Emmanuel Macron dio su pésame por la muerte de Diego Maradona pero al mismo tiempo criticó las visitas de la exestrella de fútbol a Fidel Castro y Hugo Chávez, causando la furia del régimen chavista.
Luego de la muerte del futbolista argentino, el presidente Macron publicó una carta el miércoles donde elogió al jugador «suntuoso e impredecible» y dijo que «el fútbol de Maradona no se había visto antes».
Macron contextualizó la situación política en Argentina cuando Maradona marcó el hito histórico de ganar la Copa del Mundo de 1986 en México. En 1983 había terminado la dictadura en el país, mientras que el año anterior finalizó la guerra por las Islas Malvinas con Reino Unido, siendo también simbólico que los argentinos ganaran el partido contra Inglaterra.
«Pero todavía tenía que escribir la historia de un país herido por la dictadura y la derrota militar. Esta resurrección tuvo lugar en 1986, en el partido más geopolítico de la historia del fútbol, un cuarto de final de la Copa del Mundo contra la Inglaterra de Margaret Thatcher».
«Y la copa del mundo vuelve a Argentina: esta vez es la del pueblo, no la de los militares», añadió.
Sin embargo, no dejó pasar sus visitas a los dictadores cubanos y venezolanos.
“Diego Maradona también vivirá esta alegría popular en otros terrenos. Pero sus visitas a Fidel Castro y Hugo Chávez tendrán el sabor amargo de la derrota; es en la cancha donde Maradona hizo la revolución”, dice la carta.
«El Presidente de la República envía su más sentido pésame. Diego se queda», añadió.
Tras la carta, la dictadura chavista salió a defender los ideales de Maradona por medio del Canciller del régimen, Jorge Arreaza, quien dijo que el gobierno francés «deshonra» los «ideales y luchas» de Maradona. Asimismo criticó a Macron diciendo que «la única derrota es la de una clase política que tiembla ante el uniforme amarillo de los trabajadores», haciendo referencia a los «chalecos amarillos» un grupo de personas que se manifestaron en contra las reformas del presidente francés, el año pasado.
Diego Maradona nunca escondió su activismo político hacia la izquierda. Además de ser cercano a los Castro y a Chávez, también tuvo vínculo con Nicolás Maduro y presidentes de izquierda como Evo Morales, Pepe Mujica y Rafael Correa.
El exjugador argentino conoció por primera vez a Fidel Castro en 1987 cuando viajó a Cuba para recibir el premio al Mejor Deportista Latinoamericano 1986 de la agencia Prensa Latina. La relación entre ambos se volvió más estrecha cuando el futbolista se sometió a procesos de rehabilitación de las drogas en la isla, el primero en 2000 y el segundo cuatro años después. En 2005 entrevistó al exdictador para su programa «La noche de 10«.
El futbolista llegó a llamar a Fidel Castro “un segundo padre” y se hizo un tatuaje de él en la pierna izquierda. El exdictador cubano falleció el mismo día que Maradona hace cuatro años, en ese momento el astro argentino dijo que estalló «en un llanto infernal» al enterarse de la muerte.
Por otra parte, la relación entre Maradona y Chávez se basaba en el rechazo de ambos hacia Estados Unidos. En 2005, Maradona anunció su apoyo a la “revolución de Chávez” cuando asistió a una cumbre organizada por el fallecido dictador venezolano para rechazar la presencia de George Bush en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata.
Durante su visita al cuartel donde estaban los restos de Chávez en 2013, Maradona dijo que «Hugo Chávez ha cambiado la forma de pensar del latinoamericano, nosotros estábamos entregados a Estados Unidos y él nos metió en la cabeza que podíamos caminar solos». En ese momento también pidió a la gente que votaran por Nicolás Maduro.
El jugador declaró en 2007 su odio hacia Estados Unidos y por ello su admiración hacia los regímenes de Venezuela y Cuba. «Odio todo lo que venga de Estados Unidos, lo odio con todas mis fuerzas. Todo lo que haga Fidel, todo lo que haga Chávez será para mí lo máximo», dijo en el programa «Aló, presidente» de Chávez.
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