La asediada representante estadounidense, Marjorie Taylor Greene (R-Ga), dijo que sus declaraciones anteriores en las redes sociales en relación a los tiroteos en escuelas y ataques terroristas del 11 de septiembre no reflejan sus puntos de vista de hoy. A la vez denunció el plan organizado de «cancelar» sus asignaciones a los comités del Congreso.
«Los tiroteos escolares son absolutamente reales (…) Realmente creo que los niños en la escuela nunca deben quedar desprotegidos», dijo Greene en la sala de la Cámara antes de la votación que la despojaría el jueves de varias asignaciones. «También quiero decirles que el 11 de septiembre sucedió absolutamente (…) No creo que haya sido una falsificación», comentó.
Green fue más allá y dijo que las declaraciones por las que se le acusa «eran palabras del pasado» y «no la representan».
En las redes sociales Green especuló anteriormente que los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 fueron una alerta falsa, entre otras teorías. Los medios de comunicación y los demócratas la acusaron de ser partidaria de QAnon, un movimiento que incluye teorías de que algunas de las personas más poderosas del mundo están involucradas en el tráfico sexual infantil y el abuso en rituales. Los informes también afirman que le «dio me gusta» a un comentario de Facebook que sugiere que «una bala en la cabeza de» la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), «sería más rápido».
«A mí se me permitió creer cosas que no eran ciertas y habría preguntado sobre ellas y hablado sobre ellas y eso es absolutamente de lo que me arrepiento», declaró Greene, agregando que dejó de apoyar a QAnon en 2018. La representante dijo que es una «estadounidense muy común» que se involucró en la política después de que el presidente Donald Trump se postulara para el cargo en 2016.
En sus comentarios, Greene centró su atención en los principales medios de comunicación: «¿Permitiremos que los medios, que son tan culpables como QAnon, presenten verdades y mentiras para dividirnos?».
“Si este Congreso va a tolerar a miembros que condonan disturbios que han lastimado al pueblo estadounidense (…) pero que sin embargo quieren condenarme y crucificarme en la plaza pública por las palabras que dije y lamento hace unos años, entonces creo que estamos en un un gran problema”, dijo.
Greene indicó que los demócratas y sus partidarios «quieren cancelar a todos los republicanos», por lo que instó a otros a no «dejar que la mafia gane».
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes pidieron a sus miembros que voten en contra de la resolución demócrata de eliminar las asignaciones a comités.
«La resolución ante la Cámara hoy no se trata de los comentarios que hizo la Representante Greene en el pasado, sino que es una nueva infracción de los derechos de las minorías que tendrá un impacto duradero y perjudicial en la institución», dice un aviso a los republicanos del líder de la minoría en la Cámara, Steve Scalise ( R-La.).
La decisión de votar para despojar a Greene de sus asignaciones en el resto de la sesión del Congreso abrió una brecha en el Partido Republicano. Varios de sus principales miembros del Senado, incluido el líder de la minoría Mitch McConnell (R-Ky.), emitieron un comunicado en el que la criticaron.
McConnell afirmó el 2 de febrero que Greene está participando en «mentiras locas y teorías de conspiración» que «son un cáncer para el Partido Republicano y nuestro país». La representante, por su parte dijo que el «cáncer real» son los llamados republicanos del establishment.
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