La comisión que investiga el tiroteo del colegio de Parkland (Florida) en el que murieron 17 personas supo hoy que la madre adoptiva del autor de la masacre, Nikolas Cruz, defendió que su hijo tuviera un arma, pese a que los expertos en salud mental se oponían.
El alguacil del condado de Pinellas, Bob Gualtieri, presidente de la Comisión de Seguridad Pública del colegio Douglas Marjory Stoneman de Parkland, donde se produjo el tiroteo, dijo a sus miembros que Lynda Cruz interfirió en los esfuerzos por brindar un tratamiento psiquiátrico eficaz a su hijo de 19 años.
Según Gualtieri, la madre, que murió en noviembre pasado, tres meses antes de que produjera la matanza, indicó a los consejeros de salud mental que si su hijo quería tener un arma de fuego, podía hacerlo.
Su madre fue una «facilitadora» y «contribuyó (a que se produjera el tiroteo) significativamente» al decir que si su hijo quería tener un arma, le dejasen, precisó el alguacil, según el canal Local 10 News.
Gualtieri hizo estos comentarios a los 15 miembros que integran la Comisión de Seguridad Pública Marjory Stoneman Douglas reunidos para debatir, entre otros asuntos, sobre un controvertido programa dirigido a prevenir la reincidencia de chicos problemáticos.
Cruz fue inscrito en el año 2013 en el programa PROMISE, pero nunca se presentó.
Los problemas de comportamiento de Cruz se remontan a su infancia, según el presidente de la comisión.
Los consejeros escolares y terapeutas tuvieron al menos 140 encuentros con Cruz en los años en que intentaron proporcionarle ayuda psicológica, pero su madre «frecuentemente interfería».
El pasado 14 de febrero Nikolas Cruz mató con un fusil de asalto que había adquirido legalmente a 17 personas, 14 estudiantes y tres adultos, de esa escuela secundaria, de la que había sido expulsado meses antes por faltas disciplinarias.
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