El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Maine presentó una propuesta al secretario de estado para eliminar la orden de vacunación contra COVID-19 a los trabajadores de la salud.
La propuesta se basa en la evolución de las pruebas y tendencias científicas, incluidos los datos clínicos y epidemiológicos disponibles sobre COVID-19, el aumento de la inmunidad de la población debido a las vacunaciones y a las infecciones anteriores, y la disminución de la gravedad del virus, informó el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Maine (DHHS) en un comunicado de prensa del 11 de julio.
«Además, la sólida cultura de protección del paciente de los profesionales sanitarios de Maine ha limitado el riesgo de propagación del COVID-19 grave entre el personal y los pacientes», señalaron las autoridades.
La decisión también se basó en la mejora de los tratamientos para combatir el virus, así como en el descenso de las tasas de infección y mortalidad, según el comunicado de prensa.
Maine, que cuenta con la población más envejecida del país, es uno de los cuatro estados de EE. UU. que todavía tienen algún tipo de mandato de vacunación en vigor.
Según el Departamento de Salud, los datos muestran que el mandato cumplió sus objetivos de salvar vidas y proteger a los trabajadores de salud y ya no es necesaria, según las últimas pruebas científicas.
«Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, Maine ha seguido la ciencia en el desarrollo de políticas para limitar la propagación del virus», dijo el martes la Comisionada del DHHS, Jeanne Lambrew. «Hoy, un sólido conjunto de pruebas en evolución nos dice que este requisito logró sus objetivos de salvar vidas y proteger la salud en un momento crucial».
Aunque el DHHS planea retirar el requisito de la vacuna, los funcionarios siguen animando a los trabajadores sanitarios de Maine, incluidos los que trabajan con los residentes más vulnerables del estado, a que se mantengan al día con las vacunas contra COVID-19.
Pérdidas de empleo y demandas judiciales
La solicitud está en consonancia con las orientaciones similares emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que animan a todas las personas a partir de los 6 meses de edad, incluidos los trabajadores sanitarios, a mantenerse al día en la vacunación contra COVID-19.
Los estudios de los CDC también han reconocido que la inmunidad natural otorga una protección superior a COVID-19, en comparación, tanto la serie primaria de vacunación como la vacunación con una dosis de refuerzo de ARN mensajero, además de la serie primaria.
«A medida que evolucione la ciencia, seguiremos aplicando las mejores prácticas para la prevención y el control de las infecciones y promoveremos esfuerzos continuos para educar a nuestra comunidad sobre los numerosos beneficios de las vacunas», declaró Angela Westhoff, presidenta y directora ejecutiva de la Maine Health Care Association.
El requisito de que los trabajadores sanitarios se vacunaran contra COVID-19 entró en vigor el 20 de octubre de 2021. El 8 de junio de 2023, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid de EE. UU. retiraron el requisito poco después de que la administración Biden pusiera fin al último de los mandatos federales de vacunación que restaban, tras dar por terminada la emergencia de salud pública por COVID-19.
En Maine, varios trabajadores sanitarios presentaron demandas por la orden de vacunación, que prohibía las exenciones religiosas y se consideraba una de las más estrictas del país cuando se implantó por primera vez. La medida provocó que casi el 10 % del personal sanitario del estado abandonara su puesto de trabajo, según datos de 2021.
Muchas de las demandas fueron desestimadas posteriormente, aunque una corte de apelaciones ordenó en mayo que se reconsiderara un caso presentado por siete trabajadores sanitarios, alegando posibles violaciones de los derechos de la Primera Enmienda y de Igual Protección.
Es probable que la última propuesta del Departamento de Salud de Maine se adopte a fines de año, tras recibir los comentarios del público, pero mientras tanto el DHHS seguirá «ejerciendo su discreción en la aplicación» de la vacuna contra COVID-19 a los trabajadores sanitarios, según las autoridades.
Legisladores republicanos piden una rápida eliminación de los mandatos
Los proveedores de atención sanitaria podrán seguir aplicando los requisitos de vacunación contra COVID-19 para sus empleados durante este tiempo, según el comunicado de prensa.
Por su parte, los legisladores republicanos, a través de una declaración, acogieron con satisfacción el cambio de norma propuesto.
«Nosotros apreciamos que el DHHS de Maine haya reconocido que el mandato no sirve a ningún interés de salud pública y haya iniciado el proceso de elaboración de normas para derogarlo», dice la declaración. «Nosotros instamos a la administración a acelerar el proceso mucho antes del final declarado de 2023″. Los republicanos esperan que algunos de nuestros héroes de la atención sanitaria y los EMS que abandonaron la profesión –y en algunos casos incluso el estado– puedan volver a servir a Maine una vez más».
Aún no está claro si los hospitales o centros sanitarios volverán a contratar a los trabajadores que perdieron su empleo o se vieron obligados a dejarlo debido al mandato inicial de vacunación.
El Dr. James Jarvis, médico jefe del Comando de Incidentes de Northern Light Health en Maine, dijo a la filial de NBC News Center Maine el 11 de julio que los centros de salud y hospitales del estado están revisando actualmente la información del Departamento de Salud.
«Nosotros estamos estudiando todas las implicaciones que ese cambio de norma podría tener para nosotros. No se ha tomado ninguna decisión. Yo diría que continuaremos siguiendo la ciencia y las mejores pruebas, en particular, en este momento», dijo el médico.
Con el fin de eliminar el requisito de la vacuna para los técnicos de emergencias médicas, el Departamento de Salud de Maine tendrá que presentar una propuesta por separado.
Con información de The Associated Press
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