Maggie Sillero tenía 28 semanas de embarazo con trillizos cuando recibió la aterradora noticia de que tenía Covid-19.
Ella no se encontraba enferma el 8 de mayo cuando fue al Hospital de la Mujer de Texas en Houston— y nunca mostró ningún síntoma del virus del PCCh.
Fue ingresada para observación porque se la consideraba de alto riesgo y su médico quería controlar su salud y la de sus bebés durante las últimas semanas del embarazo.
Sillero le dijo a CNN que no había salido de su casa desde marzo, por lo que pensó que la prueba del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, sería una precaución de rutina.
“Cuando recibí la noticia, fue muy impactante. No lo podía creer”, dijo ella.
Su esposo también resultó positivo y también asintomático, explicó Sillero.
Estar lejos de su familia fue difícil, pero pudieron hacer FaceTime, y sus enfermeras se sentaron con ella y hablaron —a pesar de que tenían que usar todo su equipo de protección.
«Llegué a conocerlos personalmente, lo cual fue genial», dijo. “Sentí que había hecho nuevos amigos. Así que no me sentí sola en ese momento en absoluto». Resultó que una de las enfermeras era una de las amigas de la infancia de Sillero, a quien no había visto desde que estaban en la secundaria.
Sillero fue examinada regularmente en el hospital, y el 4 de junio, cuando estaba en su semana 32, obtuvo su segundo resultado negativo, lo que indicaba que estaba libre del virus.
No tuvo mucho tiempo para celebrar porque su ultrasonido esa mañana mostró que uno de sus bebés tenía el cordón umbilical envuelto alrededor de su cuello. Los tres bebés —una niña y dos niños— nacieron por cesárea de emergencia esa tarde.
«Afortunadamente, todo salió bien», dijo Sillero. «Los médicos se asombraron de lo bien que estaban los bebés desde que nacieron».
Sillero dijo que su madre y su hijo de 5 años, Alexander, dieron negativo, a pesar de que todos habían estado juntos. Su madre pudo cuidar a Alexander.
El niño aún estaba con la madre de Sillero en el parto porque su marido aún no se había enterado de que era negativo.
Isabella, la mayor, pesaba 3.11 libras (aproximadamente 1.4 kg), Nathaniel pesaba 3.7 libras (aproximadamente 1.6 kg) y Adriel pesaba 2.1 libras (aproximadamente 953 g), según el hospital. Todos fueron llevados a la NICU, donde Sillero los visitaba todos los días.
“Lo están haciendo realmente bien. Se encuentran saludables. Están creciendo como se esperaba”, dijo Sillero. “Por supuesto, son prematuros. Así que habrá algunos retrasos en ciertas cosas, pero quiero decir, lo han estado haciendo realmente bien que el peso ha estado subiendo».
Cumplieron 1 mes el 4 de julio, y el hospital dijo que casi han duplicado su tamaño.
Sillero trajo a Isabella a casa el 6 de julio, y los médicos dijeron que los niños estarían listos para salir del hospital pronto.
«Son buenos luchadores y lo han estado haciendo realmente bien —progresando muy bien», dijo. «Sus pesos han aumentado, se alimentan con biberón, por lo que lo están haciendo realmente bien».
La madre de cuatro hijos dijo que Alexander está ansioso por tener a todos en casa para que pueda asumir el papel de hermano mayor y ayudar a sus padres a cambiar pañales y hacer cosas en la casa.
El personal de CNN Wire y The Epoch Times contribuyó a este informe.
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