Una madre soltera inglesa ahorró una fortuna sacando a sus hijos del colegio durante el curso escolar para ir de vacaciones al extranjero.
Rachel Smith, de 33 años, ha pasado hasta ahora cuatro vacaciones con sus hijos, Brayden, de 11 años, y Elianna, de 9, y se ha ahorrado unas 10,000 libras esterlinas (unos 12,750 dólares). Según su experiencia, faltar al colegio para aprovechar las ofertas de vuelos y hoteles más baratos en temporada baja vale la pena, aunque cada vez haya tenido que enfrentarse a la desaprobación y a una multa de 60 libras (unos 70 dólares) por niño.
«Aunque tengo un buen trabajo, como madre soltera y trabajadora no tengo dinero para llevarme a mis hijos de vacaciones durante las vacaciones escolares», dijo a Newsflare Rachel, que trabaja en el sector financiero.
Esta madre de Clacton-on-Sea en Essex considera que el costo es escandaloso y no cree que los niños deban ser penalizados solo porque sus familias no pueden permitirse 5000 libras (6375 dólares) para unas vacaciones en agosto.
La familia de tres se fue por primera vez de vacaciones a Ibiza, España, durante el período lectivo allá por mayo de 2018, cuando Brayden tenía 5 años y Eliana 4. A ese viaje le siguió otro a Mallorca durante el período lectivo del año siguiente.
Sin embargo, las vacaciones se interrumpieron durante un tiempo debido a la pandemia. Pero en 2022 las retomaron donde las habían dejado, disfrutando de un viaje a Magaluf, seguido de otro a Can Picafort en junio, ambos en Mallorca, España.
La escuela multó a la familia con 120 libras (153 dólares) por las ausencias de ambos niños causadas por el segundo viaje a España del año pasado. Sin embargo, Rachel dice que consiguió ahorrar 3000 libras (unos 3825 dólares) en esas vacaciones haciendo lo que hizo, con la ventaja añadida de ofrecer a su hijo y a su hija experiencias memorables que de otro modo no habrían tenido.
«Ellos también aprenden mucho yéndose de vacaciones», afirma. «Han podido conocer otra cultura, tienen una enorme conciencia social y aprenden otro idioma».
Además, a través de estas increíbles experiencias de viaje, también han aprendido cosas básicas, como aprender a hacer su propio equipaje de mano.
«Todas estas son cosas que no podrían experimentar si no perdiéramos unos días de clase», dice Rachel. «Sería impensable».
Cuando se le pregunta si le preocupa que sus hijos pierdan días de clase, Rachel dice que mira con atención su calendario académico antes de reservar un viaje para asegurarse de que las vacaciones no repercutirán en su aprendizaje.
«Al final del trimestre, no están haciendo mucho, y después de la selectividad Brayden no hará nada en el colegio de todos modos», dijo Rachel.
Además, parece que a los dos niños les va bien en la escuela, ya que Brayden obtuvo una puntuación de 40 sobre 40 en su último simulacro de examen SAT de matemáticas.
«Si afectara a su educación, obviamente no lo haría», afirma Rachel.
Según Rachel, la mejor manera de manejar la situación es poner en marcha un sistema por el que se asigne a los padres un número de días para sacar a sus hijos del colegio por vacaciones.
«Solo unos pocos días al año, y debería haber zonas rojas en momentos importantes del año, como los que preceden a los exámenes», dijo Rachel.
En un video, la joven madre explicó lo que ocurrió cuando comunicó al colegio que sus hijos faltarían algunos días recientemente. Le pidieron que escribiera una carta a la escuela explicando por qué consideraba necesario sacar a sus hijos del colegio durante el curso.
La carta decía que la familia se iba de vacaciones al extranjero durante el trimestre porque era más barato.
Después de entregarla en el colegio, Rachel recibió una llamada para hablar de la carta.
«Por el tono de su voz, me di cuenta de que no estaba muy impresionada», cuenta Rachel. «Pero, sinceramente, qué otra cosa podía decirle: seamos realistas, las vacaciones escolares cuestan una fortuna para ir al extranjero; es el doble de caro».
Rachel no mintió sobre el motivo porque sabía que su hija lo contaría todo. Y sigue defendiendo su decisión: «Nunca tuve eso mientras crecía, así que si puedo dárselo a mis hijos, lo haré».
«He trabajado muy duro y mis hijos también, ¿por qué no íbamos a poder irnos de vacaciones en familia? ¿Por qué deberían algunos niños perderse esas experiencias y solo los que tienen padres que se lo pueden permitir?
No cree que faltar al colegio para irse de vacaciones una vez al año haya sido «perjudicial para su educación en absoluto».
El día después de que su hijo termine los exámenes de fin de curso, la familia tiene previsto emprender otro viaje a España.
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