El senador Joe Manchin (D-W.Va.) dijo que la pérdida de la máxima calificación crediticia de Estados Unidos representa un fracaso «histórico» por parte del presidente Joe Biden y los líderes del Congreso entre ambas tendencias políticas.
Las duras críticas de Manchin se produjeron dos días después de que Fitch Ratings rebajara la calificación crediticia de Estados Unidos de AAA a AA+.
La rebaja de la calificación significa que los bonos del Estado estadounidense son ahora una inversión más arriesgada que antes, lo que eleva el costo del endeudamiento público.
«La rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch representa un fracaso histórico del liderazgo por parte de ambos partidos políticos y del poder ejecutivo», declaró Manchin en una declaración fechada el 3 de agosto.
Con la pérdida de su máxima calificación crediticia soberana, Estados Unidos ha quedado por detrás de Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Noruega, Suiza, Singapur, Luxemburgo y Australia.
«Declive de la gobernanza»
Al justificar su decisión de rebajar la calificación crediticia, Fitch afirmó que en las dos últimas décadas se ha producido un deterioro constante de las normas de gobernanza en Estados Unidos, incluso en cuestiones relacionadas con el gasto público y el pago de la deuda.
«La agencia crediticia citó específicamente el deterioro de la gobernanza, la erosión de la cooperación en el gobierno federal y la creciente deuda nacional a la hora de tomar la decisión de rebajar nuestra calificación crediticia», declaró Manchin.
En los últimos meses, una agria disputa partidista sobre los niveles de gasto en el Capitolio condujo a otro punto muerto sobre el aumento del techo de la deuda. Esto finalizó a principios de junio, cuando el Congreso aprobó la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, que el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una organización sin ánimo de lucro, estimó que supondría un ahorro directo de unos 250,000 millones de dólares.
A pesar del suspiro colectivo de alivio por parte de muchos en Beltway y Wall Street por la aprobación de la medida —que elevó el techo de la deuda y permitió al Gobierno seguir acumulando deuda— la financiación actual del Gobierno se enfrentará pronto a otro obstáculo.
En diciembre de 2022, el Congreso aprobó una ley general de financiación para el año fiscal 2023, que finaliza el 30 de septiembre, fecha en la que expira la financiación actual del Gobierno.
Con las conversaciones sobre el próximo proyecto de ley de financiación del gobierno para el año fiscal 2024, que se espera que comiencen pronto, los niveles de gasto están una vez más a punto de ser un tema candente, al igual que lo fueron en torno a la confrontación sobre el techo de la deuda. Ese enfrentamiento terminó cuando los demócratas accedieron a las demandas republicanas de imponer topes de gasto, que incluyen una reducción de aproximadamente el 9% en el gasto no relacionado con la defensa en los ejercicios fiscales de 2024 y 2025.
A medida que se acerca la fecha límite del 30 de septiembre, el Sr. Manchin habló con cierta inquietud de las próximas conversaciones para el nuevo proyecto de ley de financiación del gobierno.
«Ahora, más que nunca, es el momento de que los líderes electos de ambos partidos trabajen juntos y envíen un mensaje claro al mundo de que tomaremos las medidas fiscales y presupuestarias necesarias para restaurar nuestra calificación crediticia y mantener fuerte la economía de Estados Unidos para esta generación y la siguiente», dijo el senador.
«Dura advertencia»
El Sr. Manchin calificó la rebaja de la calificación crediticia de Fitch como una «dura advertencia» que no debe ser ignorada, y a la vez instó a sus colegas congresistas a actuar ahora y hacer frente a la deuda nacional y a la plena financiación del Gobierno.
«Todos los estadounidenses sufrirán si la política de Washington se interpone en el camino de soluciones a largo plazo que aborden estos retos», afirmó el senador.
En su decisión de rebajar la calificación crediticia, la agencia también destacó el deterioro fiscal previsto para los próximos tres años y la elevada y creciente carga de la deuda pública.
«Los repetidos enfrentamientos políticos por el techo de la deuda y las resoluciones de última hora han erosionado la confianza en la gestión fiscal», declaró Fitch.
Los halcones del presupuesto se hicieron eco en gran medida del tono de la «dura advertencia» del Sr. Manchin.
«La rebaja de la calificación de hoy debería ser una llamada de atención —nosotros necesitamos poner en orden la casa fiscal y política de nuestro país», escribió a través de una declaración Maya MacGuineas, presidenta del Committee for a Responsible Federal Budget (Comité por un Presupuesto Federal Responsable).
De otra parte, la decisión de Fitch de rebajar la calificación de Estados Unidos fue recibida con un aluvión de críticas por parte del gobierno de Biden, y la Casa Blanca culpó al «extremismo» republicano.
«Esta desafía a la realidad al rebajar la calificación de Estados Unidos en un momento en el que el presidente Biden ha logrado la recuperación más fuerte de todas las grandes economías del mundo», dijo a través de una declaración la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
«También está claro que el extremismo de los funcionarios republicanos —desde animar al impago hasta socavar la gobernanza y la democracia, pasando por tratar de ampliar los regalos fiscales que rompen el déficit para los ricos y las corporaciones— es una amenaza continua para nuestra economía», añadió la secretaria de prensa.
¿Una rebaja «desconcertante»?
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a la vez criticó el miércoles la rebaja de la calificación de Fitch, afirmando que la decisión le resultaba desconcertante a la luz de la «fortaleza» de la economía estadounidense, que ha presentado un panorama dispar mientras las señales de advertencia de recesión parpadeaban en rojo.
«La decisión de Fitch es desconcertante a la luz de la fortaleza económica que vemos en Estados Unidos», dijo Yellen durante un discurso en un establecimiento del Servicio de Impuestos Internos (IRS) en McLean, Virginia.
«Estoy en total desacuerdo con la decisión de Fitch, y creo que es totalmente injustificada».
Según Yellen, la «evaluación errónea» de la agencia de calificación crediticia se basa en datos antiguos y no incorpora los cambios en la gobernanza y otros indicadores desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo.
Cada vez hay más indicios de que la economía estadounidense se encuentra en aguas agitadas y camino de más turbulencias.
Los últimos datos de seguimiento de la recesión de The Conference Board —una recopilación de indicadores económicos prospectivos denominada índice económico adelantado (LEI)— volvieron a caer en junio, ampliando su descenso por decimoquinto mes consecutivo, la racha más larga de caídas desde la crisis financiera de 2007 a 2009.
«Los datos de junio sugieren que la actividad económica seguirá desacelerándose en los próximos meses. Prevemos que es probable que la economía estadounidense entre en recesión entre el tercer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024», dijo en una declaración Justyna Zabinska-La Monica, alta ejecutiva de The Conference Board.
Zabinska-La Monica culpó a la elevada inflación, a una política monetaria más restrictiva y a unas condiciones crediticias más difíciles de estar poniendo freno a la economía estadounidense.
Con la contribución de Emel Akan.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.