Una maestra de la escuela donde ocurrido el tiroteo masivo de Uvalde emitió declaraciones en las que negaba haber dejado una puerta «abierta» antes de que entrara el joven armado.
Don Flanary, el abogado de la maestra no identificada, dijo a la CNN que las acusaciones incorrectas de que ella trabó la puerta para que no se cerrara han obligado a su cliente a dar la cara. Hace varios días, un portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) dijo que una afirmación inicial no era cierta y que la maestra, en cambio, cerró la puerta pero ésta no se aseguró automáticamente como debería.
«Se sintió sola, como si no pudiera estar en duelo», dijo Flanary al canal. «Se cuestionaba a sí misma, como ‘¿no hice eso?'», añadió.
En una entrevista con ABC News, el abogado dijo que las afirmaciones eran «traumáticas para ella cuando se insinúa que está involucrada».
Dijo que ella salió a traer comida antes de ver un accidente de coche, que los funcionarios dijeron más tarde que involucró al tirador Salvador Ramos. La maestra puso una piedra en la puerta para que no se cerrara y tomar su teléfono para llamar al 911 sobre el accidente antes de patear la piedra y cerrar la puerta, dijo.
«[Alguien] gritó: ‘Tiene un arma'», dijo la maestra anónima a NewsNation en una entrevista. «Volví corriendo a mi edificio. Todavía tenía la piedra en la puerta. Así que abrí la puerta, pateé la piedra y luego cerré [la puerta]», añadió.
El director del DPS de Texas, Steve McCraw, afirmó la semana pasada que la maestra abrió la puerta antes de que Ramos la utilizara para entrar en la escuela primaria Robb. Más tarde, un funcionario se retractó de esa afirmación en una entrevista con The Associated Press.
Travis Considine, un portavoz del DPS de Texas, dijo que se suponía que la puerta debía quedar asegurada automáticamente cuando se cerrara, pero no fue así.
«Verificamos que ella cerró la puerta. La puerta no se aseguró. Sabemos eso y ahora los investigadores están investigando por qué no se aseguró», dijo.
Desde el tiroteo masivo, que dejó 19 niños y dos maestras muertas, ha habido versiones contradictorias dadas al público por funcionarios estatales y locales. Han surgido preguntas sobre la respuesta de la policía, y el jefe de la policía escolar Pete Arredondo, que era el comandante del incidente en ese momento, ha concedido pocas entrevistas en los últimos días.
Cuando un reportero de la CNN lo confrontó esta semana, Arredondo rechazó las afirmaciones de que no estaba cooperando con los funcionarios del estado de Texas.
«Estoy en contacto con el DPS todos los días», dijo Arredondo el miércoles. «Vamos a ser respetuosos con la familia», añadió. «Lo vamos a hacer eventualmente. Cuando esto termine y las familias terminen su duelo, entonces lo haremos obviamente».
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