Unos legisladores estadounidenses reclamaron al gobierno de Joe Biden por su medida de no hacer cumplir una obligación de desinversión de las entidades del gobierno federal en las empresas militares chinas de la lista negra, una decisión descrita por uno de ellos como «insensatez e ingenuidad»
En virtud de una orden ejecutiva que el presidente Joe Biden emitió en junio pasado, los inversionistas estadounidenses tenían 365 días para desprenderse de sus acciones en 59 entidades vinculadas al ejército chino. Sin embargo, dos días antes de la fecha límite del 3 de junio del presente año, el Departamento del Tesoro emitió discretamente una nueva guía en la que se indica a los inversionistas estadounidenses que no se enfrentarían a un castigo por mantener esos valores tras el periodo de desinversión.
Según el bufete de abogados londinense Herbert Smith Freehills LLP, esto significa que el plazo de desinversión de 365 días no es obligatorio, sino que se trata de una autorización para comprar o vender estos valores «únicamente con fines de desinversión».
Esta política carece de previsión y favorece los intereses del partido comunista gobernante en China (PCCh) en detrimento de Estados Unidos, según el senador Rick Scott (R-Fla.).
«La administración es insensata e ingenua al no aplicar estas restricciones», dijo la oficina del senador Scott a The Epoch Times en una declaración. «En lugar de proteger a los estadounidenses, Biden está eligiendo aplacar a Beijing y a las élites empresariales globalistas que se preocupan más por los beneficios que por la seguridad estadounidense».
«El senador Scott pide a Biden que dé marcha atrás en esta decisión tan poco acertada, que haga cumplir la ley y que ponga los intereses estadounidenses en primer lugar», de acuerdo a la declaración.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) también expresó su desacuerdo.
«¿Qué sentido tiene la exigencia de un período de desinversión si en realidad no se exige la desinversión?», dijo Rubio a The Epoch Times. «Una vez más, la administración Biden ha diluido y debilitado herramientas nacionales críticas para enfrentarse al Partido Comunista Chino».
La orden de Biden, firmada el 3 de junio de 2021, amplió una prohibición de la era Trump sobre las inversiones estadounidenses en empresas con sede en China para hacer frente a la amenaza que supone el complejo militar-industrial de China y su participación en el avance de la investigación militar, de inteligencia y de seguridad, así como en la producción de armas.
«Considero que el uso de la tecnología de vigilancia china fuera de la RPC y el desarrollo o uso de la tecnología de vigilancia china para facilitar la represión o el abuso grave de los derechos humanos constituyen amenazas inusuales y extraordinarias, que tienen su origen en su totalidad o en parte sustancial fuera de Estados Unidos, para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos», dijo Biden en una declaración en ese momento.
La prohibición de invertir en Estados Unidos hizo que cinco empresas estatales con sede en China dejaran de cotizar en la Bolsa de Nueva York a principios del año pasado. Entre ellas se encuentran el mayor fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing International Corporation, el productor de petróleo CNOOC y los tres principales operadores de telecomunicaciones de China, China Telecom, China Mobile y China Unicom, a los que se les ordenó el cierre de sus operaciones en Estados Unidos debido a amenazas a la seguridad nacional.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.