Más de 400,000 estadounidenses recibieron vacunas de refuerzo contra COVID-19 durante el fin de semana, dijo el martes el coordinador de la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeff Zients.
En una teleconferencia de prensa con el Equipo de Respuesta al COVID-19 de la administración y funcionarios de salud pública, Zients dijo que el enorme número de vacunas de refuerzo fue proporcionado solo por las farmacias.
Casi un millón de personas ya han programado obtener sus vacunas de refuerzo a través de una farmacia en las próximas semanas también, dijo Zients, señalando que la planificación y la preparación de la administración —incluyendo el trabajo con los gobernadores, las farmacias, los médicos y los centros de atención a largo plazo— sobre las vacunas de refuerzo han «impulsado un fuerte comienzo».
Zients dijo que pudieron poner las «vacunas de refuerzo» rápidamente el viernes, casi inmediatamente después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (DFA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) firmaran una serie de recomendaciones que permiten administrar las vacunas de refuerzo contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech a las personas de 65 años o más, a las de 18 a 64 años que tienen un alto riesgo de contraer COVID-19 grave y a las personas de 18 a 64 años cuyo trabajo puede ponerlas en alto riesgo de contraer el virus.
Zients dijo que Massachusetts y varios otros estados estaban notificando a las personas elegibles por mensaje de texto y por correo electrónico en un esfuerzo por conseguir que se vacunen de refuerzo.
En Nueva Jersey, se están abriendo tres «centros de vacunación masiva» para que se administren las vacunas de refuerzo, y el coordinador de la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca señaló que todos los estados, tribus y territorios pueden abrir esos centros con ayuda del gobierno federal, incluyendo un reembolso del 100 por ciento.
«Al mismo tiempo, nuestra máxima prioridad sigue siendo la primera y la segunda vacuna», dijo Zients.
«En general, más de tres de cada cuatro estadounidenses elegibles —los mayores de 12 años— han recibido al menos su primera vacuna. Y, lo que es más importante, el 94 por ciento de los adultos mayores —de 65 años en adelante— han recibido al menos una vacuna. Y mañana alcanzaremos un hito importante: 200 millones de adultos con al menos una vacuna».
El presidente Joe Biden recibió su inyección de refuerzo de la vacuna COVID-19 ante las cámaras de la Casa Blanca el lunes, poco después de que los CDC compartieran su serie de recomendaciones. Antes de recibir la inyección, Biden siguió echando la culpa a los que aún no se han vacunado, que según él constituyen ahora alrededor del 23 por ciento de la población.
«Esa clara minoría nos está causando un daño terrible al resto del país», dijo. «Esta es una pandemia de los no vacunados».
En otro momento del martes, el Dr. Anthony Fauci dijo que la inmunidad colectiva no podrá lograrse a través de la infección natural —cuando un número suficiente de personas de la población se haya recuperado de COVID-19 y haya desarrollado anticuerpos protectores contra futuras infecciones— y que la única solución para acabar con la pandemia era conseguir que un número suficiente de personas se vacunara.
«Como he dicho muchas veces, la inmunidad colectiva es realmente una cuestión complicada de protección por vacunación y de aquellos que han continuado con una protección duradera después de la infección… No sabemos cuál es ese número ahora mismo», dijo Fauci.
«Se sabe cuándo hay inmunidad colectiva cuando el virus no tiene oportunidad de pasar de una persona a otra. Pero ahora mismo no sabemos cuál es esa cifra. Y cuando no se sabe cuál es la cifra, ¿qué se hace? Vacunar a tanta gente como sea posible, de la forma más rápida y expedita posible. En eso deberíamos concentrarnos, no en una cifra concreta».
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