Los niños y los maestros, presas del pánico, realizaron media docena de llamadas a los servicios de emergencia 911 desde las aulas de Texas en las que se estaba produciendo una masacre, según un oficial el viernes, que también dijo que un maestro trabó una puerta para que no se cerrara minutos antes de que entrara el tirador.
Al menos dos niños llamaron al número de emergencias 911 desde las dos aulas conectadas después de que Salvador Ramos, de 18 años, entrara con un rifle, dijo Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Algunos de los estudiantes atrapados en las aulas con el tirador sobrevivieron a la masacre, incluyendo al menos dos que llamaron al 911, dijo McCraw, aunque no ofreció un recuento específico.
Ramos también entró en la escuela primaria Robb de Uvalde a través de una puerta que fue trabada para que no se cerrara por un maestro minutos antes, añadió McCraw. McCraw dijo que tampoco había un oficial de recursos escolares en la escuela, y no pudo decir por qué. El oficial, dijo, respondió más tarde cuando alguien llamó al 911.
Alrededor de las 11:27 a.m. del martes, el maestro trabó la puerta en la primaria Robb, aproximadamente un minuto antes de que Ramos chocara su vehículo cerca de la escuela, dijo McCraw. El mismo maestro unos dos minutos después, a las 11:30 a.m., reportó el choque y a un hombre con un arma.
No está claro por qué el maestro mantuvo abierta la puerta o no la cerró después de ver al sospechoso chocar.
El comandante en el lugar, dijo McCraw, pensó que Ramos estaba atrincherado en un aula y que los niños no estaban en peligro, lo que dio a la policía tiempo para prepararse.
«Desde el beneficio de la retrospectiva en la que estoy sentado ahora, por supuesto, no fue la decisión correcta», dijo McCraw. «Fue una decisión equivocada» retrasar el enfrentamiento con el sospechoso, añadió.
En total, 21 personas, entre ellas 19 niños, murieron a manos de Ramos en el ataque. El tirador también fue abatido por las fuerzas policiales que respondieron.
«Se tomó la decisión en el lugar de los hechos… de que se trataba de una situación de atrincheramiento, y que había tiempo para tener las llaves y esperar a que un equipo táctico con el equipo necesario se adelantara y abriera la puerta y se enfrentara al sujeto», dijo, añadiendo que él no estaba allí en ese momento. «En ese momento, esa fue la decisión, ese fue el proceso de razonamiento».
Alguien a quien McCraw no identificó llamó varias veces a la línea 911 a partir de las 12:03 p.m., diciendo a la policía en un susurro que había varios muertos y que todavía había «ocho o nueve» estudiantes vivos, dijo el coronel. Un estudiante llamó a las 12:47 p.m. y pidió a la operadora que «por favor envíe a la policía ahora».
Los oficiales no entraron en el aula hasta las 12:50 p.m., según McCraw, cuando el equipo táctico de la Patrulla Fronteriza estadounidense utilizó las llaves de un conserje para abrir la puerta cerrada y matar a Ramos.
Con información de Reuters.
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