Cientos de manifestantes se reunieron frente a la Cámara del Parlamento de Australia en solidaridad con el convoy masivo a Ottawa que convergió en la capital canadiense el fin de semana del 29 de enero.
Las convocatorias a un movimiento similar han estado resonando en Down Under durante días, y el 31 de enero, una multitud organizada bajo la campaña «Convoy to Canberra» se reunió frente a la legislatura nacional, según videos que circulan en las redes sociales.
Se puede escuchar a la multitud coreando: «¿Qué queremos? ¡Libertad! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ahora!»
Un individuo se dirigió a la multitud diciendo que tenían «todo el derecho de estar aquí pacíficamente».
«Nos han dicho que han transmitido el mensaje de que exigimos que un representante de este Parlamento salga y se dirija al pueblo de Australia y a nuestras demandas», dijo en un video que circula por Internet.
Las redes sociales se han colmado de imágenes de conductores que se dirigen a la capital australiana. El movimiento popular ha empezado a cobrar fuerza ya que una campaña de GoFundMe de cuatro días ya ha recaudó 167,539 dólares australianos en donaciones, al 31 de enero.
Según ABC, los fondos han sido congelados por el sitio web hasta que se brinden detalles sobre cómo los distribuirá el organizador.
Un problema similar ocurrió con la protesta canadiense cuando GoFundMe congeló el acceso a 4.5 millones de dólares canadienses en fondos. Esos fondos ya fueron liberados.
Los camioneros estadounidenses están planeando ahora su propia versión de la protesta desde California hasta Washington D.C.
El movimiento, en el que se han movilizado desde miles a decenas de miles de camioneros, es en respuesta a las órdenes de vacunación vigentes y a las duras restricciones impuestas por el gobierno.
En Australia, las órdenes se han aplicado ampliamente en todo el país con un apoyo mayoritariamente bipartidista, tanto político como de la comunidad empresarial y médica; sin embargo, ha continuado siendo un tema polémico.
El 22 de enero, estallaron protestas en las principales capitales de Australia debido a las restricciones impuestas por el gobierno.
El desarrollador de la vacuna, Nikolai Petrovsky, ha criticado los mensajes contradictorios del gobierno sobre los beneficios de la vacuna, diciendo que solo protege a las personas y no detiene la transmisión del virus—lo que socava el razonamiento de las órdenes.
«Cada individuo debería tomar decisiones sobre su propia salud, y es completamente inapropiado satanizar o sugerir que alguien que no está vacunado es de alguna manera diferente a los demás», dijo el investigador principal de Spikogen a The Epoch Times.
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