Estados Unidos se ha convertido en el primer país en inocular a 100 millones de personas con al menos una dosis de la vacuna COVID-19, según datos actualizados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Se han administrado casi 158 millones de dosis de la vacuna COVID-19, y casi 58 millones de personas están totalmente vacunadas, según el rastreador de vacunas de los CDC.
Las cifras, hasta el 2 de abril, muestran que 101,804,762 personas en Estados Unidos han recibido al menos su primera dosis —el 30.7% de la población.
Esto ocurre en un momento en que la campaña de vacunación cobra impulso en Estados Unidos, ya que los CDC anunciaron el 1 de abril la aplicación récord de 3.38 millones de dosis de vacunas COVID-19 en un solo día.
Tras anunciar el 11 de marzo que todos los adultos de Estados Unidos podrían vacunarse a más tardar el 1 de mayo, el presidente Joe Biden dijo a principios de esta semana que la mayor disponibilidad de vacunas significa que ese plazo se ha reducido.
«Al menos el 90% de todos los adultos de este país podrán vacunarse el 19 de abril, dentro de solo tres semanas, porque tenemos las vacunas», dijo Biden en declaraciones desde la Casa Blanca. «Para la inmensa, inmensa mayoría de los adultos, no tendrán que esperar hasta el 1 de mayo», añadió, señalando que el 10 por ciento restante podrá vacunarse el 1 de mayo.
Pero a pesar de los avances en la vacunación, los nuevos contagios en Estados Unidos van en aumento, y la media variable de siete días de contagios diarios supera ya los 79,000, frente a los cerca de 53,000 de marzo, según datos de Johns Hopkins.
Biden ha instado a mantener la vigilancia y a no aflojar en las medidas de salud pública, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
«Les ruego que no hagan retroceder el progreso por el que todos hemos luchado tanto», dijo Biden en una rueda de prensa el viernes. «Necesitamos que todos los estadounidenses se pongan a trabajar y mantengan la guardia alta en esta recta final».
En una reunión informativa sobre la salud en la Casa Blanca a principios de esta semana, tanto Biden como la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, expresaron sus graves advertencias de que demasiados estadounidenses estaban relajándose en cuanto a los protocolos del COVID-19.
Walensky dijo que tenía una sensación de «fatalidad inminente» ante el aumento de los casos de COVID-19, mientras que Biden dijo que si eso continuaba, Estados Unidos podría ver una «cuarta oleada».
Para luchar contra la «fatiga» de la COVID-19 y persuadir a la gente de que no se relaje sobre las medidas de mitigación y superar las dudas sobre las vacunas, la administración de Biden se ha asociado con influencers —incluyendo socios comunitarios, religiosos y famosos— para difundir el mensaje.
Además de instar a los estadounidenses a que se vacunen contra el COVID-19, la coalición de «influencers confiables» —que incluye a atletas, médicos, empresarios y líderes religiosos de la comunidad— seguirá promoviendo el mensaje de que la gente no debe relajar las medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
La administración también está trabajando en las directrices sobre el uso de los llamados «pasaportes de vacunas», que son credenciales tipo tarjetas o apps que sirven como prueba de haber recibido la vacuna COVID-19.
La Administración de Biden ha dicho que el gobierno federal no creará una app nacional de pasaportes de vacunas, dejando el desarrollo al sector privado, pero el gobierno federal está formulando normas sobre cómo y cuándo se pueden utilizar esos pasaportes.
La cuestión de los pasaportes de vacunas se ha convertido en un tema candente, con los conservadores expresando su preocupación por la privacidad.
Siga a Tom en Twitter: @OZImekTOM
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.