurado ajustado por temporada a un máximo histórico de 8,2%.
El presidente Donald Trump, por su parte, está a punto de revelar nuevas directrices federales para abrir el país, el jueves, y limitar las consecuencias económicas de la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
«Ha sido un momento horrible para ver tal muerte y destrucción, especialmente cuando se sale de lo que fue la mayor economía de la historia del mundo. La más grande. Nunca se había tenido una economía como la que produjimos, pero la tendremos de nuevo. Y creo que la produciremos de nuevo muy rápido», dijo Trump en la sesión informativa del COVID-19 del miércoles en la Casa Blanca.
Trump dijo que la reapertura sería escalonada y tendría en cuenta las diferentes situaciones de cada uno de los estados con respecto al brote.
«Ya sabes que vamos a abrir estados, algunos estados mucho antes que otros. Y creemos que algunos estados se pueden abrir antes de la fecha límite del 1 de mayo. Y creo que será un momento muy emocionante», dijo Trump.
El levantamiento de las restricciones establecidas para contener el virus ha sido objeto de un acalorado debate tanto dentro como fuera de la administración Trump, con la tensión entre la necesidad de salvar vidas y la necesidad de que la gente se gane la vida.
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