Las violentas manifestaciones nocturnas en Portland han causado un estimado de 23 millones de dólares en daños y pérdidas en los negocios del centro de la ciudad, dijo un oficial de policía.
«El nivel de violencia y la actividad criminal, y el daño a la propiedad que hemos visto … es realmente sin precedentes en la historia de Portland», dijo el miércoles el subjefe de policía de Portland, Chris Davis, durante una sesión informativa sobre la situación.
«Siempre tenemos la esperanza de que estamos llegando al final, pero llevamos seis semanas en esto. Nunca habíamos visto esta intensidad de actividad criminal violenta y centrada durante tanto tiempo, al menos en el tiempo que llevo aquí», añadió.
Las manifestaciones comenzaron el 28 de mayo en una instalación federal de inmigración. Alguien de la multitud lanzó un cóctel molotov en el edificio.
Se trasladaron al Centro de Justicia, un edificio que incluye una comisaría, la noche siguiente y han aterrorizado a los oficiales allí cada noche desde entonces.
Los agitadores utilizan una variedad de técnicas, incluyendo el bloqueo de las puertas desde el exterior, rayos láser brillantes en los ojos de los oficiales que responden, y el lanzamiento de proyectiles como botellas de agua congeladas a los oficiales, dijo Davis.
La gente que camina por el centro verá negocios cerrados y grandes daños.
Los violentos alborotadores, al menos algunos de los cuales son conocidos miembros de Antifa, un grupo anarco-comunista de extrema izquierda, han atacado en los últimos días el Tribunal Federal de Hatfield.
Siete fueron detenidos por agresión a agentes del orden público y otros cargos relacionados con ataques al tribunal, mientras que los agentes de policía de Portland han detenido a docenas de personas.
Los funcionarios están viendo grandes grupos que en algunos casos superan los 10,000 durante el día. Esos grupos son pacíficos y pocos policías están obligados a patrullar las protestas, dijo Davis.
Pero por la noche, surge un grupo diferente.
«Las protestas y esto son dos cosas diferentes. El movimiento Black Lives Matter no es violento», dijo Davis a los periodistas.
Describió a las personas involucradas en el caos como «un pequeño grupo de agitadores que intenta secuestrar el mensaje y usarlo como pantalla para actividades criminales».
Los agitadores garabatean mensajes en el Centro de Justicia y en otros edificios, muchos de los cuales se refieren a oficiales de policía muertos.
El grupo está usando sofisticadas tácticas que incluyen tener a personas en el frente desplegando paraguas y otros artículos mientras otros detrás de ellos lanzan proyectiles antes de huir, dijo Davis.
El miércoles pasado, la Asociación de la Policía de Portland, un sindicato de la policía, dijo que no confía en que el Consejo de la Ciudad detenga los disturbios y saqueos en curso.
El alcalde Ted Wheeler, demócrata, ha condenado la violencia, pero su voz ha sido ahogada por sus compañeros del Consejo de la Ciudad «hiper-fijación solamente en el comportamiento de la policía», dijo Daryl Turner, presidente del sindicato, en una declaración.
«Nuestros oficiales han soportado semanas de rocas, ladrillos, botellas, morteros y otros objetos que les han sido lanzados con odio. Nuestros oficiales han soportado insultos, muchos de ellos palabras viles llenas de ira», dijo.
«Ya basta. Las personas que se ponen una placa y un uniforme todos los días son seres humanos».
La agenda del 8 y 9 de julio del Consejo de la Ciudad, que incluye a Wheeler, la auditora de la ciudad Mary Hull Caballero y cuatro comisionados, no menciona los disturbios en curso ni ningún intento de aplacarlos.
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