WASHINGTON—La exsecretaria de Estado Madeleine Albright dice que China es un adversario mucho más grande que Rusia para Estados Unidos. La declaración contrasta con la retórica partidaria entre los demócratas, quienes han estado señalando a Rusia como la más urgente amenaza a la seguridad nacional, por su «interferencia» en la elección presidencial 2016.
En una entrevista pública el jueves con David Ignatius del Washington Post, Albright -exsecretaria de Estado de Bill Clinton- expresó su desacuerdo con la nueva Estrategia de Defensa Nacional del Pentágono. La estrategia fue publicada en enero y nombra a China y Rusia como los principales adversarios de Estados Unidos en los años por venir.
«La nueva Estrategia de Defensa [Nacional] de Estados Unidos ha dicho ahora que Rusia y China son nuestros principales adversarios. Yo creo que es un regalo para Putin, porque ellos no son equivalentes a China», dijo Albright. «China es realmente una potencia que está evolucionando en grande, penetrando varios lugares. Los rusos no han llegado aún. Pero estoy segura que Putin se puso contento cuando lo leyó».
Al igualar Rusia con China, la nueva estrategia de defensa de EE. UU. podría darle la excusa a Putin de adoptar una postura más agresiva hacia Occidente, dijo Albright.
La Estrategia de Defensa del Pentágono refleja la opinión de la Estrategia de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que fue revelada por el Donald Trump en diciembre de 2016 y que sentó las bases para prepararse a confrontar los «poderes revisionistas» de Rusia y China que desafían a Estados Unidos y sus aliados.
Al describir la amenaza de China a los Estados Unidos como más seria que la de Rusia, Albright se distancia de la opinión general entre demócratas y los principales medios de comunicación, mucho de los cuales han estado sosteniendo incansablemente desde 2016, el relato del complot entre Trump y Rusia para ganar la elección.
La entrevista de Albright tenía la intención de presentar su nuevo libro: «Fascismo: Una advertencia», un libro con un título que muchos observadores perciben como una solapada alusión a Trump y al movimiento político que generó. Sin embargo, Albright parece sugerir que el impulso político de Trump y el de sus seguidores son locales, y no producto de la interferencia extranjera de Rusia.
Albright también dice que Estados Unidos aún necesita mantenerse activo en contener la expansión de Rusia en Europa. «Tenemos que saber en qué creemos y tratar de resistir lo que hacen los rusos para socavar todos esos países», dijo.
Albright se retiró del servicio público en 2001 y ahora preside su propio Grupo Albright Stonebridge, una «firma de negocios y estrategia global» conocida por proveer servicios de consultoría a Estados Unidos y a compañías internacionales que buscan hacer negocios con China.
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